
E. Sánchez: “La mejora deportiva se puede extrapolar al ámbito laboral”
Maldito Running surgió en abril de 2018 cuando Erica Sánchez, periodista y blogger, detectó en sus redes sociales una necesidad de información sobre cómo empezar a correr. “Es lo que me pasó a mí en su día y lo que reflejo en mis redes”, explica la también responsable de Corro y soy mujer, proyecto precursor de Maldito Running en el que cuenta su historia: cómo el running le cambió la vida para dejar el sedentarismo atrás y perder la friolera de 35 kilos.
Junto a su amiga, entrenadora y socia Bibi, Erica ofrece un servicio de entrenamientos de running online que se ha ido orientando de forma natural hacia una mayoría de mujeres. De perfiles, eso sí, muy variados: “Desde mujeres que están entrenando maratones hasta aquellas que nunca han hecho una carrera o que han hecho deporte y lo han ido dejando”.
Ante la infinidad de servicios que existen, Erica destaca el “plus de personalización” de Maldito Running, que incluye un seguimiento online a través de Skype y redes sociales. “Es una relación muy estrecha que va más allá del yo te mando el planning y en un mes me olvido de ti”, señala.
Además, Maldito Running tiene un convenio con una nutricionista online que les permite derivarle a los clientes que, además de un entrenamiento, necesitan seguir una pauta alimenticia. “Estamos creando sinergias con salud enfocada a la mujer”, anuncia también la periodista, que pone como ejemplos aspectos como el fortalecimiento del suelo pélvico o la compatibilización de un embarazo o la menopausia con correr.
Motivación, empatía y referentes
“Nuestro público son mujeres que necesitan una motivación constante. Nadie les ha enseñado a correr y no saben hasta dónde puede llegar su nivel de sufrimiento”, explica Erica Sánchez, que incide en la necesidad de que, independientemente de las motivaciones, alguien “que entiende tus problemas te guíe hacia una meta” y pueda pueda ofrecer “una respuesta rápida a tus consultas”.
Intenta, para ello, no desviarse de superspectiva inicial: “Ser capaz de empatizar con la persona que tiene miedo o complejos o que no puede ponerse unas mallas en la calle porque piensa que la gente la mira. Mi nicho de mercado son esas mujeres que se sienten inseguras como yo también me sentía —confiesa— a las que les posibilito una herramienta profesional para que puedan correr a corto y medio plazo”.
“La mujer necesita una motivación extra porque hay muchos factores sociales muy arraigados que tienden al perfeccionamiento”
Para Erica es fundamental darle el protagonismo a la mujer corredora popular. “Antes era muy difícil ver mujeres en las carreras y en larga distancia directamente no había. Ahora hay incluso carreras en las que superamos al hombre en porcentaje”, ilustra. Sin embargo, apunta que “la mujer necesita una motivación extra porque hay muchos factores sociales muy arraigados que tienden al perfeccionamiento, el cual acaba lastrándote. Cuando te lastra, necesitas una dosis de realidad que te diga que esa perfección no existe”, asegura.
Por ello, defiende tomar como referentes “figuras normales. No estamos acostumbrados a esa imagen de mujer, madre, trabajadora, esposa, ejecutiva o en el paro, que tiene problemas pero es capaz de ponerse unas zapatillas y cambiar a través del deporte”, lamenta.
Invertir en salud en la empresa
“Cada día tenemos más empresas que creen en la responsabilidad social y en que hay que invertir en los trabajadores para que el rendimiento sea mayor”, afirma Erica, que colabora con compañías como Zurich, patrocinadora de la Carrera de la Mujer en toda España, de la cual ella es embajadora.
Habla de la importancia de la responsabilidad social deportiva como “un espacio que el trabajador no sabe qué necesita”, pero que la empresa puede ayudarle a descubrir. Así pues, destaca la importancia del deporte como impulso para una “mejora personal que se puede extrapolar al ámbito laboral”. Y sostiene que las pymes tienen más en cuenta estas necesidades porque “el roce entre las personas es mayor”, pero que hay que seguir luchando por abrirles la mente a las empresas más desentendidas.