Mario Rappanello, responsable de Tesorería y de Allocation Advisory de Banco Mediolanum, visitó el stand de Economía 3 en la 15ª edición de Forinvest, el mayor foro de networking financiero-empresarial del país. Allí nos contó las claves y los criterios de inversión de la entidad financiera, que siguen una premisa básica y muy ilustrativa: «Que no caiga todo como una piedra y suba como un cohete».
Rappanello es el encargado de la inversión del patrimonio del banco y la inversión para los clientes de Mediolanum. «En la parte del banco, son determinados productos que nunca se mezclan con los de los clientes. Con los clientes trabajamos con productos más seguros y nuestro asesoramiento finaliza con productos de mercados de valores», explica en esta entrevista.
- ¿De qué modo enfocan la inversión en Banco Mediolanum? ¿Cuáles son sus principios básicos?
Con Allocation Advisory, planificamos las inversiones de nuestros clientes siguiendo unos pilares fundamentales: el asesoramiento financiero -todos nuestros clientes tienen un asesor financiero fijado, porque la parte emocional es muy importante y el cliente necesita a un profesional que le ayude a tomar las decisiones correctas-; la planificación financiera personalizada, porque nosotros hacemos trajes a medida, ya que cada uno tiene objetivos distintos, diferente propensión al riesgo, el plazo del que se disponga para conseguir un determinado objetivo… Si el objetivo es comprarte un coche este año, una vivienda, una jubilación… Buscamos una fórmula para lograr este objetivo.
«La suerte es para las especulaciones, para apostar»
El otro pilar fundamental es la diversificación, porque hemos visto cómo los acontecimientos de las últimas décadas, desde el 11S, hasta la guerra de Irak, la quiebra de Lehman Brothers, la pandemia, etc., han creado mucha volatilidad, que es sana, pero hay que convertirla en oportunidades y solo se puede hacer si tienes una estrategia muy clara y utilizas herramientas que te permitan conseguir estos objetivos. Si apuestas solo a un mercado puedes tener suerte y escoger el que lo ha hecho muy bien, pero también puedes tener mala suerte. Y nosotros no queremos tener suerte, queremos hablar de inversiones. La suerte es para las especulaciones, para apostar. Nosotros no queremos apostar. Queremos ayudar a nuestros clientes a crear y a mantener patrimonios.
- ¿Cómo evitáis ‘apostar’?
Para nosotros, la diversificación quiere decir invertir anclando la rentabilidad de nuestros clientes al crecimiento mundial. Una de las referencias puede ser la aportación que cada país hace al PIB mundial. En Europa, 15%, en EE.UU., un 45-50%, en los países emergentes, un 15-18%. Hay unas dinámicas sobre cómo se desarrolla en el tiempo el PIB que indican cuáles son los equilibrios. Pero todo esto tiene que ser muy personalizado, por lo que es muy importante la figura del asesor para crear estas estructuras de inversión.
«Los fondos son un amortiguador respecto a la volatilidad de los mercados»
- ¿En qué tipos de productos invertís?
Nosotros sugerimos la inversión siempre a través de fondos, propios y de terceros. Tenemos una arquitectura de fondos que permite invertir en ambos. Los fondos ya tienen una diversificación dentro. Si compras un bono, un derivado, una acción, tienes diversificación, pero muy pobre. Un fondo de renta fija puede tener cientos de activos y un fondo de renta variable, miles de activos. Entonces, nosotros aconsejamos siempre fondos porque es un amortiguador respecto a la volatilidad de los mercados.
- ¿No se trata entonces de inversiones directas, sino siempre a través de fondos?
No es inversión directa, es selección de fondos.
- ¿Con qué criterios los seleccionáis?
Tenemos estrategias. Primero, la entrada paulatina en los mercados, porque el market timing es muy complejo. En 30 años que llevo trabajando en los mercados financieros, no conozco a nadie que siempre clave el momento de entrar en los mercados. No sabiendo esto, la fórmula que tenemos es una entrada paulatina con tres algoritmos muy útiles, porque son automáticos y quitan la parte emocional. Aprovechamos la caída de los mercados para crear valor cuando se recupere y también al revés, cuando el mercado sube mucho, consolidar. Esta es una estrategia que nos ha ayudado en el tiempo. Son estrategias que son exclusivas nuestras, de Banco Mediolanum.
«No nos preocupa ganar menos, nos preocupa perder menos»
Para dar el análisis matemático y estadístico de las carteras, utilizamos un algoritmo de frontera eficiente para tener la máxima rentabilidad con la máxima volatilidad. Es decir, si un cliente quiere más rentabilidad, tiene que asumir más riesgo o, para tener menos riesgo, tendrá que asumir menos rentabilidad. El segundo criterio es de no correlación entre los fondos, de forma que no caiga todo como una piedra y suba como un cohete. No nos preocupa ganar menos, nos preocupa perder menos.
- ¿Qué rentabilidades soléis ofrecer? Por ejemplo, ¿el año pasado?
Para nosotros, la referencia del año no tiene mucho sentido. Tengo clientes que han tenido rentabilidades muy importantes en un año, pero también clientes que renuncian a tener la máxima rentabilidad en un año porque sus objetivos son distribuidos en un plazo de tiempo completamente distinto.
«Sin disciplina, el ahorro es imposible»
Hay una dicotomía muy importante para un gestor porque lo miden por su rentabilidad anual, pero el objetivo de rentabilidad de su cliente puede ser a cinco o siete años y esto muchas veces juega en contra. Nosotros no somos obsesivos con los objetivos de un cliente. Si planificamos la cartera de un cliente a cinco, siete o diez años, con nuestros algoritmos definimos con el cliente una rentabilidad objetivo que es la que perseguimos. Normalmente, un cliente con más patrimonio es más conservador y quiere un crecimiento orgánico del patrimonio y, por el contrario, un joven es más agresivo. A los jóvenes yo les digo que si me garantizan una disciplina del ahorro, hay herramientas que pueden ayudarles a crear el ahorro. Pero sin disciplina, el ahorro es imposible.
Para nosotros, la fórmula no es lo que gano, menos lo que gasto, igual a lo que ahorro. Es lo que gano, menos lo que invierto, igual a lo que puedo gastar. Esa disciplina del ahorro me ayuda a conseguir objetivos. Y también les digo que tener beneficios rápidamente son apuestas, no es inversión.
«Una buena inversión tendría que dar la misma emoción que ver crecer la hierba en tu jardín»
- Está creciendo muchísimo el mercado de criptomonedas, NFT… ¿Os planteáis entrar en esos mercados?
De momento, en Banco Mediolanum consideramos estas herramientas especulación. Si es especulación, no asesoramos. Tiene una volatilidad brutal. Son activos no aptos para una inversión. Si inviertes para tu jubilación, te puedes encontrar que el día de antes de jubilarte tengas un 40% menos.
¿Cuál es el dinero que te puedes permitir perder sin pestañear? Esa parte es la que se puede destinar a estos mercados. Si a mucha gente le da angustia el movimiento de la renta fija o de la renta variable, imagínate con las criptomonedas. Si Elon Musk pone un tuit te puede cambiar la vida. Como decía Peter Lynch, una buena inversión tendría que dar la misma emoción que ver crecer la hierba en tu jardín.