En 1982, el psicólogo Cristóbal Colón creó La Fageda con el objetivo de dignificar la vida de personas con graves enfermedades mentales. Aquella iniciativa nacida en Olot (Girona) es hoy un sólido proyecto social que sigue ocupándose de personas en riesgo de exclusión.
Además, gracias a la elaboración de productos de mucha calidad, como yogures, postres, helados y mermeladas, se ha posicionado como una marca prestigiosa y muy apreciada en el sector de la alimentación.
Economía 3 entrevista a Sílvia Domènech, directora general adjunta de La Fageda.
La Fageda, un proyecto de «economía social»
– ¿Qué es La Fageda? ¿Con qué objetivo nació y cuál es su proyecto social?
La Fageda es un proyecto de la economía social y como tal no tiene ánimo de lucro. El proyecto lo gestiona una fundación que se sirve de una estructura empresarial para generar puestos de trabajo y servicios de distinta índole para personas de colectivos vulnerables.
La fundó un psicólogo, Cristóbal Colón, junto a su mujer, la terapeuta Carme Jordà, quienes, impactados por las condiciones de vida de los hospitales psiquiátricos donde él trabajó en la década de los setenta del siglo pasado, crearon La Fageda con el fin de dignificar la vida de estas personas. Ambos, convencidos de que el trabajo tiene un poder inmenso para transformar vidas y darles sentido, impulsaron diversas actividades para crear puestos de trabajo con sentido.
40 años de historia
– Se trata de un proyecto que en 2022 cumplió 40 años de historia. ¿Cómo ha evolucionado a lo largo de estos años?
La evolución de La Fageda es la ‘Historia de una locura’. De hecho, ese es el título del libro que relata con todo detalle su evolución, sus inicios en el pequeño local de un convento que el Ayuntamiento de Olot cedió al fundador para impulsar su ‘locura’ hasta su consolidación como proyecto social que ha conseguido afianzar diversas actividades empresariales como medio para generar puestos de trabajo y servicios diversos para personas de colectivos vulnerables.
Nuestro proyecto cuenta hoy con una plantilla de 350 trabajadores, una gran mayoría de las cuales son personas de colectivos vulnerables. En la fábrica de lácteos trabajan un centenar. La capacidad que ha tenido La Fageda de desarrollar con muchísimo esfuerzo y con éxito iniciativas mercantiles que generan empleos reales, estables y con sentido para estas personas la han convertido en un proyecto muy singular.
Nuestro modelo de atención a las personas es integral. Atendemos también sus necesidades de vivienda, ocio, salud y formación, diseñando diferentes servicios alrededor de estos ámbitos.
– El hilo conductor del proyecto es la fábrica. ¿Cuántas personas de colectivos vulnerables trabajan en ellas? ¿Qué productos producís y con cuántas referencias contáis actualmente?
En la fábrica trabajan cerca de un centenar de personas. De ellas, unas 60 son personas en situación de vulnerabilidad. Elaboramos yogures naturales y de sabores variados con leche de mucha calidad que obtenemos de nuestra propia granja y de otras de las comarcas vecinas, y postres diversos, flanes y cremas. En el mercado de Gran Consumo, contamos con cerca de cuarenta referencias, incluyendo helados y mermeladas. También disponemos de formatos varios para horeca.
La Fageda da visibilidad a las personas con diversidad funcional
– Con vuestro proyecto habéis contribuido también a dar visibilidad a estas personas con diversidad funcional. ¿Cómo lo hacéis para que se sientan realizadas con su trabajo? ¿Cómo las conducís y formáis? ¿Existe una vinculación también con las familias?
Cuando una persona se incorpora a trabajar en La Fageda se traza para ella un plan individualizado que concilia sus intereses e inquietudes con sus habilidades y con todo su potencial. En diseñar ese plan que marca unos objetivos intervienen la misma persona y nuestro equipo de valoración que integran profesionales de la psicología y de la educación y del trabajo social.
