La industria 4.0 conlleva la aparición de nuevos riesgos laborales
El nuevo escenario industrial asociado a la digitalización también presenta riesgos laborales para la salud de los empleados, como recoge el estudio «R-Evolución Industrial: Prevención y retos 4.0”. Se trata de un estudio pionero que desde tres perspectivas -empresarial, preventiva e innovadora- visibiliza los riesgos resultantes de la relación persona-máquina. Además recoge desafíos hasta ahora inexplorados del uso de tecnologías habilitadoras en el entorno de trabajo.
La investigación ha sido impulsada por el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble y Madera (Aidimme), las asociaciones empresariales Femeval y Fevama; Unión de Mutuas y la agrupación empresarial Valmental. Entre los riesgos detectados destacan situaciones de tecnoestrés, tecnofobia o trabajo nómada.
Según el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, “con la primera fase de esta iniciativa ofrecemos pautas para hacer de la Industria 4.0 más productiva, más segura y más humana. Porque la salud y seguridad laboral son valores innegociables y no hay nada más improductivo que un accidente”.
“En un momento en el que la tecnología se ha situado como telón de fondo en nuestras vidas, tenemos que articular y poner en práctica estrategias para que las personas trabajadoras no paguen un peaje emocional ni físico”, señala Lafuente.
Se estima que en 2025 habrá más de 50.000 millones de dispositivos IOT conectados y 3,8 millones de robots en 2021. En este sentido, este proyecto contempla las ventajas competitivas de la incorporación de tecnologías habilitadoras en los sectores de la madera y del metal. Entre ellas, procesos más eficientes y con menores costes; producción de mayor calidad y precisión; o la apertura a términos como la customización o la servitización.
También analiza los cambios que conlleva en las condiciones de trabajo como nuevos ritmos, extensión de jornadas, horarios, alteraciones en las relaciones personales y jerarquías profesionales o nuevas formas de contratación.
La digitalización de la industria conlleva riesgos laborales nuevos que hasta ahora no se habían contemplado, como tecnoestrés, tecnofobia, aislamiento social o sedentarismo
Unos escenarios que van a potenciar la aparición de riesgos laborales emergentes tanto psicosociales, organizacionales, de seguridad, higiene como de ergonomía y ciberseguridad. Entre ellos, se introducen conceptos como tecnoestrés, tecnoadicción o tecnofobia, el trabajo nómada sin límites, vulnerabilidad, aislamiento social, inseguridad laboral, sedentarismo asociado con obesidad, problemas éticos por el acceso ilimitado a información, así como una invasión del ámbito personal o un fuerte rechazo inicial por miedo a lo desconocido o por verse en la obligación de salir de la zona de confort por parte del personal de más edad o menos formado en tecnologías digitales.
Ante este horizonte, el proyecto de estas seis entidades plantea una hoja de ruta con estrategias para ayudar a las compañías a eliminarlos, reducirlos o prevenirlos. Actuaciones como técnicas de mentorización; adquirir conocimientos en entornos distendidos; códigos éticos que contemplen el teletrabajo y el derecho a la desconexión; evaluaciones de riesgos psicosociales; el uso de cobots para mejorar las condiciones ergonómicas o de dispositivos wearables para prevenir y proteger la seguridad y salud, así como la importancia de incorporar sistemas de protección personal inteligentes.
La nueva industria exige también nuevos perfiles. El futuro de la educación deberá combinar disciplinas científicas con las humanidades y las creativas
Según el estudio, la transformación digital conlleva también la aparición de nuevos perfiles profesionales y la adquisición de competencias transversales centradas en los ámbitos más humanos que las máquinas no pueden alcanzar. Los profesionales del futuro más demandadas requerirán conocimientos de diseño, tecnología y programación y habilidades humanas analíticas, resolutivas, de liderazgo e influencia social, como profesionales de ventas y marketing, gerentes, perfiles de innovación y personal de servicio al cliente.
Como dato destacar que en España en 2020, habrá 800.000 puestos vacantes de nuevas tecnologías en el ámbito de las TIC como desarrolladores, analistas de datos, etc. Y en 2022 el grupo de profesiones emergentes aumentará su participación en el empleo un 40%.
El presidente de Femeval destaca que “la prevención de riesgos laborales en la Industria 4.0 exige estar en constante alerta y nunca satisfechos con lo conseguido porque queda mucho por descubrir. Por eso, las instituciones públicas y privadas tenemos dos grandes retos por delante”. Uno legislativo para afrontar los riesgos laborales de las nuevas realidades de flexibilidad y conectividad, así como integrar las nuevas tecnologías en los marcos normativos. Y otro formativo para acabar con la obsolescencia de los actuales planes de capacitación.
En su opinión, el futuro de la educación está en combinar las disciplinas científicas con las humanidades y las creativas.
«R-Evolución Industrial: Prevención y retos 4.0” es un proyecto en constante evolución. Toda la información y materiales del proyecto están disponibles en la web www.prlcuatropuntocero.es.
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