El coreógrafo valenciano Sergio Alcover, director artístico de «Cruz de Navajas», explica en una entrevista a Economía 3 todos los detalles del espectáculo musical que se estrenará el próximo 3 de marzo. Los mayores éxitos de Mecano volverán a sonar con un formato más multimedia, multidisciplinar y vanguardista en un homenaje a lo que fue uno de los mejores grupos españoles en los años 80.

La Rambleta de València acogerá el estreno nacional, que representará las 35 canciones esenciales de la banda en directo utilizando sobre el escenario, por primera vez en España, varias pantallas led transparentes de gran resolución y de más de 100 metros cuadrados.

Alrededor de 60 personas trabajan en cada una de las funciones. En el escenario: diez músicos, ocho cantantes y doce bailarines de diferentes edades, con un vestuario compuesto por más de 290 trajes confeccionados para cada una de ellas y adaptadas a la actualidad.

-¿Qué destacarías de ‘Cruz de Navajas’?

-No es un musical. Me refiero a que no es lo que el público conoce como teatro musical. Lo definiría como un espectáculo musical, porque las canciones de Mecano son la base, pero no hay una historia ni una dramatización. Lo que hacemos es intentar unir y coger lo mejor de diferentes artes escénicas como el cine, los conciertos y también los musicales, y llevarlo al escenario.

Nuestro valor diferencial es que hemos conseguido encontrar un equilibro entre la música, la tecnológica y la parte humana… si a esto le añades las canciones de Mecano, el cóctel es explosivo, emocionante y épico.

Además, como no estamos haciendo un musical, el mismo concepto de espectáculo nos permite trabajar en otro tipo de espacios y no en el circuito convencional de teatros donde si van los musicales. Está más cercano a un concierto de gran formato o a un circo del sol,-aunque que no estamos haciendo circo-.

Pero si que es verdad, que las puestas en escena son muy teatrales al mismo tiempo,  pero no caemos en el momento del texto, ni la dramatización… porque además, a los que estamos implicados a nivel artístico no somos especialmente fans de los musicales (ríe), salvo excepciones.

-¿Cuánto tiempo habéis dedicado para preparar la dirección artística del espectáculo?

Empezamos en junio a trabajar, llevamos seis meses de preproducción…aunque parece que haya sido una semana porque dicen que cuando estas muy ocupado el tiempo pasa muy rápido, pero ha sido un trabajo muy intenso.

Además, durante el último mes nos hemos juntado las 120 personas que hacen posible que este proyecto se pueda llevar a cabo, aislándonos en una nave a las afueras de Madrid donde contiguamente esta ensayando artistas como Rosalia o Pablo Alboran…

-¿Cuantas personas trabajan en cada función?

En escenario tenemos 30 personas y detrás otras (casi) 30. El elenco va rotando, al final tenemos 12 bailarines, 8 cantantes, 10 músicos, y alguna otra sorpresa que no quiero desvelar.

 «Hemos hecho una selección de entre unas 2.200 personas, hemos podido escoger lo mejor y lo que más brilla, porque aquí el artista no está al servicio del libreto, el espectáculo está al servicio del artista»

Estamos hablando de un espectáculo muy grande que lleva un parte de tecnología muy potente, pantallas de led transparentes, unos vídeos exclusivos para el espectáculo…que podrías presentarse en un festival de cine para que podáis ver la magnitud del proyecto…esto hace que tengas que salir en plaza con casi 60 personas para que cada función se lleve a cabo.

-Un espectáculo de esta magnitud necesita un escenario de grandes dimensiones…

Queríamos venir a València porque la mitad de la empresa son socios valencianos, y La Rambleta es un lugar idóneo a nivel de estructura y medidas; y al mismo tiempo es un espacio muy acogedor y suma al espectáculo. Creemos que la elección ha sido perfecta, de lugar y de ciudad.

Yo soy valenciano, he trabajado con otros teatros y tenia muchas ganas de trabajar con La Rambleta y estoy muy ilusionado, así como el resto de valencianos que están dentro del elenco.

-Estrenáis en València el 3 marzo y estaréis un mes…¿haréis gira después? 

Pues la semana que viene hacemos la rueda de prensa de «Cruz de Navajas» en Madrid, que será el siguiente destino y dónde haremos temporada, y puede que una semana en otra plaza, pero ahora no podría confirmarlo.

Pero ahora, toda nuestra energía está aquí. Es el estreno nacional y necesitamos ver cual es la respuesta del público. Saber, si el público es capaz de emocionarse tanto como nosotros. València es un prueba de fuego, necesitamos que la gente lo entienda como lo que es: el reconocimiento más grande al grupo más grande.

-¿Cómo os inspirasteis para poder conseguir fusionar todas estas disciplinas y además integrar estas tecnologías? ¿De dónde surge esta idea?

-Pues es curioso pero todo empieza en Manises. De Manises al mundo (ríe). En Manises, de dónde es el director musical Isaac Ordoñez, el mismo que dirigió «Hoy no me puedo levantar», junto a Gonzalo Perez, que es el creador de la idea, productor ejecutivo y también socio. Y nos encerramos un semana en una casa creando el espectáculo.

A partir de ahí llevarlo a cabo no es complicado porque tenemos una ventaja: cada canción de Mecano es un microuniverso, e intentamos que la gente las vea como nunca las ha escuchado.

Cuando escuchábamos al grupo hace 30 años, no eramos cocientes de que cada una de las canciones contenían un mensaje mucho más allá de lo que parecía en su época…y hoy con todos los medios tecnológicos que disponemos, a nivel artístico es muy fácil de representar. Cada día nos damos cuenta de lo afortunados que somos, unos privilegiados por poder llevar a este nivel la música de Mecano.

-Cuentas que los medios técnicos actuales permiten recrear el microuniverso de cada una de las canciones, me viene a la mente «Hijo de la luna»…

-«Hijo de la luna» es un temazo que en el espectáculo es un hit. Y no solamente contar con la tecnologia, el componente humano es lo más importante. Hemos hecho una selección de entre unas 2.200 personas, y te encuentras que entre el talento que escoges, es el mejor del mejor.

Porque no tenemos un perfil físico como en un musical. Aquí el artista no está al servicio del libreto, el espectáculo está al servicio del artista. Entonces, cuando nos hemos encontrado con 30 artistas que ya no solo son los más especial, sino que además, son los que más brillan.