La geopolítica china, a la conquista de los principales puertos españoles
Los principales puertos europeos son destinos prioritarios de la política comercial China en su estrategia expansionista en la búsqueda de mercados para sus productos. Es una apuesta geopolítica de una nación que quiere convertirse en referente mundial de la nueva economía. En ese contexto, los puertos y sus zonas logísticas son el final de la recuperada Ruta de la Seda impulsada por el Ejecutivo de Xi Jinping en la última década.
Son instrumentos útiles para su política de apertura internacional bajo el eslogan de: ‘One Road, One Belt’ (‘Una Franja, una Ruta’) que pretende abrir rutas por tierra y mar para sus exportaciones a los mercados europeos; al tiempo que fomentar la cooperación bilateral y multilateral con terceros países, en especial con la inversión en las infraestructuras de la Ruta.
A la conquista de los puertos mundiales
El Gobierno de Pekín ha elaborado, y ya está desplegando, una de las estrategias geopolíticas más relevantes de la nueva economía. Una acción estratégica que ha ido conquistando en silencio, de forma casi imperceptible, los puertos más importantes del mundo. Para ello, ha invertido en la adquisición de la propiedad o en hacerse con un paquete suficiente de acciones que le permita controlar la gestión del tráfico de mercancías.
Una estrategia en la que juega un papel destacado Cosco Shipping Ports (CSP), el cuarto grupo naviero mundial por capacidad de contenedores. El mismo que se ha hecho con el control del primer operador español de terminales portuarias, Noatum, lo que le permite ser quien marque el destino de la importante terminal de contenedores del Puerto de Valencia. Además de ser la propietaria de la mayor terminal de contenedores del puerto levantino, la mercantil asiática es la mayor accionista de la terminal portuaria de Bilbao.
«El Gobierno de Pekín ha ido conquistando en silencio, de forma casi imperceptible, los puertos más importantes del mundo»
CSP es un pilar básico en la apuesta china por dominar los mares a través de sus puertos. La mercantil forma parte del conglomerado empresarial China Cosco Shipping Corporation Limited, propiedad del Gobierno, y se ocupa del transporte marítimo de mercancías y de la logística. Es la ejecutora material de los planes del gobierno de Xi Jinping. Un papel que lleva ejerciendo en Europa y España desde la crisis económica que cerró la primera década de este siglo. Papel que hace a golpe de talonario, al menos así se desprende de un estudio realizado por Sam Beatson y Jim Coke de Lau China Institute del King’s College, que cifra en más de 45.000 millones de dólares la inversión realizada por esta compañía en la última década con la finalidad de acceder al control de puertos estratégicos, incluidos los españoles.
Puertos ‘made in China’
Y si la Europa mediterránea de Marco Polo era el final de la Ruta de la Seda, la cuenca mediterránea con los puertos de Barcelona, València y Algeciras, además del griego de El Pireo, son la puerta de entrada al mercado europeo de los productos ‘made in China’. Eso explica que València y Barcelona figuren en la agenda expansiva del Ejecutivo chino. La vieja Europa es una pieza relevante. Una región en la que ya cuenta con un valioso activo, el puerto de El Pireo, del que la empresa china CSP tiene el control desde 2016, tras invertir 280,5 millones de euros, que le permitieron asumir la gestión de todo el puerto. Una gestión que también conlleva inversiones en mejoras de la infraestructura portuaria, es el caso de la acometida tres años después por un montante de 600 millones de euros.
Los puertos españoles también han sido tomados por las compañías chinas. Al menos el control del accionariado de las empresas gestoras de las cargas de mercancías, asegurándose el control de las operaciones de movimiento de los contenedores de las terminales. De hecho, en el año previo a la pandemia ya controlaban el 35 % de los contenedores. Y la estatal Cosco fue la primera en entrar en la gestión de los procesos de estiba. Lo hizo en 2019, con el debate de fondo sobre la conveniencia o no de la liberalización de este potente sector. Hecho que se produjo tras la entrada en vigor del Real Decreto-ley 9/2019, de 29 de marzo. Una normativización obligada toda vez que la Justicia de la Unión Europea señala incompatible la organización del sector con la libre competencia.
