COVID-19, escenarios para afrontar la crisis empresarial
Vivir en la COVID-19 ha provocado un parón brusco de la economía sobre el que hay actuar de forma rápida. El punto de partida para todas las empresas, salvo ciertos sectores concretos (agroalimentario, logística, transporte…) es una paralización de los ingresos por ventas, cancelación de pedidos e incluso devolución de las operaciones comerciales realizadas: bien física (materiales), bien económica (impagados o aplazamientos). ¿Qué problema se nos plantea?
•Ventas diferidas (recuperables). Se han parado los ingresos pero, poco a poco, volverán a situarse más o menos en los niveles habituales con lo que la evaluación más importante será el plazo de dicha recuperación
•Ventas Perdidas (no recuperables). Las que ya no se realizarán dada la incapacidad física de poder llevarse a cabo, como por ejemplo en la actividad hotelera, turística y de restauración. El servicio no prestado, nunca se prestará.
Lo que tendrá un doble efecto:
1. Financiero a corto plazo. Un déficit de tesorería que implica la incapacidad de hacer frente a los pagos comprometidos y que necesitará de moratorias, aplazamientos y carencias.
2. Financiero a medio plazo. Una pérdida de rentabilidad. La caída en ventas lleva a una disminución del beneficio y, en la mayoría de los casos, la imposibilidad de generar el cash flow suficiente para atender el servicio de la deuda
En este sentido, deberemos de actuar con acciones de emergencia. Habrá que utilizar todas las alternativas financieras a corto plazo disponibles siendo la más importante la Línea de Avales aprobada por el gobierno y gestionada por el ICO en colaboración con las entidades financieras. Pero, en cualquier caso, es necesario analizar la duración de esta crisis y actuar en función de los escenarios posibles. Uno seguro para casi todas las empresas con un efecto pérdida hasta el mes de junio o inclusive septiembre: y proyectar otro de ajuste a mayor plazo para el periodo octubre – diciembre 2.020, que se prolongaría además para todo el año 2021.
Escenarios posibles: uno con efecto pérdida hasta junio o septiembre y otro a mayor plazo
El comercio, los servicios y el mundo de la cultura son los más afectado por esta crisis y, más en particular, todas las actividades ligadas al turismo que es un pilar básico de la economía española y de la valenciana: hoteles; restaurantes, transporte de viajeros, lavanderías, catering… Los sectores industriales verán una recuperación gradual por el lento restablecimiento del consumo interior unido a la prudencia y una más que probable modificación de los hábitos de consumo tras esta situación. La exportación se va a ver afectada por el carácter global de la pandemia y con una recuperación que probablemente no veremos hasta bien entrado el año 2021.
Todo ello supone dos variables importantes a tener en cuenta. Una operativa: la rapidez en las medidas de ayuda y la agilidad de las empresas y entidades financieras en su puesta en marcha, unidas al rigor en el análisis de la solvencia empresarial por parte de los bancos, son la clave para que no lleguemos demasiado tarde. Sobre esta condición suficiente tendremos una variable necesaria: la reestructuración y refinanciación de la deuda. Con las medidas iniciales podremos solucionar en parte el primer problema, pero será imprescindible la refinanciación de la deuda que las empresas tendrán que abordar con total seguridad el próximo otoño.
El área financiera-corporativa y de gestión de empresas de GB Consultores está trabajando en esa línea mediante los diagnósticos de situación y el desarrollo de los planes y proyecciones necesarias para evaluar el impacto de este importante problema, así como en establecer, coordinar, desarrollar y negociar los planes financieros para dar solución de estabilidad y de necesario equilibrio financiero.
Artículos relacionados
Cómo las cuentas de ahorro online están transformando la banca personal