-Con la llegada del verano, ¿deberíamos modificar nuestra dieta?
– Deberíamos tener buenos hábitos y mantenerlos. Con la llegada del verano aumenta nuestra vida social y cambiamos algunos de nuestros hábitos pero, sobre todo aumenta el picoteo.
De todas formas, los hábitos no deberían modificarse ya que es uno de los aspectos que más puede alterar nuestros propósitos. Tomarnos los meses de verano como un parón y ya comenzaremos en septiembre a recueperarnos no es una buena decisión.
Sí que se cambian las elaboraciones y los alimentos son más de temporada.

– Has mencionado el picoteo, uno de los grandes peligros… ¿cómo podemos mantenerlo a raya?
– El verano nos lleva a refrescos y bebidas azucaradas que suelen venir acompañadas por un picoteo que nos ofrecen incluso sin pedirlo.
Desde el Colegio siempre decimos que tenemos que ser conscientes que en los bares, aunque no lo pensemos, también podemos optar por un picoteo saludable, solo tenemos que pedirlo.
Si nos ponen como tapas fritos o productos rebozados, podemos pedir encurtidos, frutos secos tostados o naturales, también podemos inclinarnos por algún pescado, patatas que no lleven mucha salsa, parrilladas de verduras… Es decir, podemos demandar alternativas saludables si el bar no las ofrece de primeras.
El problemas está que en verano esa tapa con la bebida forma parte del día a día. Con lo cual, es algo que no hay que hacer habitualmente y nosotros tenemos la opción de pedir algo que sea saludable.
Debemos interiorizar que debemos disfrutar de la compañía con una bebida y un picoteo saludable. Esta es la opción que deberíamos normalizar.

– ¿Podemos pasar o soportar mejor el calor comiendo determinados alimentos?
– La bebida ayuda a refrescarnos como puede ser el agua muy fría o algún granizado pero no ocurre lo mismo con la alimentación.
Uno de los productos que menos se come en verano porque se asocia a un plato de cuchara son las legumbres y para ellas tenemos la opción de la ensalada fría. Además, ahora que las tenemos envasadas y listas para consumir podemos decantarnos por comer legumbres de forma fría y apetecible y es una de los alimentos que más dejamos de consumir en esta época del año por asociarlo a un plato contundente de cuchara caliente, más pesado. Mientras se puede hacer perfectamente una ensalada de legumbres ya no solo para casa, sino si vamos a la playa o a la piscina podemos llevárnosla en un táper.

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