Sábado, 27 de Abril de 2024
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Efe&Ene: «Hay alternativas para preservar patrimonio antes que pagar por un depósito»

Efe&Ene: «Hay alternativas para preservar patrimonio antes que pagar por un depósito»

La figura del multi family office va calando muy poco a poco en la Comunitat como un agente clave en la gestión de patrimonios familiares y empresariales. Alejandro Martínez, socio director de inversiones y cofundador junto a José María de Hevia de EFE&ENE Multifamily Office explica a Economía 3 la labor de esta EAF, regulada por la CNMV.

«Nuestro compromiso está con la persona, a la que hoy le vamos a ayudar a buscar capital para que su empresa crezca, para comprar a la competencia o para refinanciarse, pero que mañana querrá invertir en los mercados o comprar inmuebles…», avanza a la hora de explicar su manera de ofrecer soluciones personalizadas de gestión e inversión para grandes patrimonios, grupos familiares y grupos empresariales.

Trabajan con 42 familias, la gran mayoría de ellas de la Comunitat, cuyo patrimonio líquido está entre dos y cinco millones de euros.

– Indícanos en qué áreas les dais cobertura a los clientes

– Por un lado, asesoramos a los clientes en la parte financiera. En la parte líquida de las inversiones tocamos acciones, bonos, fondos de inversión, sicav, unit linked…

Respecto a la parte empresarial, que responde a la actividad de Fusiones y Adquisiciones (M&A) abordamos la búsqueda de socios financieros, financiación y refinanciación empresarial, la búsqueda de socios estratégicos, la compraventa de empresas, capital sustitución para remplazar a algún socio, capital crecimiento…

Por otro lado, desde la parte inmobiliaria, asesoramos a la hora de invertir en inmuebles en rentabilidad, rehabilitaciones… Siempre desde el punto de vista de agregar valor, no de especular –porque con el hecho de comprar un activo para esperar a ver si sube, no dejas de estar en manos del mercado–; en EFE&ENE pensamos que cuanto mayor valor seamos capaces de aportar menor riesgo.

Y por último, en la parte jurídica que es transversal y presta servicio a las otras patas ayudamos a planificar su sucesión correctamente o a proteger el patrimonio, que ha de verse como un todo, aunque se sustente en varias patas.

– Respecto a la actividad financiera, ¿cuál es vuestra apuesta?

– Somos muy de metodología, creemos que si el proceso está bien, las decisiones serán buenas. Llevamos 16 años con un proceso de inversión muy concreto que es el Momentum, siendo el único del mercado que podemos denominar Momentum multiactivo.

– ¿En qué consiste?

– Momentum hace referencia a impulso, inercia… compramos los activos que el mercado está recompensando en cada momento. Los datos demuestran que allí donde va la fuerza del mercado, el mercado tiende a tener una inercia posterior.

Por ejemplo, el pasado año, llegamos a tener un 18% de oro en las carteras de los clientes, este año tenemos sobre un 12%, porque el mercado sigue apostando por el oro frente a otra tipología de activos… Garantizamos que los clientes tienen en cartera los activos que más está recompensando el mercado en cada momento.

– Y el riesgo no está en llegar cuándo los activos están caros…

– Psicológicamente tendemos a pensar que cuando una cosa sube está cara, y cuando baja está barata, pero realmente no es así, cuando baja posiblemente sea porque antes estaba cara, y cuando sube, posiblemente le quede mucho recorrido, ya que las tendencias alcistas suelen alargarse mucho más, mientras que en las bajistas, se cae muy fuerte y de golpe.

Nosotros apostamos por ir rebalanceando la cartera y adaptándola a lo que el mercado va recompensando, y gracias a eso entramos ya hace mucho tiempo en tecnológicas, utilities,… pero no tenemos bancos, ni otros de los sectores más dañados en los que se piensa «mañana será el día en el que rebotarán».

– ¿Y cómo os está funcionando?

