Sábado, 27 de Abril de 2024
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Hitos y barreras del emprendimiento femenino: La experiencia de 3 fundadoras

Hitos y barreras del emprendimiento femenino: La experiencia de 3 fundadoras

El emprendimiento femenino y el acceso de la mujer a puestos directivos es una realidad en ascenso. Sin embargo, todavía son numerosos los obstáculos que impiden a las mujeres tener las mismas oportunidades que los hombres en el ámbito profesional y empresarial.

Según el informe ‘Women in Business 2023’ de Grant Thornton, un 38% de los puestos directivos en España están ocupados por mujeres, cifra que coloca a nuestro país como el segundo de la Unión Europea con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el duodécimo del nivel mundial.

En contraposición, el informe ‘Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos 2023’ de EADA e ICSA Grupo hace hincapié en que la presencia femenina en la dirección de empresas se ha quedado estancada, pasando del 16,8% en 2022 al 16,6% en 2023.

Mientras el estudio de la firma estadounidense destaca datos como que el 93% de las empresas en España cuentan con al menos una mujer en alta dirección (4 puntos por encima de la media europea y 2 por encima de la media global), el realizado por EADA e ICSA Grupo subraya la brecha salarial del 12% entre hombres y mujeres con altos cargos. En términos absolutos, el salario medio de un directivo es de 91.825 euros, mientras que el de su homóloga es de 81.913 euros.

Por otro lado, el informe ‘El rol de la mujer emprendedora en el ecosistema startup’, el número de mujeres emprendedoras se ha duplicado en el año 2023, aunque la proporción de mujeres que fundan empresas en el sector tecnológico ha bajado del 16,3 % en 2022 al 15,6 % en 2023.

Las diferentes tendencias detectadas en los estudios son sintomáticas de que, pese a la mejora progresiva en algunos aspectos, todavía hay un techo de cristal por cuestión de género que limita el ascenso laboral y la capacidad emprendedora de las mujeres.

Desde Economía 3 nos hemos reunido con tres mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en sus respectivas empresas y que son fundadoras de sus propios proyectos. Charlamos con ellas sobre los hitos y barreras que observan en la carrera de fondo hacia la igualdad laboral entre hombres y mujeres.

¿Por qué emprender?

Estefanía Gil Moreno, partner de Tbig Finance, cuenta qué le llevó a emprender en uno de los sectores más masculinizados como lo es el financiero: «Después de varios años en consultoría financiera sentía la necesidad de poner en marcha un proyecto en el que poner en práctica todo lo aprendido. Siempre hay un punto de realización personal a la hora de emprender un proyecto y, en mi caso, ese fue el principal motivo».

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Estefanía Gil, partner de Tbig Finance y cofundadora de Upventure Partners.

«Emprender implica un proceso constante de aprendizaje y reconversión si quieres estar actualizada y poder ofrecer siempre lo mejor de ti», añade la cofundadora de Upventure Partners.

En cambio, la vocación emprendedora de Mª Carmen Sáez, cofundadora de MediaValue, viene de lejos: «Mi madrina era titular de farmacia y yo seguí su estela. Me vi atrapada por un negocio muy demandante y a lo largo de los años fui creando un método de trabajo que me permitiera llegar a lo que tenía que llegar con menos estrés».

Tras sufrir un problema de salud en 2014, Gil decidió vender la farmacia y emprender en el mundo online con la creación de Impulsa tu Farmacia, un proyecto con el que ayuda a mujeres titulares de farmacia a ser más eficientes y organizar sus negocios para ser más felices. Esto, además, derivó en Gestiona tu Farmacia, el primer congreso online en habla hispana para la gestión y marketing de la farmacia en habla hispana.

M Carmen Saez MediaValue gestiona tu farmacia

Mª Carmen Sáez, cofundadora de MediaValue y CEO de Gestiona tu farmacia.

¿Cómo ayudan las convocatorias de competiciones y premios?

Ana Lozano, CEO y fundadora de Nidus Lab, fue la ganadora el año pasado de la tercera edición del Pitch Competition Women Edition. «Fue una experiencia transformadora, no solo para mí sino también para Nidus Lab. Este tipo de convocatorias son vitales para impulsar el emprendimiento femenino en la innovación porque proporcionan una plataforma inigualable para la visibilidad en un sector donde predomina claramente el emprendimiento masculino», asegura Ana.

La oportunidad de presentar el proyecto ante un público diverso (inversores, clientes potenciales y socios estratégicos) ha sido, en palabras de Lozano, «crucial para superar uno de los mayores desafíos: el acceso a redes significativas de apoyo y financiación». «Además, ser reconocidas en estos eventos añade una capa de validación y credibilidad a las startups, algo indispensable en mercados competitivos», agrega.

