La Generalitat va a adquirir 8.000 aparatos con filtros de alta eficiencia para purificar el aire de las aulas habilitadas este curso con motivo de la pandemia de coronavirus que no tengan suficiente ventilación natural, para que el alumnado pueda seguir yendo a clase de forma presencial y «lo más segura posible». Así lo ha anunciado este lunes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una rueda de prensa junto al conseller de Educación, Vicent Marzà, en la que han presentado la actualización de las medidas en las aulas de los centros educativos en el marco de las actuaciones de prevención contra la covid-19.

Ya se ha hecho una prueba piloto en un centro de este sistema, que consiste en purificadores de aire portátiles provistos de filtros HEPA, que hacen circular el aire de la estancia y cuyos filtros retienen los virus, bacterias y otras partículas en suspensión, como polvo y polen, y ahora se va a suministrar de forma progresiva a los centros públicos y concertados que lo precisen.

Además, los colegios van a recibir una guía con consejos para la ventilación de las aulas elaborada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Asociación Mesura, que recoge alternativas cuando no sea posible mantener las ventanas de las aulas abiertas. La guía explica que hay que promover la ventilación natural de forma continuada, y donde no se pueda por cuestiones térmicas hay que hacerlo de forma puntual cada 25-30 minutos por periodos de 3-5 minutos, y en cada cambio de clase tiene que haber ventilación cruzada durante al menos 5 minutos.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha resaltado que la ventilación es «uno de los mejores activos» frente a la pandemia y que esta «ventilación asistida» dará «aún más seguridad a los espacios educativos», y ha agradecido a la comunidad educativa el «trabajo enorme» para tener unas aulas seguras. Puig ha reivindicado que la ventilación, sobre todo la natural, es «un elemento clave» ante el coronavirus, pero hay lugares que necesitan de una «tecnificación específica para garantizar la pureza del aire», por lo que con esta iniciativa se da «un paso más para garantizar la máxima seguridad en las aulas».

El conseller Marzà ha destacado que esta tecnología permite «reducir muchísimo el riesgo de contagio» y no tiene «efectos secundarios», y ha precisado que se irán distribuyendo en las próximas semanas en función de la necesidad de los centros, si bien «la inmensa mayoría de las aulas» no necesitan este elemento externo. Marzá ha agradecido el trabajo y la coordinación con la Subsecretaría de la Conselleria de Sanidad para la compra centralizada de estos dispositivos, y ha reivindicado que los centros educativos son un ejemplo para el resto de la sociedad en el cumplimiento escrupuloso de las medidas contra la covid, si bien no hay que relajarse.

El investigador José Manuel Felisi ha pedido que se haga «una buena implantación» de este sistema y que se elija bien qué espacios vulnerables son los adecuados y se verifique su aplicación. Por su parte, el sindicato CSIF ha calificado de «tardía» y de «una muestra más de improvisación» esta medida, y ha exigido que este sistema se instale en la totalidad de los espacios de los centros escolares, para garantizar la seguridad del alumnado y los docentes.

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