– En 2018, un año con muchas oportunidades para hacerlo mal, gracias a esta metodología vimos que nuestros clientes tenían que salir del mercado, y volver a tesorería, porque el mercado no estaba recompensando nada, y se estaba haciendo cada vez más pequeño. Es por ello, que llegamos a tener un 77% de las carteras en tesorería y gracias a eso evitamos el último trimestre demoledor.

– ¿Y hubo entonces oportunidad de comprar?

– Sí, y durante todo el año pasado fuimos aumentando exposición, y aún con muy poca renta variable, nos bastó para obtener en carteras medianas una rentabilidad del 8,82%; fue un año muy bueno. Pero sobre todo porque partimos de un 2018 en el que preservamos capital.  Si en 2018 hubiéramos caído y en 2019 rebotado estaríamos donde estábamos después de 2 años.

– ¿Y las perspectivas para 2020?

– Para un cliente conservador nuestras carteras suelen tener una volatilidad entre un 3 y 4% y buscamos una rentabilidad entre el 4-6%. Es verdad que hay años mejores como 2019 que obtuvimos casi un 9%.

– ¿Y para ese perfil más agresivo?

– Sesgamos la cartera hacia la renta variable, nuestra metodología es muy adaptable para eso. Pero repito, trabajamos con once clases de activos elegidas a criterio momentum y a metodología propia, que permite compensar unas áreas con otras, por ejemplo, renta variable de países emergentes o desarrollados, materias primas, renta fija de gobiernos o empresas, y de países desarrollados o emergentes… Por ejemplo, el año pasado, el mercado cayó tres veces inesperadamente y en nuestros gráficos ni se percibió.

– En cuanto a la parte empresarial, ¿cómo definiríais el momento actual, hay mucho interés por las compañías valencianas?

– Estamos en un momento en el que hay más dinero que proyectos.

Los fondos de capital riesgo , que prefiero denominar capital privado –private equity– o deuda privada, tienen mucha liquidez.

En EFE&ENE estamos trabajando con 5 clientes, con compañías o proyectos, muy buenos y en este trimestre podríamos cerrar una operación de capital crecimiento que le permitirá a una empresa que factura entre 12 y 13 millones pasar a facturar más de 200, en cuatro o cinco años.

Será un fondo el que le hará una inyección de varias veces su facturación actual. Pero estarían dispuestos a más inversión si encontraran más proyectos de este tipo.

– ¿Nos puedes adelantar algo más del proyecto?

– De momento solo puedo comentar que la oferta vinculante está aceptada, con lo cual, durante este mes de marzo podremos avanzar con la due diligence y si todo va bien, cerrar la operación.

– ¿El fondo es de fuera?

– No, nacional, en España conviven 29 fondos de deuda, cinco españoles y el resto extranjeros. En este caso es un fondo que también tiene capital extranjero pero la gestora está en España.

– ¿Y algún detalle de la oferta que se ha aceptado?

– Una parte de la operación será en inyección de capital y otra en deuda.

– ¿Está ganando terreno esta alternativa a los bancos?

– La ventaja de la banca en estos momentos es que resulta muy barata pero por contra, no puede competir con un fondo si se trata de financiar crecimiento; un fondo es capaz de prestar un mayor volumen y de una forma más flexible, eso sí, un poco más caro. Yo creo que se necesitan bancos y se necesitan fondos, cada uno será más conveniente en función de cada necesidad.

– Por las últimas compras materializadas en la Comunitat no cabe duda de que los fondos están activos, ¿y por parte de las familias empresarias son cada vez más proclives a tenerlos en cuenta?

– Sí, cada vez más. Entienden que una cosa es el capital, otra la gestión y otra el patrimonio, y están sabiendo adaptarse muy bien a estos cambios de mercado, porque pueden reducir su peso al 51% en la empresa, pero con ese impulso su participación ahora vale más del doble, con lo cual han salido ganando.

– ¿Y también se están animando a la inversión en startup?

– Sí, estamos viendo interés por hacer pequeñas inversiones en compañías que saben muy bien dónde está su nicho de mercado, qué métricas de negocio tienen que controlar y cómo pueden crecer; estas pequeñas inversiones en periodos iniciales pueden llegar muy lejos.

– Con respecto a la pata inmobiliaria, ¿cómo veis al sector en estos momentos?

– Para una ciudad como València que haya 120 promociones a la vez, igual nos parece un pelín ajustado, sobre todo si no tienen muy claro en qué se diferencian unas de otras.

También es cierto que han venido actores de fuera y han comprado a precios de repercusión más altos que los promotores locales, por tanto, habrá que ajustar la oferta porque si no, lo van a tener difícil.

Lo que hemos detectado es que muchas promotoras están empezando a patrimonializar su producto, alquilándolo en lugar de venderlo, para fortalecer  su balance.

Por otro lado, los grandes services, vinculados a la banca, parece que están de salida. Con lo cual, es posible que haya una abundancia de oferta, y por el lado de la demanda, creo que esta va a estar muy condicionada por la aprobación de hipotecas por parte del banco, lo que podría complicar un poco las ventas.

– ¿Y cómo encajáis este panorama en el mix de rentabilidad de vuestros clientes?

– No se trata de pensar en modo especulación, sino en crear valor como te decía antes. Por tanto, si se ha comprado un buen suelo a buen precio, si se ha construido de una manera ajustada y se ha creado un producto diferenciado, todo ese valor creado nos protege, porque se puede trabajar con más margen. Por tanto, cuanto más valor hayamos creado más protegidos vamos a estar.

– ¿Qué preferencias muestra vuestro cliente?

– Prefieren orientarse al alquiler en zonas muy líquidas, con mucho tráfico y a través de la rehabilitación agregar valor. Si compramos un inmueble para rehabilitar por 100 y añadimos 20 de rehabilitación, ese inmueble ya no vale 120, vale mucho más.

– ¿Qué zonas de la Comunitat pueden resultar más interesantes?

– Depende, porque si uno quiere preservar capital, siempre hay que pensar en el centro ciudad; en cambio para rentabilizar algo más la inversión, habría que pensar más en el extrarradio porque se puede comprar a mejor precio, hay más oportunidades, aunque los precios de venta sean también un poco más bajos.

– ¿Cómo estáis diversificando el patrimonio de un cliente?

– Antes de la crisis, teníamos casi todo en financiero, pero cuando los tipos bajaron al 0%, empezamos a movernos a economía real, y en 2012, el 70% estaba en economía real: inmuebles y empresas, porque había que pensar en preservar el patrimonio.

Antes la tesorería te podía ofrecer un 4% en un depósito, hoy eso es imposible. Y si pensamos en la renta fija lo que pagan algunos bonos no se corresponde con el riesgo que asumes, por tanto economía real y renta variable siguen ofreciendo crecimiento, y garantizan ese 4-6% anual de rentabilidad del que hablábamos.

– Con los tipos en mínimos históricos el panorama ha cambiado mucho, incluso las entidades ya están cobrando por los depósitos a los clientes de empresa, ¿es el caso de vuestros clientes?

– Sí, eso ya está ocurriendo, pero nuestros clientes no trabajan con depósitos, creemos que hay muchas alternativas seguras para preservar patrimonio si una entidad financiera quiere cobrar por los depósitos. El empresario tiene que moverse si no lo ha hecho ya.

– ¿Cuáles son vuestros honorarios?

– En la parte financiera cobramos solo si el cliente gana el 10% de éxito, con un mínimo de entre el 0,5 y 1%. Resultamos muy competitivos. Y en el resto de áreas dependiendo de cada solución.

– ¿Cómo os está yendo como firma, estáis creciendo?

– Sí, cada año crecemos. En 2019 nos fue muy bien, haciendo nuestro trabajo de manera independiente, cercana, y con una metodología propia. La manera de llevar un patrimonio profesionalmente es no dejar cosas al azar.

Ahora también hemos incorporado a una persona más al equipo, ya somos doce. Se trata de David Jordá que ha desarrollado los últimos doce años de su carrera en Deutche Bank y decidió unirse a nosotros porque el cliente ya no quiere que le vendan productos, quiere personas de confianza que estén a su lado, le propongan oportunidades y le ayuden a decidir mejor.

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