Sábado, 27 de Abril de 2024
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Mar Domínguez: “Los millenials somos más supervivientes que nuestros padres”

Mar Domínguez: “Los millenials somos más supervivientes que nuestros padres”

Mar Domínguez está entre las LinkedIn Top Voices 2020, es CEO de una empresa y cofundadora de otra, y antes de todo esto pasó por diversas instituciones y empresas, como Mr.Wonderful, firma española que la nombró ‘country manager’ en Italia, nada menos. Pero, por encima de todo, es emprendedora.

«Soy emprendedora por convicción, soy curiosa por naturaleza, soy optimista, soy empollona, perfeccionista, pregunto mucho, hablo mucho, río mucho, descanso poco y bebo mucho café». Así se define la propia Mar Domínguez en LinkedIn, red social en la que cuenta con cerca de 30.000 seguidores que cada día leen lo que son pequeños relatos sobre la vida, los negocios y las relaciones, sobre todo profesionales. Aunque tiene claro que su perfil no es el de una empresa, por lo que el lado personal le sirve también como hilo conductor para estos textos que inspiran. O, al menos, generan preguntas entre los miles de personas que los leen.

En esta conversación con Economía 3, que forma parte de un ciclo de entrevistas con las personas más influyentes de LinkedIn, Mar Domínguez no evita ningún tema, contesta siempre con el humor y la sonrisa que promete en su descripción en esta red, pero ese tono le sirve para dejar clara su forma de pensar.

«B2Qué está a caballo entre consultora y agencia. Menos rancia que la primera y menos despersonalizada que la segunda»

  • Diriges dos empresas, BannersBanners y B2Qué. ¿A qué se dedican?

BannersBanners es mi primera empresa. La fundé hace tres años y somos un equipo de programadores frikis muy especializados en programación para el mundo de la publicidad. Somos un ‘hub’ de programación digital que funciona como ‘partner’ especializado, como ‘outsourcing’, sobre todo para empresas de publicidad para programación de webs, de microsites, landing, newsletter…

B2Qué es el último proyecto que abrí. Es un ‘partner’ de crecimiento estratégico, a caballo entre consultora y agencia. Menos rancia que lo primero, porque decimos que no somos señores con corbata sentados en una mesa caoba en lo alto de un edificio en Manhattan. Todas somos mujeres en el equipo. Y menos despersonalizada que una agencia normal, porque nos dimos cuenta de que algunas agencias suelen hacer proyectos a granel. Nosotras desde el principio quisimos aunar lo mejor de la consultoría y lo mejor de la agencia.

  • ¿Tenemos demasiados emprendedores por metro cuadrado?

Según lo que se entienda por emprendedor. Creo que hay pocos emprendedores. Como emprendedor entiendo una persona que busca la forma de responder a una necesidad que tiene el mercado de una forma original y con los recursos que tiene a su alcance.

Empresario para mí es otra cosa. Es un concepto más ‘rancillo’. Creo que hay pocos emprendedores, y debería haber más, porque al final el tejido empresarial de cualquier país se debe nutrir de emprendedores, de esas personas que independientemente del contexto en el que surjan tengan un empuje social que les propicie desarrollar sus proyectos y ayudar a la sociedad. Hay poquísimos.

«Para mi madre, lo mejor que le podría haber pasado en la vida es tener una niña funcionaria»

Somos una sociedad que no promueve el emprendimiento. Para mi madre, lo mejor que le podría haber pasado en la vida es tener una niña funcionaria. Y si ya tienes treinta y tantos como tengo yo… Venimos de una generación a la que nos vendían que con ir a la universidad ya teníamos una salida laboral porque sí y luego, si podías, sacarte una oposición. Somos la generación que hemos reventado todo eso. Hemos dado la vuelta cien por cien a todo lo que nos han dicho que tenían que ser las cosas.

Somos la generación que está impulsando lo que son los freelance o el trabajador autónomo; que está buceando en nuevas formas colaborativas; las empresas son cada vez más líquidas, cada vez se trabaja más por proyectos… Hay una parte de precarización en todo eso, pero también hay una parte de crecimiento y de apostar por otros modelos de colaboración y de trabajo muy interesantes. Para evitar la precarización tendrá que estar el Gobierno. Tendrá que generar un ecosistema que te permita ser un autónomo y no morir en el intento. Hay pocos emprendedores.

«Somos como aquella generación X de Hemingway; de entreguerras. Somos el último mohicano»

  • ¿Los millennials son los grandes damnificados o tienen multitud de oportunidades?

Somos como aquella generación X de Hemingway; de entreguerras. Somos la generación de la transición de un modelo socioeconómico a otro y de la digitalización. Somos el último mohicano. La última generación medio analógica. Hay mucha precariedad, pero nosotros hemos tenido que romper con muchos estereotipos y muchos sueños que se nos había inculcado por una generación anterior.

Tú entrabas a trabajar en una empresa, te tirabas 50 años y te jubilabas en otra empresa. Hoy en día eso es impensable. Porque es que ni siquiera lo queremos. Nuestra generación va con un ‘mindset’ de ‘yo lo que quiero son proyectos, teletrabajar, todo digital’. Pero todavía la sociedad se está moviendo más lentamente de lo que nuestro ‘mindset’ ya ha hecho. Entonces se generan muchas problemáticas.

«Los ‘millennials’ no somos parte del cambio. Somos el cambio, literal»

Hay mucha precariedad. Pero, sin querer banalizarla, es de las situaciones económicas difíciles de donde salen los grandes movimientos. El punk nace del descontento de la sociedad industrializada de Inglaterra. Nuestra generación se parece más a la de nuestros abuelos que a la de nuestros padres. Somos más supervivientes. Y por eso cada vez hay más emprendedores. Los ‘millennials’ no somos parte del cambio. Somos el cambio, literal.

  • No dejamos de oír últimamente el término transformación digital. ¿Qué es y qué no es transformación digital?

Es muy complejo. Se basa sobre todo en entender el comportamiento de las personas en entornos omnicanales y pasarlos a la unicanalidad. Hasta ahora hemos pensado en online y offline, digital y analógico… Todo super polarizado.

  • Dices que tus años de carrera te permitieron desarrollar tu inteligencia emocional. ¿En qué consiste esto?

Esto viene de un psicólogo bastante conocido que desarrolló el libro de las inteligencias múltiples, Howard Gardner. Decía que los seres humanos tenemos diferentes tipos de capacidades y aptitudes que se pueden considerar inteligencia. Yo en el colegio hacía test de coeficiente intelectual basados en un tipo de inteligencia y un tipo de formación muy occidental. Si le haces el mismo test de inteligencia a un indio en el Amazonas, probablemente te saldrá ‘mongolito’. Y no es por que no tenga capacidades o inteligencia, sino porque no ha necesitado adquirir esas aptitudes y actitudes para desenvolverse en su contexto.

Probablemente a mí me hagas un test sobre cómo sobrevivir en la selva y a la media hora me encuentres muerta porque me ha picado un bicho. Y es normal. La inteligencia emocional, como yo la entiendo, es desarrollar aptitudes y actitudes que todos tenemos de forma innata. Nuestro cerebro ha tenido que desarrollar aptitudes como la resiliencia, como la tolerancia al fracaso, la asertividad… Una serie de capacidades para vivir de forma plena en sociedad. La inteligencia emocional se basa en desarrollar todas estas aptitudes que tenemos innatas para conseguir resolver los conflictos de una forma positiva. Es el gran área de desarrollo del ser humano en el siglo XXI. Creo que en el futuro habrá universidades que trabajen solamente la inteligencia emocional.

«Mr.Wonderful es mi gran experiencia laboral después de emprender. Lo que yo aprendí en esa empresa… Eso sí que fue una selva»

  • Has trabajado en Mr.Wonderful. ¿Sus recetas y su filosofía son aplicables al mundo del empleo y del emprendimiento?

Mr.Wonderful es mi gran experiencia laboral después de emprender. Lo que yo aprendí en esa empresa… Eso sí que fue una selva. Pocas personas lo ven así, pero Mr.Wonderful fue la primera marca que se hizo conocida en redes sociales y que empezó a vender a través de generar contenido para una comunidad. Surgió solo en redes sociales. Y de ahí, generando contenido en un blog y después a través de su perfil de Facebook, empezaron a generar todo lo que ahora hacen todas las marcas cuando quieren vender digitalmente.

Muchísimas marcas durante este tiempo se han quedado por el camino y Mr.Wonderful sigue enamorando. Tiene uno de los targets más amplios.

Una de las cosas que yo aprendí es: cuando el mercado no te viene de cara, haz las cosas a tu manera. Se tuvieron que inventar una forma de vender en B2B porque ningún distribuidor quería confiar en ellos cuando lanzaron al mercado su producto y empezaron a explorar líneas de negocio B2B. Tuvieron que ir directamente a hablar con los grandes ‘retailers’. Inventaron una nueva forma de hacer las cosas. Es un gran caso de éxito patrio que no tiene que ser el típico, que estoy un poco cansada, Mercadona, Inditex, PC Componentes y los tres o cuatro que todos conocemos y que se estudian hasta la saciedad en todas las escuelas de negocios.

«Linkedin no es, como yo pensaba hace años, un Infojobs con un lavadito de cara»

  • ¿Qué hay que hacer para que una empresa funcione en LinkedIn y qué hay que hacer para que una persona, como es tu caso, triunfe en Linkedin y tenga su propia marca personal?

LinkedIn es la gran red B2B mundial. Cualquier empresa que sea sobre todo B2B tiene que estar. LinkedIn no es, como yo pensaba hace años, un Infojobs con un lavadito de cara. LinkedIn va mucho más allá. Ahora ha pasado más al Tuenti del business. Tengo amigas que dicen que es más como Tinkedin.

Yo que vengo de departamentos de ventas, no hay nada más parecido al ‘ligoteo’ que vender. Al final, lo que haces es flirtear con tus clientes potenciales. Cuando estás haciendo un panel de ventas, tienes que pensar en el ‘ligoteo’, en el ‘mamoneo’, como queramos llamarlo. LinkedIn es eso, es un flirteo. Hay que pensar ‘¿Cómo enamoro a mi crush?’. Y mi crush es la empresa potencial con la que yo quiero trabajar.

«En LinkedIn no venden las marcas, venden las personas»

En LinkedIn no venden las marcas, venden las personas. Con lo cual, ante la tesitura de tener que desarrollar una marca personal o una marca de empresa, yo siempre tiraría a desarrollar una marca personal.

Yo llevo 9 años trabajando con LinkedIn. Durante los seis o siete primeros años estuve un poco detrás de la palestra. Todo lo que hacía no se veía. Pero hace tres años di el salto y empecé a publicar. La consecuencia de eso, aparte de que al principio no me leía ‘ni el tato’, como nos pasa a todo el mundo… Yo tenía un ‘like’ y era el de mi novio.

Hay que ser auténtico. Para mí, la marca personal, en LinkedIn, tiene que tener una perfecta simbiosis entre quién eres tú como persona, y así te tienes que mostrar, y quién eres tú como profesional y qué haces. A mí me gusta ver las marcas personales en LinkedIn como la parte alta de un panel de ventas, donde tú te diriges a un público más amplio y luego vas fidelizando a ese público, vas haciendo networking y haciendo crecer tu red y posicionándote como un profesional en el que se puede confiar. Es en la página de la empresa donde tienes que tener un contenido mucho más enfocado a presentar los productos y servicios que comercializas.

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