«Por suerte o por desgracia, la pandemia ha hecho que la biotecnología se sitúe a nivel nacional como uno de los sectores de mayor crecimiento», expone Silvia Sánchez, responsable de innovación en el Biopolo La Fe, quien señala que «se empieza a saber que en España se está haciendo mucha biotecnología y, concretamente en Valencia, existe un polo importante de innovación en salud».

El Biopolo La Fe perteneciente al Instituto de Investigación Sanitaria de La Fe ha estado presente en el AseBio Investor Day, evento que comenzó ayer y que ha organizado la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) en el marco de la Semana Europea de la Biotecnología para poner en contacto a proyectos innovadores españoles de biotecnología con más de 60 inversores nacionales e internacionales de 14 países diferentes.

Explica Sánchez que la biotecnología «está dando un giro importante» debido a la crisis del coronavirus y que muchas empresas están reorientando sus esfuerzos para «tratar de dar respuesta a las necesidades que presenta el sistema sanitario». En su opinión, ha faltado coordinación entre los agentes del sistema de innovación «para hacer proyectos más robustos en vez de tantos proyectos pequeños», pero que las administraciones han hecho «un esfuerzo importante por apoyar proyectos y lanzar ayudas».

En esta línea, señala que la inversión se está canalizando hacia proyectos, por ejemplo, orientados a obtener pruebas de diagnóstico más rápidas y económicas y que están saliendo productos «interesantes» relacionados con la pandemia como respiradores o nuevos tratamientos médicos. Apunta que el crecimiento del sector biotecnológico no es debido a una situación puntual y que «ha venido para quedarse. El sector va a tener el reconocimiento que hasta ahora no había tenido, lo que va a hacer que crezca y que se creen trabajos de alto valor».

Un sector, que según los datos manejados por AseBio, durante el ejercicio 2019 se se ha caracterizado en España por una consolidación de resultados positivos de la inversión especializada, habiendo experimentado un aumento tanto en el número de operaciones (32 en total) como en el volumen de recursos captados (103 millones de euros) por las empresas del sector biotecnológico en ampliaciones de capital privado. Según los últimos datos del Informe AseBio, estas operaciones ascienden a 74 millones de euros.

“La biotecnología, con un impacto clave en nuestras vidas, se consolida como un sector estratégico. Está presente en 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es estratégica para la consecución de la Agenda 2030, el Green Deal europeo y ahora para la agenda de recuperación de Europa y de nuestro país.”, destacó ayer Ana Polanco, presidenta de AseBio.

Apuntó que el sector presenta una madurez creciente, y en los últimos años ha atraído inversión de los principales países de referencia como son Francia, Holanda, Estados Unidos, Reino Unido, así como de grandes potencias asiáticas como Japón, Corea del Sur o Singapur. «Su capacidad tractora va a jugar un papel esencial en la recuperación económica y social de nuestro país tras la crisis de la Covid-19, por lo que hoy más que nunca, la internacionalización del sector y la búsqueda de oportunidades fuera de nuestras fronteras es una prioridad para todos los agentes de la sociedad», resaltó Polanco.

El foro organizado por AseBio ha permitido poner en contacto a proyectos innovadores españoles de biotecnología con más de 60 inversores nacionales e internacionales de 14 países diferentes y un numero a la clausura del evento de más de 600 reuniones cerradas entre inversores y compañías, desarrolladas dentro áreas terapéuticas claves para la medicina el futuro como Oncología, Covid-19, Terapias Avanzadas y Medicina de Diagnóstico. Una de las compañías que participó es la valenciana Scorpio Therapeutics, la cual se dedica al desarrollo de fármacos para enfermedades raras neurodegenerativas.

«Tenemos varios compuestos y concretamente estamos promocionando en el evento un compuesto llamado 4Q que está enfocado al tratamiento de la enfermedad de Huntington. Un compuesto que no cura la enfermedad, sino que es un tratamiento crónico para frenar el avance de esta», explica Alesio Sánchez, CEO de la startup, quien apunta que buscan cerrar una ronda de financiación de 2,1 millones de euros «para completar los ensayos preclínicos».

Indica, a su vez, que los fondos «están desviando su atención hacia el sector biotecnológico debido a la situación actual» y que este cambio hará que los inversores se sigan enfocando en el sector. «Ha despertado el interés de los inversores, incluso de aquellos que no lo tenían como un sector prioritario», concluye Sánchez.