El momento histórico actual se caracteriza por la velocidad a la que se han producido los cambios tecnológicos, medioambientales y sociales. Echando la vista atrás, al observar los más de dos siglos de desarrollo que ha recorrido la humanidad desde el inicio de la revolución industrial, da la sensación de que nos encontramos ante un punto de inflexión en el desarrollo tecnológico.
Así lo cree Satya Nadella, CEO del gigante Microsoft, quien, en una reciente ponencia en el Foro Económico Mundial de Davos, dio las que cree que serán las claves del futuro al que se asoma la humanidad.
Crear herramientas para que el ser humano sea capaz de hacer más con menos, esa es uno de los leitmotiv que guían el camino del gigante de la tecnología. Para ello, explica Nadella, una respuesta es llevar a cabo un despliegue real de la tecnología para poder usar los recursos más maleables que tenemos, y así aplacar alguna de las consecuencias económicas que experimentamos.
La IA es el presente
Una de las principales claves para entender los próximos años pasará por la llegada de la Inteligencia Artificial (IA). Lo bueno de trabajar en la industria tecnológica, afirma Nadella, es que te permite ver cuando un desarrollo está todavía en una fase temprana y cómo va desarrollando sus potencialidades.
«Estamos frente a un set de tecnología totalmente nuevo que creo que va a ser revolucionario, lo que tenemos que averiguar es cómo desplegamos estas tecnologías para empoderar al ser humano», explica.
Para entender el potencial disruptivo de estos cambios, el CEO expone un ejemplo: « Una de las tecnologías más disruptivas en la actualidad es el ChatGPT. Recientemente vi un tweet de Andrej Karpathy, antiguo director de IA de Tesla, que decía que el producto que más había cambiado su vida en los últimos doce meses era la inteligencia artificial GPT-3 que lanzamos el año pasado».
Y sentencia: «Este es un ejemplo de un desarrollador de software utilizando herramientas para generar el 80% de su código. Eso no significa que él no escriba código nuevo, sólo pasa que con esta tecnología obtiene un incremento de rendimiento en lo que hace».
Una revolución mundial
Otra anécdota, que para Nadella muestra con precisión el potencial del alcance de la tecnología que está por venir, tuvo lugar en India a principios de enero. El país del que es originario el CEO está viviendo una revolución tecnológica que se está traduciendo en una digitalización de los servicios públicos.
Algunos de estos servicios que se están implementando, incorporan modelos de software de lenguaje muy modernos. «Básicamente tienen un sistema de fuente abierta para que cualquiera en India que esté desarrollando una aplicación la pueda traducir en cualquiera de las lenguas del país«, ejemplifica Nadella.
Y continúa: «El ejemplo es siempre el de un granjero rural indio tratando de acceder a un programa del gobierno. Esta persona expresa un pensamiento complejo en alguna de las lenguas locales, el cual es traducido por un bot, que, a su vez, le responde en esa misma lengua con la información solicitada».
Pensad en lo que eso significa, interpelaba Nadella a la audiencia congregada en Davos, básicamente se traduce en que un software generado en la costa este de los Estados Unidos hace unos meses ha llegado a un desarrollador en India que le añadió valor para hacer una diferencia en la vida de un pequeño granjero rural.
«Nunca hemos visto una revolución así. Todavía estamos esperando a que la revolución industrial llegue a algunas partes del mundo en pleno siglo XXI. Internet tardó 30 años en cambiarlo todo, el móvil y la nube necesitaron 15 y ahora hablamos de meses», sentencia el CEO de Microsoft.
Buscar el equilibrio
No todos los aspectos de la acelerada revolución tecnológica que experimentamos son positivos. Este proceso suscita, inevitablemente, algunas cuestiones que hemos de enfrentar : ¿Qué deberíamos tener en cuenta al desarrollar la IA?
Para Nadella, la clave está en encontrar un balance entre los beneficios que nos puede aportar y los aspectos negativos que indudablemente tiene; ya que «la generación de IA, en particular tecnologías como el ChatGPT, lo que están haciendo a su vez es empujar la creación de los supercomputadores para entrenar estos modelos tan complejos. Es por eso que esta tecnología implica repensar por completo de la arquitectura de sistemas que empleamos en la actualidad».
Para el gigante tecnológico Microsoft, el objetivo final es «lograr a nivel global un sentimiento de unidad y colaboración que es muy necesario. Hasta cierto punto, decir que existe una tecnología que puede hacer esto real y que se encuentra tan sólo en el punto de partida es una noticia fantástica. Los más disruptivo de esta tecnología es su alcance y nivel de presencia, que llega como una extensión natural».
A mayor digitalización, mayor riesgo
El peligro que presenta la ciberseguridad a medida que avanza la digitalización es cada vez mayor. ¿Qué podemos hacer para fomentar la seguridad en nuestra infraestructura digital? La tecnología se ha vuelto mucho más presente en nuestra economía. Las consecuencias no deseada es que los ciberdelitos están creciendo. Para Microsoft es necesario proteger las infraestructuras esenciales de los estados.
«Debemos tener un acercamiento basado en el hecho del «zero trust», de esta forma asumimos que habrán brechas para poder defendernos de esas brechas. No sólo eso, hemos visto millones de señales de alarma y las hemos usado activamente para anticiparnos. Estas son las clases de medidas que podemos tomar para hacer un cambio», afirma Nadella.
La mayoría de las compañías, sin embargo, no dedican los esfuerzos necesarios para implementar unos mínimos de seguridad. Para tratar de revertir esta situación, desde Microsoft recomiendan utilizar la nube. Una de las claves para luchar esta guerra contra la cibercriminalidad, afirma el CEO, consiste en no hacerlo solo.
Transición tecnológica verde
La sostenibilidad es también una de las grandes causas en las que se ha embarcado el gigante tecnológico. En este sentido, durante el último año afirman haber hecho «un buen trabajo reduciendo nuestras emisiones de CO2 en un 27 %». De igual forma trabajan en reducir la huella energética de sus videoconsolas, aunque admiten que todavía tienen mucho trabajo por delante. «Después de todo, los superordenadores consumen mucha energía», afirma el ejecutivo.
También los bancos europeos están tratando de reducir su huella de carbono y la tendrán en cuenta a la hora de conceder financiación. Ese modelo, de conseguir expandirlo, puede ayudar mucho a contribuir a que las empresas sean sostenibles.
«Las dificultades principales de la transición ecológica estriban en querer coger dos siglos de química y solucionarlos en 25 años. Una de las formas con las que eso va a ser posible será gracias a la computación, la cual podrá ayudarnos a descubrir y desarrollar nuevos materiales y acelerar la transición tecnológica», ha finalizado el CEO.