
Era una zona de marismas, de ahí los canales que hoy encontramos en San Petersburgo y que permiten navegarla. Pero aquello no fue tan sencillo. Tuvieron que declarar la guerra a los suecos, hasta tomar el control del territorio. Rusia logró el control de todo el delta, y lo primero que hizo fue construir una ciudadela para mostrar su supremacía en la desembocadura del río.
Hoy es la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Las obras de construcción empezaron el 16 de mayo de 1703 y es la fecha que se acepta como fundación de la ciudad de San Petersburgo. Se diseñó para ser la capital de Rusia y así lo fue durante 200 años.
Conocer la historia de su origen y desarrollo explica fácilmente lo que nos encontramos en ella. Una ciudad que nació de forma artificial, inspirada en Ámsterdam (Pedro III El Grande estudió en Holanda) y Venecia, pues se la conoce como la Venecia del norte.
La construcción de los palacios, residencias, dependencias oficiales, catedrales y edificios religiosos, canales, puentes y mansiones empezó al mismo tiempo y prácticamente de un día para otro. Se calcula que en los diez primeros años de la fundación de la ciudad se construyeron 34.500 edificios.