Una «frenética» labor comercial
Las dos terminales de CSP Spain, división de Cosco Shipping Ports, en los puertos de València y Bilbao, y el holding Hutchison Ports Best, del puerto de Barcelona, registraron un movimiento de seis millones de TEUs (contenedores de 20 pies) el año previo a la liberalización de la estiba. Algo que llevó a afirmar al organismo público Puertos del Estado que la «presencia de empresas navieras y terminalistas chinas ha activado una frenética labor comercial de entidades españolas que desean seguir avanzando y ampliando proyectos de colaboración conjunta».
De hecho, las Autoridades Portuarias de València, Bahía de Algeciras y Barcelona cerraron 2021 entre los diez principales de Europa. Sobre todo, del área del Mediterráneo, tan solo por detrás de los grandes puertos atlánticos europeos: Róterdam, Amberes y Hamburgo. Es más, según los datos de Puertos del Estado, la infraestructura valenciana se sitúa por delante del puerto de El Pireo.
Una estrategia con historia
Si bien es ahora cuando se percibe la mayor presencia de empresas chinas en los principales puertos españoles del Mediterráneo y el Cantábrico, su llegada se produjo progresivamente. Así, hace 17 años desembarcaba en España Hutchison Ports Holding, empresa china pionera que abrió brecha en la gestión de terminales de contenedores en España. Su llegada se produjo tras adquirir parte de la empresa concesionaria y operadora de terminales, Terminal Catalunya, S.A. (Tercat).
Hace apenas un lustro, en 2017, se produjo un movimiento significativo en el sector portuario, con dos puertos españoles en el foco de las firmas chinas: València y Bilbao. Entonces, Cosco Shipping Ports adquirió a Noatum Ports ambas terminales, que mueven más de 3,6 millones de TEUs.
Hace 17 años desembarcaba en España Hutchison Ports Holding, empresa china pionera que abrió brecha en la gestión de terminales de contenedores en España
El flujo de intercambio de productos y las transacciones comerciales entre España y China ha ido creciendo en paralelo a la implantación de las mercantiles orientales en nuestros puertos; imbricándose en la gestión portuaria. Un comercio marítimo entre ambos países que, antes de la irrupción de la pandemia, movió mercancías por un valor aproximado de 23.000 millones de euros; 5.000 millones en concepto de exportaciones españolas; y otros 18.000 millones por las importaciones, de acuerdo con los datos del Icex.
Las mercancías que parten de España con destino a China lo hacen desde puertos del Mediterráneo principalmente, caso de los andaluces, catalanes o valencianos; siendo los de València y Barcelona también el destino final de las importaciones procedentes de Pekín.
China también pone el ojo en los puertos secos
Los intereses de las empresas chinas por gestionar el movimiento de contenedores van más allá de los recintos portuarios marítimos. Y contemplan operaciones para controlar esos movimientos en puertos secos, ubicados estratégicamente, incluso por las infraestructuras que aseguran la conexión entre sí. En ese contexto, hace cinco años, JP Morgan y el fondo de pensiones neerlandés ABP se desprendieron del 51 % de sus acciones en Turia Port Investments Holdings (TPIH), la antigua Noatum. Una operación que permitió a Cosco Shipping Ports (CSP) asegurarse el control de la principal terminal de contenedores del puerto de València.
Un cambio del accionariado que daba también a la empresa estatal china el dominio sobre la terminal del puerto de Bilbao. Y sobre los puertos secos de Madrid (Conte Rail) y Zaragoza (CSP Iberian Zaragoza Rail Terminal).
Cosco se hizo también con el operador ferroviario CSP Iberian Rail Services; que conectará los cuatro terminales ferroviarios y proporcionará un servicio integral a través de la cadena logística. En ese contexto se enmarca la puesta en marcha en febrero de 2020 de la terminal ferroviaria del puerto bilbaíno. Con la que Cosco tiene previsto operar trenes de mercancías.
Mientras las mercantiles chinas penetran en el mercado español de tráfico de mercancías portuarias no descuidan su desembarco en otros puertos europeos. Así, la omnipresente Cosco busca hacerse con una participación en el puerto alemán de Hamburgo, salida al Atlántico. Una operación que, como apuntan los expertos en comercio marítimo, de cerrarse, será la octava «megainversión» de la compañía en el viejo continente.