Hace apenas dos semanas que Ignacio Varona, el abogado que codirige junto a su hermano Federico, Varona Legal & Numbers, tomó el relevo de la Secretaría del Patronato de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros.
En esta cita con Economía 3 explica cómo asume la responsabilidad del nombramiento como Secretario del Patronato y del Consejo Permanente de la FEBF para los próximos cuatro años.
– ¿Qué supone para ti este nuevo cargo?
– Personalmente, además de un reconocimiento profesional, lo agradezco enormemente. Profesionalmente, supone un importante compromiso con una entidad con treinta años de buena historia, donde están representadas gran parte de las instituciones valencianas, que da voz a la sociedad civil valenciana. Con una fusión pública/privada, que considero necesaria siempre, pero sobre todo, en estos momentos de necesaria recuperación.
– ¿En qué labores se traduce?
– El cargo que represento, tiene unas funciones delimitadas de asistencia jurídica al Consejo Permanente y al Patronato, asesorando en materia normativa y velando por su cumplimiento. Ahora bien, como he puesto en conocimiento de la Fundación, estoy a su disposición para cualquier colaboración adicional en la que me consideren necesario.
– ¿Qué retos te marcas para estos cuatro años de compromiso?
– Me gustaría que mi labor generara confianza y seguridad, no solo en la Fundación, si no en cada uno de los miembros del Consejo Permanente y del Patronato.
La sociedad civil valenciana necesita instituciones fuertes y estables que supongan un faro ante las dificultades. Los libros y estudios publicados, las actividades de posgrado organizadas en el seno de la Fundación muestran una hoja de ruta para las pymes valencianas. La sociedad española necesita ahora mismo referentes y orientaciones claras y pragmáticas para superar las dificultades y desde la Fundación aportaremos nuestro granito de arena.
– ¿En qué aspectos crees que la Fundación debe avanzar o mejorar y qué fortalezas señalarías de la institución?
– El trabajo que conozco de la Fundación, es magnífico. Solo hay que ver la memoria anual, para apreciar la cantidad y calidad de acciones que realizan, no solo enfocadas a los operadores económicos y políticos, si no también a operadores educativos y sociales.
Creo que la labor social de la fundación es su gran desconocida y tiene mucho recorrido, desde el año 2003 implantaron una política de RSC creando un premio anual a la mejor iniciativa de educación financiera. A mí, particularmente, me sorprendió gratamente conocer que se hacen cursos gratuitos de pautas de consumo responsable y fomento del ahorro para niños y niñas, aunque las materias parezcan solo de mayores, estos valores se tienen que ir introduciendo desde la infancia. También se realizan actividades de educación financiera en colectivos con riesgo de exclusión, enseñándoles a gestionar un presupuesto familiar, o entender como funcionan las tarjetas de crédito y no incurrir en gastos superiores a los ingresos.
En esta sociedad de 2020 la tecnología traza puentes pero no podemos permitir que genere muros más altos en los segmentos de la población con dificultades para llegar a fin de mes. La educación financiera genera oportunidades y equidad para todos. La falta de educación financiera a escala individual genera pobreza y a escala social falta de competitividad y reducción del PIB.
– ¿Por qué crees necesario que siga manteniendo su actividad y vinculación con los agentes locales?
– La actividad de la Fundación, es necesaria siempre, la Comunitat Valenciana necesita focos de conocimiento como la Fundación que reúnan a los diferentes actores de nuestra sociedad, nuestra Comunitat tiene mucha más fuerza si estamos unidos y coordinados, estoy convencido que todos tenemos objetivos comunes, y tenemos que ponerlos en común y trabajar juntos para conseguir una plaza financiera valenciana con relevancia internacional.