La utilización de falsos autónomos era una práctica habitual en el sector cárnico. Mucho antes que las nuevas plataformas digitales como Glovo o Deliveroo, la industria cárnica española ya contaba con fórmulas para reducir los costes laborales y evadir los pagos a la Seguridad Social, así como establecer unas condiciones de trabajo más favorables para la empresa. Menores salarios, más horas de jornada o peores condiciones son los problemas que enfrentaban estos empleados que eran contratados a través de cooperativas por las cárnicas.

Sin embargo, el incremento de la actividad inspectora y las denuncias de los sindicatos han conseguido que la Comunitat Valenciana quede libre de falsos autónomos en el sector cárnico. «Prácticamente el 100% de los trabajadores están integrados al régimen general», asegura Javier Galarza, secretario general de Industria de CCOO PV, quien explica que «tan solo quedan reductos muy dispersos de falsos autónomos. Es posible que en empresas pequeñas del sector sigan utilizando de manera fraudulenta esa figura laboral del falso cooperativista».

El sector cárnico ocupa dos actividades industriales. Una los mataderos de aves y conejos, y la otra, el propio sacrificio, despiece y elaborados cárnicos de animales. Como exponen desde los sindicatos, las empresas cárnicas contrataban trabajadores a través de las cooperativas de trabajo asociado para abaratar costes como el pago de la seguridad social, y establecer condiciones laborales más óptimas para la empresa, evitando así que los empleados puedan reclamar sus derechos laborales. Estos podían llegar a trabajar entre 10 y 12 horas diarias, lo que supone alrededor de unas 2.130 horas al año, cifra que excede el convenio laboral que establece el total en 1.770 horas.

«Tan solo quedan reductos muy dispersos de falsos autónomos»

En la Comunitat, las cooperativas Sevicarne, Servicios Integrales y Workman, eran las que mayor presencia tenían. Ahora, alrededor de 1.700 empleados de estas «falsas cooperativas» han sido asumidos por las empresas cárnicas y ya son trabajadores por cuenta ajena. La mayoría de ellos ha sido regularizado en el transcurso de este año.

De este modo, empresas como Elaborados Cárnicos Medina, con sede en Buñol, han asumido a los falsos cooperativistas. «Era la que ocupaba al mayor número de falsos autónomos a través de Servicios Integrales», explica Galarza quien señala que existían más de 400 personas en situación irregular. Otra empresa que también ha cumplido con lo dictaminado por Inspección de Trabajo ha sido Embutidos Martínez, que ha integrado a más de 250 personas en sus instalaciones en Chiva, Buñol y Torrent. Lo mismo sucede con Platos Tradicionales que pertenece al mismo grupo que Embutidos Martínez y ha asumido a 100 trabajadores.

Otras empresas que también han incorporado a los falsos autónomos son Cárnicas Embuena en Xirivella que ha integrado a 40 empleados; la empresa pública Mercavalencia, que asume a más de 200 trabajadores; o la empresa navarra Uvesa que ha regularizado la situación de alrededor de 300 falsos cooperativistas de Servicarne en la planta que tienen en Rafelbuñol. «No ha sido un proceso traumático», exponen desde Uvesa y señalan que las negociaciones se resolvieron cuando se acordó incorporar flexibilidad al trabajo, «una necesidad del sector».

De falso autónomo a trabajadores cedidos

Apuntan a un nuevo problema en el sector desde Comisiones Obreras como es la creación de «empresas pantalla» que sustituyen a las anteriores cooperativas. «En las que se han creado ‘empresas pantalla’ las hemos denunciado por cesión ilegal, ya que los trabajadores abandonan la condición de falsos autónomos para convertirse en ‘trabajadores cedidos’ de forma fraudulenta», explica Galarza y añade que «en aquellas empresas en las que se han creado empresas pantalla, no hemos formado parte del acuerdo».

Una de estas fue Campofrío Alimentación en Torrent, empresa que creo una sociedad pantalla para asumir a los trabajadores. Sin embargo, después de las 11 demandas interpuestas por CCOO, aceptó la integración de más de 50 personas a la compañía matriz. «Operaban a través de Servicarne y hoy han sido integrados todos menos los 11 demandantes que está pendiente de juicio aunque la empresa ofrece su incorporación al grupo tal cual ha aceptado recientemente», indica el secretario de industria de CCOO PV. Lo mismo que ha sucedido con Dolz España (Algemesí), que ha tenido que asumir a los 100 trabajadores que formaban parte de una empresa pantalla.

No ha sucedido lo mismo con empresas como Cárnicas La Cope (Torrent) o Productos la Florida (Castellón), cuyos trabajadores forman parte de sociedades pantalla creadas por las mismas compañías. En la primera son cerca de un centenar de trabajadores que antes formaban parte de Servicarne, y en la segunda alrededor de 100 empleados.

«Solo defendemos y apoyamos una formula. La incorporación a la empresa principal en el marco del convenio colectivo de aplicación en la empresa y preservando la antigüedad en la empresa ‘subyudice’ a lo que expresen las demandas de la inspección en el procedimiento de oficio», concluye Galarza.

Según las estimaciones del sindicato, actualmente de los 20.000 trabajadores en falsas cooperativas que existían en el sector en España, apenas quedan 3.000 que pertenecen a la cooperativa Servicarne y que están concentrados en Cataluña y Aragón.