«La utilización de falsos autónomos está generalizada en el sector cárnico»

«La utilización de falsos autónomos está generalizada en el sector cárnico»

Menores salarios, más horas de trabajo o peores condiciones laborales, son algunos de los problemas que enfrentan los trabajadores contratados a través de cooperativas por la industria cárnica en España. «La utilización de falsos autónomos está generalizada en el sector cárnico«, lamenta Yovana Sancho, secretaria del sector de alimentación de la Federación de Industria de UPV-PV.

Como apuntan desde UGT, las empresas cárnicas contratan trabajadores a través de las cooperativas de trabajo asociado para abaratar costes como el pago de la seguridad social, y establecer condiciones laborales más óptimas para la empresa, evitando así que los empleados puedan reclamar sus derechos laborales. «Los trabajadores no son contemplados ni como empleados ni como autónomos, la ley los tiene como socios cooperativistas«, explica Sancho, quien añade que por ello «no son falsos autónomos, sino falsos cooperativistas«.

Las cooperativas de trabajo asociado son empresas formadas por personas que aportan capital y trabajo y cuyo objetivo es generar sus propios puestos de trabajo en las mejores condiciones posibles. Se rigen por principios como la libre entrada y salida de socios, la gestión democrática, la participación económica y  la autonomía e independencia, entre otros. Además, pueden decidir conjuntamente a que régimen de la Seguridad Social cotizar.

Las cooperativas son utilizadas como un sistema de contratación «fraudulento«

Como expone Juan José Picazo, responsable de la Federación de Industria en CCOO PV, los socios deberían participar de las decisiones de la cooperativa. Sin embargo, los trabajadores son contratados como socios cooperativistas y se les da un destino, en este caso en una empresa cárnica.

«A partir de ahí no tienen ninguna autonomía, son integrados en las líneas y obedecen las ordenes de la empresa principal. No tienen instalaciones propias y en definitiva no hay ninguna distinción entre un trabajador de la empresa principal y ellos, esta falta de autonomía en la relación laboral los convierte en falsos autónomos«, explica Picazo.

Ambos sindicatos denuncian estas prácticas que califican de «fraudulentas«, ya que según exponen suponen una cesión ilícita de trabajadores. Pese a ello, la justicia apunta a que no existe irregularidad dado que los cooperativistas no son trabajadores en régimen general. Por ello, desde UGT y Comisiones Obreras tomaron la estrategia de ir contra las cooperativas ya que no se comportan como tal, sino más bien como una empresa de colocación.

«La industria cárnica las utiliza como si fueran empresas pantalla y es un sistema que bloquea que el trabajador pueda reclamar sus derechos«, apunta Sancho. Por su parte, Picazo señala que «el trabajo para nosotros es muy grande porque esta forma de contratación está muy generalizada en el sector cárnico«.

Condiciones laborales de los falsos cooperativistas

Las condiciones laborales de los falsos cooperativistas, según señalan desde los sindicatos, son peores que la de los trabajadores en plantilla de las empresas cárnicas. «Se les explota trabajando gran cantidad de horas por un salario mísero vulnerándose todos los derechos laborales de los mismos«, señalan desde UGT.

Estos empleados trabajan entre 10 y 12 horas diarias, lo que supone alrededor de unas 2.130 horas al año, cifra que excede el convenio laboral que establece el total en 1.770 horas. Además, estos falsos cooperativistas no tienen derecho a sindicarse y tienen menores prestaciones, por ejemplo en caso de baja por accidente. «Las personas acaban yendo a trabajar sin estar recuperadas«, señala Sancho.

Los falsos cooperativistas deben costearse su propio equipo para trabajar.

Además de hacer frente al pago del RETA, estos falsos autónomos deben abonar una cuota mensual de entre 50 y 80 euros a la cooperativa a la que pertenecen. A su vez, como apuntan los sindicatos, los equipos necesarios para el desempeño del trabajo como guantes protectores o la vestimenta necesaria son costeados por el propio trabajador.

Según señala UGT, estos falsos cooperativistas son mayoritariamente inmigrantes, al ser éstos un grupo social vulnerable y que difícilmente realizarán actuaciones en defensas de sus derechos por su propia situación. Estos falsos autónomos son dados de alta con la tarifa de cobertura más baja y sin ninguna protección.

Así mismo, el sindicato apunta que el impacto sobre el empleo de las plantillas contratadas directamente por las empresas, debido a la proliferación de cooperativas, ha sido «brutal«. Ha supuesto que las plantillas contratadas fijas de las empresas usuarias, en poco tiempo, haya disminuido casi a la mitad. «Hemos encontrado empresas donde el número de cooperativistas duplicaba al de trabajadores en plantilla«, asegura la secretaria del sector de Alimentación de UPV-PV.

Cooperativas y empresas cárnicas en la Comunitat Valenciana

Según apunta Comisiones Obreras, las cooperativa mas problemáticas y perseguidas son Servicarne, cuya sede está en Barcelona y cuenta con más de 5.000 socios lo que la convierta en la cooperativa cárnica más grande de España; y Sevicios Integrales. Picazo apunta a que «las empresas donde trabajaban estas cooperativas están extendidas por todo la Comunitat y salvo alguna excepción todas las de un tamaño mediano y grande recurren a este tipo de contratación de servicios«.

Por su parte, UGT señala que en la Comunitat existen alrededor de 51 empresas del sector cárnico. De ellas, que el sindicato tenga constancia de que trabajan con cooperativas está Uvesa, que actualmente tiene abierto un proceso de negociación para asimilar a los falsos autónomos o Mercavalencia, que se encuentra en similar situación. También apuntan a las empresas: Sada, Embutidos Martínez, Campofrío, La Florida, Ec Medina o la industria cárnica La Cope.

Con respecto a las cooperativas de trabajo asociado que operan en la Comunitat Valenciana, Sancho apunta a Work Man, involucrada en el caso de Mercavalencia; Servicarne, que tiene a 300 socios en la planta de Uvesa en Rafelbunyol. Además estarían, Auga, Servicios Integrales de Valencia Cooperativa Valenciana y T.A.I.C.

Según señala Sancho, en los últimos años se ha incrementado el porcentaje de trabajadores contratados como falsos autónomos alrededor de un 30%.

Los sindicatos reclaman la regularización de los falsos cooperativistas

El primer objetivo de CCOO, como apunta Juan José Picazo, es el de regularizar a estos trabajadores y que «se les reconozca como lo que son que no es otra cosa que trabajadores por cuenta ajena«. «Estamos trabajando en un montón de empresas con esta premisa, que estén bajo el marco legal del convenio colectivo que les toca y dentro del régimen general«, añade el responsable de industria en CCOO PV.

Según exponen desde Comisiones Obreras, las empresas están aceptando la regularización de estos trabajadores debido a la actuación de los sindicatos y de Inspección de Trabajo, aunque, «no dudo que buscaran nuevas formas, como todos, para precarizar las condiciones laborales«, advierte Picazo.

Por su parte, UGT señala que las líneas rojas de cara a las negociaciones con el sector cárnico pasarían por que los trabajadores pasaran a formar parte de las empresas, que se respete el convenio del sector y que se regule correctamente a los falsos autónomos. «Las grandes patronales están asumiendo la situación, pero otras están inventando nuevas fórmulas para seguir con estas prácticas fraudulentas«, concluye Yovana Sancho.

 

 

 

 

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