La experta señala que este tipo de convocatorias juegan un papel crucial contribuyendo a «abrir puertas, construir redes de apoyo y desafiar las barreras que aún enfrentan las mujeres en el ecosistema emprendedor».

Ana Lozano CEO y fundadora de Nidus Lab

Ana Lozano, CEO y fundadora de Nidus Lab.

«Estas convocatorias no solo ofrecen premios monetarios, sino que también abren puertas a mentorías, capacitaciones y acceso a una red valiosa de inversores, facilitando así recursos cruciales para el crecimiento y consolidación de las startups en sus fases tempranas», sigue explicando la CEO de Nidus Lab, que también alude a los beneficios de participar y ser reconocida: «Empodera a las emprendedoras y fomentan una comunidad de mujeres y un ambiente de apoyo mutuo que puede ser una fuente de inspiración y colaboración a largo plazo».

Además, asegura que «estas iniciativas desafían los estereotipos de género y contribuyen a cambiar las narrativas sobre lo que las mujeres pueden lograr en el mundo del emprendimiento y la tecnología».

Los próximos hitos en el acceso de las mujeres a puestos directivos

La incorporación de la mujer en áreas y posiciones tradicionalmente ocupados por hombres es lenta, pero cada vez más notoria. Hemos preguntado a las tres entrevistadas qué hitos creen que se conseguirán en los próximos años.

«En España hemos avanzado mucho en los últimos años en aspectos relacionados con la igualdad de género, como el acceso a posiciones directivas por parte de la mujer o la conciliación de la vida personal y familiar», expone Estefanía Gil. Sin embargo, cree que «queda camino para ponernos a la altura de países como Noruega o Finlandia, que están en lo más alto en relación a la igualdad de género».

«Uno de los aspectos que considero fundamentales y que se conseguirán en los próximos años es eliminar la brecha salarial existente entre hombres y mujeres», augura la emprendedora.

Para Ana Lozano, la introducción de la mujer en sectores históricamente dominados por hombres, como la tecnología, la ingeniería o el real estate, «está avanzando a un ritmo notable impulsada por una creciente conciencia sobre la importancia de la diversidad y la inclusión». Según la experta en tecnología inmobiliaria, algo que marcará los próximos años será «el aumento de mujeres en posiciones de liderazgo y decisión».

Según pronostica la CEO de Nidus Lab, esto no solo influirá en las políticas internas de las empresas hacia una mayor igualdad, sino que también servirá como un modelo a seguir para las futuras generaciones: «Este cambio vendrá acompañado de un mayor enfoque en políticas de igualdad de género y programas de mentoría específicos para mujeres destinados a cerrar la brecha de habilidades y aumentar su representación en STEM».

La emprendedora también espera ver «una mayor inversión en startups lideradas por mujeres impulsada por el reconocimiento de que equipos diversos generan mayores innovaciones y resultados financieros más robustos», algo que, según asegura, también se verá reflejado en un aumento de la cantidad de mujeres business angels y en fondos de capital de riesgo.

Lozano visualiza el acercamiento de dos logros más: «En el ámbito educativo, se fortalecerán los programas destinados a fomentar el interés de las niñas y jóvenes mujeres en campos STEM, asegurando una cantera de talento femenino bien preparado para los desafíos del futuro. Otro hito clave será la normalización de la presencia femenina en estos sectores, donde su incorporación ya no será vista como una novedad, sino como una parte integral y esencial de la industria«.

Según Sáez, «contar con una buena red de contactos y empresas o instituciones disminuirá más pronto que tarde esta brecha en el emprendimiento femenino». Sin embargo, apunta que el ritmo en la incorporación de las mujeres en áreas y puestos masculinizados será diferente según el sector.

Al igual que las otras entrevistadas, la cofundadora de MediaValue piensa que la base para conseguir estos hitos es que el reparto de roles y tareas en el ámbito familiar sea más equilibrado, permitiendo a todos los integrantes de la familia desarrollarse personal y profesionalmente por igual. «Cuando esto se produzca, las mujeres accederán más al mercado de trabajo devengando en un empoderamiento social y económico», asegura.

La experta farmacéutica también prevé una presencia cada vez mayor de referentes, lo que posibilitará «el deseo de muchas más jóvenes de desarrollar su actividad en sectores como la investigación científica, la tecnología o la dirección empresarial», y una mejora de los ratios de emprendimiento liderados por mujeres «no solo entre las autónomas con negocios tradicionales, sino también en empresas de mayor facturación».

