La puesta en valor de la figura del empresario, la necesidad de una remodelación fiscal, el problema del agua y el rechazo frontal a los populismos: estos han sido los ejes vertebradores entorno a los cuales ha girado el discurso del presidente manchego, Emiliano García-Page, en su participación en un pleno de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).
El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, ha afirmado este lunes que le molesta que haya comunidades que hagan demagogia fiscal y ha criticado que, si se hubiera actuado con esa demagogia durante la crisis sanitaria de la covid, «no se habría salido todavía de la pandemia».
Frente a los empresarios valencianos, con Vicente Boluda y Juan Roig al frente, el presidente ha elogiado la capacidad de este país para salir adelante, pese a «lo poco que se quiere». García-Page ha apelado a la unidad a lo largo de toda su comparecencia y al «papel capital del empresario», frente a la desesperanza y los populismos.
El presidente autonómico ha manifestado que lo importante es la gente, «no agrandar las diferencias entre españoles», y propiciar un mejor sector económico, como se está haciendo en su comunidad, donde «atendemos y les ponemos facilidades» a las empresas.
Competencias fiscales
Para el presidente manchego no todos los problemas de la empresa son burocráticos, ya que, recuerda, en otros momentos hemos crecido mucho con un sistema fiscal «aún más atrasado». Con la actual legislación «se puede crecer más», todo depende de tener una agenda «lo más sensata posible», ha asegurado.
«La realidad es que las comunidades autónomas no estamos para intervenir en el debate fiscal. Me molesta que haya comunidades autónomas que se planteen hacer demagogia fiscal. España no se ha dotado de 17 autonomías para hacer lo contrario de lo que queremos al unirnos a la Unión Europea», ha afirmado García-Page.
Según el político, tenemos una fiscalidad que puede ser de las «menos pensadas» de la Unión Europea (UE), pero que no es «de las más altas». En este sentido, sí ha dejado entrever que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, tiene «a muchos convencidos» de la necesidad de reformar el sistema de financiación.
El Corredor Mediterráneo es «impepinable»
«En España, cuando decidimos mirar a Europa, en realidad lo que hace es mirar al Mediterráneo y eso supone darle la espalda al Atlántico. Eso ha hecho que en los últimos 40 años el tejido productivo de este país se haya concentrada en el arco mediterráneos. El Corredor Mediterráneo para España es urgente y es necesario, es un objetivo nacional», ha manifestado el presidente.
Para García-Page existe la necesidad de resolver un problema de colapso de la economía española. Es por ellos que el corredor, afirma, es «impepinable» porque responde a una necesidad existente previa que responde a «una necesidad existe previa y a una economía que no se puede gripar» por la potencialidad del arco mediterráneo.
No es tiempo de trasvases
Emiliano García-Page se ha mostrado partidario de aplicar medidas razonables para la gestión del agua en España y, aunque no sería contrario a una política de trasvases si fuera global, de todos los ríos de «la España seca a la parte más seca», ha considerado que la sostenibilidad ya no defiende esas actuaciones.
En este sentido, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha ha recordado la buena función que cumplen las desaladoras y ha afirmado que necesario contar con todas las herramientas posibles para que no falte agua. La «España seca», ha sentenciado, no puede tener agua a costa de «la España más seca».
Este es un debate, ha apuntillado García-Page, que ya se habría resuelto hace tiempo «si faltase agua en el Canal de Isabel II y fuese Madrid la que sufriera cortes de agua». Y ha finalizado sentenciando que «ojalá exista un acuerdo político antes de que lo imponga el clima por su cuenta”.