En su día a día cada trabajador cuenta con un educador de referencia que le da el soporte que necesita y el citado plan cuenta, por supuesto, con un seguimiento permanente en el que participa también la familia cuando es necesario.
Nuestra finalidad es ofrecerles oportunidades e infundirles esperanza para dar sentido a sus vidas. En La Fageda concebimos el trabajo como un instrumento que tiene un potente rol transformador, como una puerta para el desarrollo de las personas. Las acompañamos a desarrollar sus capacidades y aceptar sus limitaciones para que encuentren su lugar en el mundo.
Con las familias mantenemos además contactos frecuentes e, incluso, fuera del ámbito laboral todas las personas de la organización celebramos una fiesta anual.
Objetivo: mejorar la vida de las personas
– ¿Qué otros proyectos o líneas de negocio alberga también La Fageda y cuáles son sus objetivos?
Nuestros objetivos son inalterables, se enfocan en mejorar la vida de las personas a través del trabajo y la ocupación con sentido. Por ello, siempre hemos adaptado nuestras actividades empresariales a las necesidades y perfiles de las personas del proyecto.
Como líneas de negocio contamos también con servicios de jardinería que ocupan a más de 30 personas. También con el Servicio de Atención al Visitante, que coordina las vistas que recibimos en nuestra finca, más de 40.000 al año. Tenemos las puertas abiertas para todas las personas que nos quieren conocer de cerca y ver como trabajamos.
Las dos dimensiones de La Fageda
– Desarrolláis actividades de ámbito social y empresarial. ¿Cómo conjugáis ambas iniciativas?
Nuestras actividades empresariales no son un fin, sino un medio para conseguir nuestros objetivos, que persiguen generar puestos de trabajo para personas de colectivos vulnerables.
Como proyecto sin ánimo de lucro, que gestiona una fundación, reinvertimos siempre los beneficios, necesitamos generar excedente para sustentar todo el ecosistema de nuestro proyecto social. Es evidente que a mayor éxito mercantil, más fuerte y sostenible es nuestro proyecto social y más capacidad para seguir creando ocupación y servicios de calidad para los colectivos a los cuales servimos.
Conciliar los intereses de las dos dimensiones de La Fageda, la social y la empresarial, ha sido y será un constante reto de la organización. Y conseguirlo con éxito es lo que ha convertido La Fageda en algo muy singular e inspirador. Por ello, atrae la atención y el interés de emprendedores sociales y de muchos medios de comunicación tanto estatales como internacionales.
Nuestro reto es no caer en la autocomplacencia, ser conscientes que debemos seguir aprendiendo y continuar buscando palancas que refuercen el proyecto, que es de una gran complejidad y conlleva un constante y tenso equilibrio.
La Fageda en la Comunitat Valenciana
– Por otra parte y según un estudio reciente del Instituto Español de Estadística (INE), la Comunitat Valenciana está por debajo de la media en inserción laboral de personas con discapacidad. ¿Qué medidas se deberían tomar en esta Comunitat para incrementar la inserción de personas con discapacidad? ¿Cómo podéis ayudar desde La Fageda a la Comunitat Valenciana en este sentido?
Los índices de desempleo de personas con discapacidad en todas las comunidades son abrumadores. Para poder trabajar estas personas necesitan, en función de sus capacidades, diferentes niveles de soporte individualizado y adaptación de cada puesto de trabajo. La mayor parte de las empresas no cuentan con el conocimiento para conseguirlo.
Para ello, existen los centros especiales de empleo y el trabajo protegido, que trabajan para crear sitios de trabajo adaptados y para generar oportunidades también en las empresas ordinarias con servicios de inserción laboral. En la Comunitat Valenciana, nos consta que existen entidades trabajando para dichos retos. En La Fageda, a nivel social, solo actuamos en nuestra región.
– ¿Crees que la llegada, el pasado mes de febrero, de vuestros productos a los lineales de Consum puede contribuir a que se incorporen más personas con diversidad funcional al mundo laboral? ¿Tenéis previsto hacer alguna campaña en este sentido con el objetivo de comunicar que vuestro producto ‘no es un simple yogurt’?
Si nuestra presencia en la Comunitat Valenciana se convierte en un elemento de sensibilización en esta materia nos sentiremos muy orgullosos y, por supuesto, estamos dispuestos a compartir y dar a conocer nuestra experiencia a quien lo desee.
El nuestro, no es un simple yogurt por muchas razones. En nuestras comunicaciones lo definimos como el más singular del mundo por su sabor único, el lugar donde lo elaboramos, el parque natural de la zona volcánica de la Garrotxa, el propósito que alberga nuestra marca y la sostenibilidad que impregna a todo el proceso de producción.
Productos
– ¿Cómo animarías al consumidor a consumir vuestros productos? ¿Qué características lo definen?
Optar por La Fageda es llevarse a casa un yogurt con un sabor muy rico, con una textura especial, muy saludable a la vez por la calidad de las materias primas, elaborado con prácticas honestas y sostenibles y detrás del cual hay una marca con un propósito social inalterable, mejorar la vida de personas de colectivos vulnerables. Por ello, escoger La Fageda es ir más allá del mero rol de consumidor de una marca.
– Para hacer vuestros productos os abastecéis tanto de vuestra granja como de otros ganaderos de la zona. ¿Cómo cuidáis el bienestar animal? Y, a partir de aquí, ¿cómo preserváis el medioambiente?
Las prácticas de bienestar animal las tenemos muy interiorizadas en La Fageda. De hecho, el ADN de nuestro proyecto impregna de forma permanente todo lo relacionado con la responsabilidad social y con ello el respeto por los animales y el medioambiente.
En nuestra granja de Santa Pau viven más de 250 vacas. Disponemos del certificado de Aenor, Welfair, un reconocimiento oficial que ratifica que están bien alimentadas; descansan y se mueven en espacios confortables; se encuentran bien de salud; son sociables, y tienen un estado emocional positivo.
Nuestros visitantes se sorprenden cuando ven la manera en la que las cuidamos. Como la música clásica que escuchan en los establos o el ordeño robotizado que les permite elegir el momento en el que quieren sacarse la leche.
En cuanto a la preservación del entorno, estamos ubicados en el parque natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un espacio protegido por ley y ello nos interpela a ser el máximo de responsables. Trabajamos enfocados a la economía circular, contamos con una depuradora bilógica, una planta de compostaje, una caldera de biomasa y otros recursos que nos dan satisfactorios resultados en nuestros indicadores ambientales.
La Fageda, en el mundo
– ¿Qué repercusión ha tenido vuestro proyecto en el ámbito internacional? ¿Hasta que países ha llegado y cómo se ha materializado?
La singularidad del proyecto de La Fageda despierta desde hace tiempo un interés que va más allá de nuestras fronteras. En los últimos tiempos, por ejemplo, una entidad social de Estados Unidos, The Other Side Academy (Tosca), que se ocupa de rehabilitar a presos y que tiene en proyecto un servicio para personas sin techo en el estado de Utah, hizo una estancia en La Fageda en junio para inspirarse en nuestro modelo de atención a las personas.
Prestigiosos medios de comunicación de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Japón, México y Corea, entre otros, se han interesado por el proyecto. Muchísimas universidades y escuelas de negocio también. Harvard, por ejemplo, cuenta con un estudio sobre el caso de La Fageda.
– Este año os habéis marcado como objetivo llevar vuestro proyecto y vuestros productos a la Comunitat Valenciana. ¿Qué otros objetivos os habéis fijado para el presente año?
Trabajamos para ofrecer a nuestros consumidores nuevos productos para responder a demandas de familias que cada día optan por La Fageda en sus desayunos, meriendas o postres. Y, en el ámbito social, seguir creando y reforzando servicios de formando e inserción laboral para personas que tienen la vida muy difícil.