Vender una propiedad en ocasiones se complica y si hablemos de un solar, todavía más. De hecho, muchas veces puede tardar en venderse incluso hasta 15 años. De estas dificultades era conocedor de primera mano Augusto López, CEO y fundado de Landex.

Se trata de una startup que ha revolucionado el mundo del sector inmobiliario, con el primer algoritmo que permite saber qué promociones inmobiliarias tendrán más éxito. Actualmente, cuentan con unos 791 solares que se traducen en más de mil millones de euros y más de cuatro millones de metros edificables.

Tras varios años de investigación y trabajo, Landex ha conseguido desarrollar un algoritmo que ofrece como resultado el porcentaje de éxito de la promoción en un suelo urbano. “Los solares se clasifican en solares del tipo A, B y C, según el porcentaje que les dé el algoritmo”, explica López. Actualmente, de los que tienen una clasificación tipo A, más de un 80% se acaban vendiendo en el primer año. “Esto, en el sector de la venta de solares, es muy complicado, ya que hay algunos casos en los que los solares pueden llegar a tardar en venderse hasta 15 años”, detalla.

Se trata de una revolución del sector, ya que los propietarios serán capaces de saber si van a poder vender su terreno o si tendrán que esperar algunos años. En palabras del propio CEO de Landex, “es la primera vez que alguien pone al servicio del cliente un análisis para que sepa de forma rápida todos los datos para tomar la mejor decisión. Ahora, casi todos los clientes son fondos de inversión que lo que buscan es la rentabilidad financiera, nosotros somos lo traductores de metros en un paquete financiero».

¿En qué se basa el algoritmo de Landex?

Según Augusto López, “hay tres factores que, si los juntamos, podemos saber qué porcentaje de éxito puede tener una promoción inmobiliaria”.

En primer lugar, la morfología del terreno, o factores como la forma, los metros o la fachada. Sin embargo, este no es el más importante. Es el que menos determina el éxito.

En segundo lugar, el más determinante es la ubicación del terreno. Lo constituyen factores socioeconómicos, demográficos e inmobiliarios. Ofrecen información sobre la demanda de la zona y el potencial de compra de los que quieren adquirir ahí un terreno.

Finalmente, el precio que el propietario quiere poner. En este caso, cuando el cliente presenta su terreno, se hace una tasación y se le aconseja cuál sería el mejor precio. “En este punto, hay clientes que se dejan aconsejar y otros que no tanto, eso también determina el éxito de la venta”, explica López.

Afirman desde Landex que su intención es que el propio cliente pueda introducir sus datos y obtener en el momento el porcentaje de éxito posible. Para conseguir el desarrollo necesario, están inmersos actualmente en una ronda de inversión de más de 300.000 euros, de los que ya tienen cubierto el 60%.