Sábado, 27 de Abril de 2024
Pulsa ENTER para buscar

«Something happened»: preguntar al espacio sin recibir respuestas (o infinitas)

«Something happened»: preguntar al espacio sin recibir respuestas (o infinitas)

El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) tiene la peculiaridad de aunar propuestas con afluencia masiva de público –Okuda, PichiAvo, festivales musicales…- con los retos más vanguardistas. Es el caso de la intervención Something happened, que despide el ciclo expositivo Totalidad e infinito. «No invitamos al espectador a que saque ninguna conclusión», afirmó la comisaria Diana Guijarro. El director del CCCC, José Luis Pérez Pont, señaló que en la exposición«el uso del espacio complejiza la obra artística, en un discurso que no tiene por qué ser necesariamente fácil y exige un esfuerzo por parte del espectador». Y casi a modo de manifiesto, uno de los artistas participantes, Žilvinas Landzbergas (Lituania, 1979) opinó que “un museo falla cuando ofrece más respuestas que preguntas”.

En un sala que parece a medio reformar, confluyen las intervenciones de cinco artistas: además del mencionado Landzbergas, se muestran las obras del asturiano Fran Meana, los peruanos  Daniel Jacoby (1985) y  Nicolás Lamas (1980), y Gabriel Lecup (Francia, 1984). En el recorrido entre unas y otras, el espectador tropieza con crudos grafitis con mensajes contundentes, negro sobre blanco en la pared, sin ningún ornamento. «Something happened (Algo pasó) vincula esta exposición con todas las que hubieron antes en esta sala; esa es la función de los grafitis, pertenecientes a intervenciones anteriores», declaró Diana Guijarro.

Something Happened

Gabriel Lecup, Žilvinas Landzbergas, Diana Guijarro, Fran Meana, José Luis Pérez Pont y Nicolás Lamas. | E3

La relación del artista con el espacio es el hilo conductor de la muestra. Así, en una pequeña cabina se proyecta el film To Get, de Jacoby, una “estética agobiante, en una atmósfera que representa cómo somos como personas y cómo nos relacionamos con los espacios”, según describió Guijarro. A continuación, Lecup presentó su instalación basada en la obra A puerta cerrada de Jean-Paul Sartre, donde tres individuos se encuentran encerrados en una habitación, que funciona como una metáfora del infierno; precisamente, de esa obra procede el famoso aforismo “el infierno son los otros”. Así, en una pantalla se contempla la lucha a muerte de tres peces asiáticos dentro de una pequeña pecera; una pieza a modo de caleidoscopio representa el infierno, con un pez rodeado de espejos, obligado a reflexionar sobre sí mismo sin fin; y un pequeño espacio que también juega con espejos y una puerta ilusoria que no conduce a ninguna parte.

Las esculturas del asturiano Fran Meana se extienden a lo largo de las esquinas de la sala y crecen de un modo similar al de las poblaciones de hongos, alterando su apariencia y modificando su estado en función de las reacciones de humedad y temperatura que se generen en la sala. Recubiertas de carbón y acero, materiales propios de la antigua industria de su tierra natal, tenderán a oxidarse con el paso de la exposición. La acumulación de «capas» en lo que una vez fue un monasterio y hoy un centro de arte contemporáneo, ha servido de inspiración a Landzbergas para tratar de embolsar un rincón de la sala, entre plásticos viejos y luces de neón.

Something happened

Intervención de Žilvinas Landzbergas. | E3

Finalmente, Nicolás Lamas presentó una intervención inmersiva, consistente en “elementos geométricos que intentan ordenar lo que nos es desconocido. Siempre trabajo a partir del espacio. Me interesa mucho cómo los espectadores deben transitar a través de mi obra”, declaró el artista peruano. El espacio creado por Lamas se basa en “encuentros banales” entre paneles de avispas o abejas, y viejos ordenadores destripados. Ambos elementos están en un tránsito de estados: los paneles, antes llenos de vida, pronto serán convertidos en miel y los ordenadores, que tanta información acumularon y emitieron, van camino del desguace. Se trata, pues, de «dos estructuras de organización que están a punto de desaparecer».

La comisaria y los artistas han trabajado conjuntamente para adaptar sus obras al espacio de la sala de modo que funcionaran independientemente y a la vez se pudieran conectar entre sí en la percepción del espectador, «en un juego de preguntas al espacio», declaró Guijarro. ¿Y el espacio qué responde? «Todo lo que contiene el espacio que hemos creado es demasiado inmenso para captarlo en un momento, hay que repensarlo una vez se ha visitado. Esta exposición, para el espectador, no es una experiencia puntual», así que habrían infinitas respuestas posibles en la mente de cada persona que se adentre en la sala. Pero, al mismo tiempo, hay una respuesta inevitable: «Todo hubiera podido ser de otra manera».

Totalidad e infinito; todas las preguntas y todas las respuestas caben en Something happened. Pueden buscarlas en el Centre del Carme hasta el 8 de septiembre.

 

Caixa Ontinyent emancipar-te
campaña renta Generalitat
Turismo-sostenible
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta