Este es mi ferviente deseo para el año que acabamos de entrar. Un 2021 pleno de incertidumbres, donde las dudas permanecen y los temores persisten en el mundo económico, empresarial y social.

En su libro “Despertar al Diplodocus”, Una conspiración educativa para transformar la escuela… y todo lo demás, José Antonio Marina cita a la Empresa como el cuarto motor del Cambio.

Ahora más que nunca, los profesionales de servicios que nos dedicamos a trabajar en el ámbito empresarial, ya sean asesores, consultores, psicólogos organizacionales, Coach,… tenemos la responsabilidad de recuperar el prestigio social que el mundo empresarial merece.

La organización empresarial, articulada en torno a unos criterios económicos de generación de recursos, no ha disfrutado ni disfruta de legitimidad social. El enfoque exclusivo de las empresas hacia la obtención de recursos financieros, utilizando al ser humano como mero instrumento para conseguirlos, constituye el principal argumento para fundamentar esta falta de legitimidad.

La situación actual demanda un giro radical hacia nuevas culturas empresariales, que reconozcan a las sociedades modernas como economías organizacionales y no como mercado.

En el momento tan difícil y complejo que estamos atravesando, es el ahora o nunca. Momento para reenfocar la misión y la acción de la empresa en el sentido apuntado y reivindicar la legitimidad de su importante papel como organización integradora, para convertirse en agente principal de orientación humanística y bienestar social. Solo así la empresa realizara su verdadera misión (propósito) y recibirá de la sociedad la legitimidad social que le corresponde.

Las organizaciones que sustentan sus pilares en el aprendizaje y la innovación como vectores culturales para dar respuesta a la globalización pandémica empresarial, las conceptualizo como Empresas Emergentes.

¡El valor de la Libertad! En las empresas emergentes uno de los valores corporativos aplicados en el día a día es la libertad de las personas que lo integran. Libertad para discrepar, libertad para tomar iniciativas asumiendo la responsabilidad de los resultados obtenidos, libertad para poder conversar con el “jefe” sin tapujos sin miedos sin “peloteos”.

“En las empresas emergentes  las personas son libres, porque aprenden a discrepar desde el pensamiento crítico, son libres porque piensan y no obedecen, son libres porque se encuentran en un espacio seguro y sin miedo. Desde esa libertad crecen como personas”

Con libertad se producen conversaciones con valentía, donde existe autenticidad y la verdad emerge sin resquemores. Con libertad surge la madurez, la responsabilidad y el aprendizaje permanente. ¡Organizaciones con Valores! Sí, empresas más humanas, con valores compartidos, con personas entusiasmadas, con pasión y con entornos seguros que generan evolución y transformación. Es el futuro.

Organizaciones que generan las 6 emociones fundamentales en la vida de todo ser humano:

1. Estar en entornos seguros.
2. Sentirse reconocidos y valorados.
3. Sentido de pertenencia.
4. Desafíos y retos.
5. Crecimiento, mejora y progreso.
6. Contribuir al bienestar de las Personas, facilitarles un Propósito, un sentido.

 Y, la emergencia de un nuevo liderazgo que cumplan dos requisitos:

• Los 4 principios:”querer” + “creer” + “valorar” + “potenciar” a las personas pasando del “yo” al “nosotros” y al “todos”.
• Humildad: el valor más grande de un ser humano, con mentalidad de principiante, curiosidad extraordinaria, aprendiz insaciable, mentalidad no enjuiciadora, que pide ayuda y se deja asesorar cuando algo no funciona, acepta las cosas como son, preguntar ¿para qué? y no ¿por qué? cuando algo no les gusta, no busca culpables.

 Estamos en la era de la Humanización de las Empresas, un nuevo estadio de conciencia de la evolución del ser humano. Todo un desafío, pero que es necesario si queremos futuro. ¿Te unes al reto? ¡Espero encantado vuestros comentarios! Tengamos buenas Conversaciones,   La Conversación es Aprendizaje. ¡Gracias!