La ocupación hotelera bajó en el primer semestre del año 10 puntos, hasta el 28%, frente al mismo periodo de 2020. No obstante, en junio recuperó y rozó el 40% ante el 18% de ese mes del año pasado.
Así lo afirman los datos del barómetro hotelero elaborado por STR y Cushman & Wakefield.
La lejana situación prepandemia
En tiempos prepandemia, en junio de 2019, la ocupación hotelera se situó en el 65,8 %, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos también reflejan que esta tasa se suele mover por encima del 50%, con alguna excepción en los meses más bajos del año. Por ejemplo, en enero. Por tanto, la magnitud de la caída es considerable.
El descenso es considerable en el indicador que mejor mide la rentabilidad del sector hotelero, el ingreso medio por habitación disponible o RevPAR. Este se situó en 25 euros, un 14% menos que un año antes y menos de la mitad de los 68 euros que marcaba en junio de 2019.
Por su parte, el ingreso medio diario por habitación ocupada (ADR) fue de 87 euros, un 4% menos que el año pasado.
Turismo nacional y apertura de fronteras
El informe señala que el sector está registrando una creciente actividad de reservas en el segmento vacacional gracias al turismo nacional y a la paulatina apertura de fronteras con los principales países emisores y de proximidad. La recuperación de la ocupación ha sido «sobresaliente» en destinos de carácter vacacional o mixto como Islas Baleares y Málaga.
Sin embargo, alertan de que la evolución de la variante delta de la covid-19 puede poner en riesgo el punto de inflexión que se registró durante el mes de junio.