Vislumbra además una presencia en puestos de liderazgo cada vez más coherente con los porcentajes de participación en escalones inferiores, un fenómeno que desea que «deje de ser por cuota y con la valía resulte suficiente».

¿Tienen las mujeres un estilo de liderazgo distinto?

La figura del fundador es una pieza crucial en todo proyecto emprendedor. Y en este ámbito, se habla mucho de la empatía, la comunicación eficiente, la capacidad de escucha o la horizontalidad en la toma de decisiones como algunos de los rasgos distintivos del liderazgo femenino. De hecho, muchos estudios respaldan que los ratios de éxito aumentan cuando se incorporan mujeres en los cargos directivos.

«No me gustan los estereotipos, aunque por mi experiencia siempre he tenido tendencia a enfatizar la empatía, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo para poder crear ambientes que favorezcan y potencien la interacción entre todos los miembros del equipo e impulsen la innovación y la toma de decisiones ágiles a la vez que consigues promover una cultura corporativa abierta e inclusiva», ilustra Estefanía.

Mª Carmen Sáez está convencida de que «esto va de personas, y en la diversidad de un grupo de fundadores se encuentra el mejor equilibrio para levantar una empresa». A juicio de la experta, habilidades como la empatía, una mayor orientación hacia las personas, la resiliencia, la habilidad en la resolución de problemas, la versatilidad, el compromiso o la predisposición al cambio, entre otros, promueven equipos más colaborativos y empresas más exitosas.

Según el estudio The Business Case for Change de la Organización Mundial del Trabajo, las empresas lideradas por mujeres muestran una mayor capacidad de atraer y retener el talento, una mejora de beneficios de entre un 5% y un 15%, una mejor reputación y un mayor ratio de creatividad e innovación que las lideradas solo por hombres.

«Los cofundadores de MediaValue somos muy diferentes en nuestra manera de trabajar. Nos complementamos y respetamos en lo personal y por los años de experiencia que tenemos a nuestras espaldas. Eso nos hace fuertes», ejemplifica la farmacéutica.

Ana Lozano, por su parte, asegura que las mujeres fundadoras aportan un enfoque distintivo que «enriquece la innovación y el liderazgo». «Su estilo tiende a ser más inclusivo y colaborativo, fomentando entornos donde la diversidad de ideas es bienvenida y valorada», señala la experta. «Esta apertura contribuye a soluciones creativas y efectivas», agrega.

Además, incide también en «la resiliencia desarrollada al superar barreras específicas del género», la cual «inspira a los equipos para objetivos ambiciosos». Destaca también «la capacidad de las mujeres líderes para crear espacios de trabajo empáticos, potenciando la experimentación y el aprendizaje» y «su fuerte compromiso con la responsabilidad social y la sostenibilidad» a la hora de buscar soluciones innovadoras.

«Las mujeres en roles de liderazgo aportan estilos de gestión que promueven la colaboración, la resiliencia y un enfoque consciente hacia la innovación y el impacto social», sintetiza la empresaria.

Cultivar la mentalidad emprendedora en las mujeres: una cuestión de referentes

Tal y como señala Mª Carmen Sáez, «lo que no se conoce no se desea». Por ello, considera imprescindible «fomentar la visibilidad de las emprendedoras en las generaciones más jóvenes» y «contar con referentes femeninos en los que inspirarse».

«Es nuestra responsabilidad pasar el testigo y ayudar a aquellas mujeres que no se sienten capaces, a las que acecha el síndrome del impostor y que no saben por dónde empezar», manifiesta la emprendedora.

Para conseguir todo esto, la emprendedora recae en que son básicas las redes de apoyo, tanto privadas como públicas. Mentorización, talleres, asociaciones, lanzaderas, inversores, foros de debate, congresos en los que la mujer esté presente… «Dejemos de ver en prensa solo mesas de hombres en las aperturas y cierres», reivindica Sáez.

Por otro lado, según la fundadora, «todo el mundo debería integrar el emprendimiento como una opción más allá del trabajo por cuenta ajena». La experta aboga por «mejorar la educación en emprendimiento desde la etapa escolar y universitaria». Pero precisa que «también los perfiles sénior pueden emprender o intraemprender y nunca se lo plantean como opción».

«El desconocimiento aboca al olvido a muchos sueños que no llegan ni siquiera a fracasar porque no se llevan a la práctica», lamenta Sáez, que está convencida, no obstante, de que «el emprendimiento está en la naturaleza humana».

Por su parte, Ana Lozano llama a «fomentar una mentalidad donde las mujeres se hagan visibles y no esperen pasivamente oportunidades». Para ello, considera crucial «crear un entorno que promueva el empoderamiento individual junto con el cambio sistémico». «Esto comienza con la celebración de modelos a seguir, destacando las historias de mujeres que han superado barreras, ejemplos que sirven como inspiración y prueba tangible de lo que es posible».

La experta menciona también la mentoría como otro componente vital en este sentido: «Ofrecer a las mujeres apoyo, orientación y confianza las ayuda a avanzar y reclamar su espacio, a aprender de las experiencias de otras, ganar visibilidad y navegar desafíos con una red de apoyo sólida».

Otro punto que considera relevante es trabajar hacia el cambio cultural «a través de la educación y la concienciación, desafiando los estereotipos de género y promoviendo una narrativa inclusiva». «Esto implica tanto la educación formal como campañas de sensibilización que alienten a las mujeres a perseguir sus  ambiciones sin miedo», reclama la experta.

Según Lozano, la creación de plataformas y redes de apoyo es fundamental: «No solo ofrecen oportunidades para que las mujeres destaquen sus logros y contribuciones, sino que crean comunidades de apoyo donde las mujeres pueden encontrar aliento y orientación».

Estefanía Gil afirma que «vamos por el buen camino puesto que cada vez hay más iniciativas que fomentan el emprendimiento femenino y más fundadoras de empresas que están dispuestas a aportar su visión, aptitudes y actitudes a proyectos innovadores». «No obstante, es algo que no se consigue de un día para otro, por lo que es necesario seguir apostando por políticas inclusivas que continúen favoreciendo e impulsando el emprendimiento femenino», apunta.

Los principales obstáculos de la mujer en el mundo tecnológico e innovador

¿Cuáles son los obstáculos o trabas más importantes que tienen las mujeres en el mundo de las startups y la tecnología? Estefanía Gil considera el sector de las startups «uno de los más vanguardistas en este aspecto», aunque, según admite, uno de los principales problemas a los que se enfrentan las mujeres a la hora de emprender es «la ausencia o escasez de modelos en los que poder fijarse y tomar referencias».

En opinión de Ana Lozano, el acceso a la financiación es una de las barreras iniciales por «los sesgos de la industria que limitan las oportunidades de crecimiento». «A esto se suma la dificultad de forjar redes de apoyo en un ecosistema aún dominado por hombres», expone la emprendedora en proptech.

Para Ana, los estereotipos de género persisten y afectan «a la percepción del liderazgo femenino y su capacidad técnica, lo que puede influir en la confianza propia y en cómo las ven sus colegas y posibles inversores».

«La conciliación entre la vida personal y laboral añade otra capa de complejidad en un sector conocido por su ritmo acelerado y sus exigencias», explica Ana. Algo en lo que también hace hincapié Mª Carmen: «La dificultad para equilibrar la vida profesional con la personal y familiar en un entorno que aún promueve la presencia femenina en el hogar ralentiza el acercamiento de muchas mujeres a un emprendimiento tan demandante de tiempo como las startups«.

Mª Carmen Sáez, por otro lado, lamenta que el número de fundadoras y cofundadoras de startups es muy bajo respecto al de sus pares masculinos. Menos de un 20% de las startups están lideradas por mujeres, según el Mapa del Emprendimiento 2023 de South Summit. Un porcentaje que apenas ha variado en una década.

«Aunque va mejorando, no hay visibilidad ni suficientes referentes femeninas en emprendimiento, y menos en grandes empresas o en tecnología», profundiza la emprendedora.

Según el Esade Gender Monitor 2023, los sesgos inconscientes en materia de género son el principal obstáculo para la promoción profesional de las mujeres. «Los sesgos inconscientes son suposiciones, creencias o actitudes adquiridas. Se crean de manera automática para nuestra propia supervivencia. Y a menudo guían nuestra toma de decisiones de manera automática, a pesar de que a veces no tienen fundamento o están basadas en prejuicios«, explica Sáez.

Estos sesgos afectan tanto a hombres como a mujeres y llevan a mantener los estándares en liderazgo según los modelos preestablecidos, tradicionalmente masculinos. La experta recalca que «no todos somos iguales y que intentar encajar genera abandono y dificulta el crecimiento profesional». Además, «los sesgos también pueden afectar a situaciones tan variadas como a la concesión de financiación o a la percepción de la mujer sobre sus propias posibilidades«, añade la fundadora de MediaValue.

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