Sábado, 27 de Abril de 2024
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Cómo capear los cisnes negros que alteran la gestión de riesgo de las empresas

Cómo capear los cisnes negros que alteran la gestión de riesgo de las empresas

La teoría del cisne negro es una metáfora acuñada por el filósofo libanés Nassim Taleb, y que se emplea para designar un acontecimiento de gran impacto socioeconómico considerado extremadamente atípico, pero que acaba por racionalizarse como predecible tras haber sucedido.

En la actualidad, la llegada de cisnes negros parece acelerarse a medida que las empresas tratan de capearlos. Hablamos de temporales como la pandemia de la Covid-19, la crisis de los semiconductores, los problemas en las cadenas de suministros, la escalada de los costes energéticos o la invasión rusa de Ucrania. Todos estos factores se analizan en la Encuesta Mundial de Riesgos 2022, elaborada por la consultora PwC, en la que se han entrevistado a 3.584 directivos de todo el mundo para abordar cómo hacer frente a los desafíos empresariales en el entorno actual.

Un clima muy inestable

El estudio concluye que la inestabilidad de los mercados, los nuevos modelos de negocio, los ciberataques, los cambios externos y la geopolítica son, por este orden, las cinco grandes amenazas a las que se enfrentan las compañías en 2022. El peso de estos riesgos, no obstante, varía en función del sector de actividad en el que nos encontremos.

En este sentido, el estudio pone en valor la necesidad de un estilo de liderazgo con capacidad para revisar y adaptar las estrategias con las que operar de manera rápida en un entorno de negocios cada vez más turbulento. La agilidad para adaptarse a estos cambios y la organización estratégica a la hora de tomar decisiones, son algunas de las claves para abordar de manera exitosa la gestión de riesgos.

Principales amenazas que perciben los CEO españoles.

Principales amenazas a la empresa según la Encuesta Mundial de CEOs de PwC.

Para Ramón Abella, socio responsable de Riesgos en PwC España, “La realidad es que todos estos riesgos, o cisnes negros, se producen cada vez con mayor frecuencia, lo que hace absolutamente necesario cambiar el enfoque tradicional de su gestión. El análisis de datos y los ejercicios de estrés de escenarios se vuelven ahora más relevantes que nunca a la hora de afrontar los riesgos con la máxima anticipación posible”.

Sin embargo, recuerda el estudio, no todos los riesgos pueden ser evitados. Algunos de ellos se hallan fuertemente interconectados y la onda expansiva de uno puede afectar a los demás. En este caso será clave disponer de una buena capacidad de resiliencia empresarial y el desarrollo de planes de respuesta robustos.

Lecciones aprendidas

Más allá de señalar los principales riesgos, el documento incluye una serie de lecciones que las empresas han aprendido durante los últimos años. Entre ellas destaca la necesidad de disponer de datos y análisis en tiempo real que sustenten la toma de decisiones.

El 39% de los directivos encuestados en el estudio aseguran que consultar desde el primer momento a los profesionales responsables de riesgos de sus compañías les hace tomar medidas más adecuadas. A la hora de contar con la información precisa, cerca del 80% de los encuestados reconocen que uno de los principales desafíos a los que se enfrentan es el de ser capaces de mantener el ritmo de la digitalización.

Otro de los elementos claves que aporta el estudio es disponer de una visión general de los riesgos a los que nos enfrentamos. Para monitorizar y medir los riesgos, las compañías necesitan contar con indicadores adecuados que sirvan como señales de aviso y que permitan a la dirección poner en marcha las acciones y las estrategias necesarias para mitigar estas amenazas.

El 65% de los encuestados en el estudio están aumentando sus inversiones en tecnologías especializadas en la gestión de riesgos, y tres de cada cuatro tiene previsto incrementar sus presupuestos en herramientas de análisis de datos y de automatización de procesos.

Asumir riesgos

Además de saber precisar los factores exteriores que pueden afectar a la toma de decisiones, conocer bien el perfil de riesgo de nuestra compañía puede aportar competitividad. Para ello es importante determinar el nivel de riesgo que una empresa puede o quiere asumir a la hora de acometer nuevas oportunidades de crecimiento.

Otro aspecto importante es el de promover una cultura de riesgos dentro de la compañía que ponga a toda la organización en alerta ante posibles amenazas. Una cuestión relevante para los directivos encuestados, ya que el 56% asegura que sus empresas están trabajando para potenciar este aspecto.

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