La recuperación valenciana, lastrada por una industria poco tecnológica
El fuerte peso del comercio y la baja intensidad tecnológica de la industria de la Comunidad Valenciana limitan la respuesta de la economía de la región ante la Covid-19, según se desprende del último informe del Observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (GECE).
En este informe, impulsado por Bankia y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), se analiza y compara la capacidad de las regiones españolas para resistir la crisis económica generada por el coronavirus. La Comunidad Valenciana está fuertemente condicionada por un déficit de empresas altamente competitivas, pues cuenta con un 1,7 % menos de empresas consideradas de esa categoría respecto a la media nacional, una brecha que no muestra visos de remontar.
Las empresas de alta competitividad de la región, además, están fuertemente concentradas en el sector del comercio, uno de los más afectados por las restricciones impuestas ante la Covid-19. Tampoco destaca la presencia de empresas altamente competitivas de Valencia, Alicante y Castellón en sectores intensivos en tecnología y conocimiento.
Además, el peso de la riqueza generada y el empleo producido por estas empresas, que son las más resilientes ante situaciones económicas difíciles, ha caído 3 puntos porcentuales en los últimos cinco años a nivel nacional, pero en la Comunidad Valenciana ese descenso ha sido mucho más pronunciado, con 7,4 puntos menos en el valor añadido y 5,5 puntos menos en empleo.
Para Alejandro Escribá, investigador del Ivie y catedrático de la Universitat de València que ha dirigido el informe, «la crisis provocada por la Covid-19 supone un gran desafío que ha puesto en evidencia las fortalezas y debilidades de las empresas de cada región».
«En el caso de la economía valenciana, la escasez relativa de empresas altamente competitivas, el fuerte peso del comercio (compensado en parte por la fortaleza del comercio agroalimentario), la escasa intensidad tecnológica y de conocimiento, y el insuficiente tamaño empresarial son asignaturas pendientes que lastran la capacidad de respuesta», ha comentado.
Estas debilidades perduran desde hace años, y esta crisis constituye una nueva oportunidad para afrontar con decisión un cambio de modelo sectorial y para apostar por el crecimiento empresarial, ha subrayado Escribá.
El informe recoge que las comunidades autónomas que cuentan con un mayor porcentaje de empresas con altos niveles de competitividad y que, además, disponen de un tejido empresarial diversificado y con compañías de mayor tamaño e intensidad tecnológica son las que mejor pueden responder a la crisis de la Covid-19.
En España, siete regiones se sitúan por encima de la media en cuanto a porcentaje de empresas altamente competitivas. Destaca Canarias, con un 11,3 % más de firmas competitivas, seguida de Navarra, Baleares, País Vasco, La Rioja, Cataluña y Madrid.
En el conjunto de España, Navarra y País Vasco son las comunidades situadas en una posición más favorable para afrontar la actual situación, ya que, por un lado, se encuentran entre las regiones con mayor porcentaje de empresas altamente competitivas (8,3 % y 5,9 % por encima de la media, respectivamente), y por otro, estas empresas de alta competitividad tienen una especialización sectorial diversificada, con fuerte peso de la tecnología y el conocimiento.
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