Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) han sido la tabla de salvación para muchas empresas y trabajadores. Aunque también han tenido sus fallas y fallos. Igual que la figura del autónomo se ha utilizado de manera inadecuada y se ha ‘falsificado’, algo similar ha ocurrido con los ERTE. No son pocos los trabajadores inmersos en uno de estos expedientes que en realidad sí estaban trabajando de forma regular.
También para las empresas ha supuesto, en algunas ocasiones, una problemática, dado que no todos estos ERTE de pandemia se pudieron tramitar con la agilidad necesaria. Punto y aparte también han sido las negociaciones entre Gobierno, patronal y sindicatos para la prórroga de estos procedimientos. Sin embargo, se ha ido ampliando repetidamente el plazo de validez de este instrumento específico para la pandemia. Pero, ¿cuántos trabajadores quedan todavía inmersos en un ERTE?
La cifra de ERTE
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha avanzado que el número de trabajadores acogido a un ERTE ha bajado ya los de 400.000 frente a los cerca de 450.000 con los que cerró junio.
En una entrevista en la Cadena Ser, Calviño ha destacado también que el ritmo de la afiliación sigue siendo bueno en julio. Ha insistido, cuestionada por una eventual subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), en que la prioridad ahora es la recuperación del empleo y que «no es el momento» de cambiar el marco.
En la segunda parte del año se verá si se puede subir el SMI
En la segunda parte del año, ha apuntado, se verá «si podemos retomar esa senda» de incremento del SMI. Un compromiso en el que, ha asegurado, no hay discrepancias en el seno del Gobierno, como tampoco en que la prioridad ahora es la recuperación del empleo.
Sobre los cambios en materia de legislación laboral, y el duro rechazo expresado por la CEOE a las propuestas del Ministerio de Trabajo, Calviño ha subrayado que se van a «concentrar esfuerzos» para llegar a un acuerdo antes de final de año.
Sobre si estos cambios deben suponer una derogación de la reforma laboral, la vicepresidenta ha insistido en que se debe mirar al futuro y no al pasado.
Cuestionada también sobre si hay discrepancias en el seno del Gobierno sobre este tema, Calviño ha señalado que la hoja de ruta de reformas enviada a Bruselas está acordada dentro del Gobierno y compartida con los agentes sociales.
No obstante, ha dejado claro que dentro de la coalición hay un socio que tiene mayor representación parlamentaria y que «lidera».