Borriol y Castellón modifican sus lindes para desbloquear la urbanización en La Coma

Las conurbaciones tienen sus ventajas, pero también acarrean problemas. Borriol y Castellón son un claro ejemplo de ello. Si con un acuerdo entre ambos municipios, que comparten lindes, se solventó el problema de la depuración de aguas residuales derivado de la falta de una nueva depuradora en el primero de los términos, ahora la capital de la provincia perderá superficie en beneficio de Borriol. En el trasfondo está el desarrollo de una urbanización, la de La Coma, a caballo entre ambos términos. Y la solución llega en vísperas de las elecciones.

Los terrenos de la discordia, 10 parcelas de la urbanización La Coma, ubicadas en término de Castellón y calificadas como suelo no urbanizable,  obligan a crear una comisión de técnicos que dictamine cómo se hace el proceso de segregación de suelo y anexión de similar posesión en la zona de La Choquera, en Borriol. Dos años de reuniones y reuniones, consultas y más consultas desembocarán en la creación de una comisión técnica que el consistorio de la capital aprobara en el pleno de este mismo mes.

Esas 10 parcelas están en el sector 1B de La Coma, que acoge el campo de golf en el que se formó Sergio García y del que fue valedor el otrora presidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra. Una urbanización que, en la práctica, es de Borriol, salvo esa decena de parcelas. De ellas, tres están en suelo de la capital y otras siete lo están parcialmente, según explican desde Veïns de Borriol (VdeB), formación política que ha demando mayor celeridad en la resolución del caso.

Desde el consistorio borriolense, gobernado por Silverio Tena, de Compromís, recuerdan que los propietarios de las parcelas han pagado los derechos para urbanizar y piden poder ejercer sus derechos sobre esos terrenos, bien para edificar o bien para venderlos. Sin embargo, reiteran desde el Ayuntamiento de Borriol,  no pueden otorgarles las licencias urbanísticas porque una parte del terreno depende del Ayuntamiento de Castellón, que lo tiene calificado como no urbanizable. De ahí que se busque una solución mediada que ponga fin al conflicto de intereses y desbloquee la urbanización, tras diez años de espera.

Tras esas reuniones entre las partes en conflicto, llega el momento de constituir una comisión técnico-política, con la asesoría del Instituto Geográfico Nacional, que fijará y certificará el nuevo linde de los términos municipales por el que la urbanización La Coma al completo quedaría en suelo de Borriol, además de ver cómo se compensa al Ayuntamiento de Castellón por los metros perdidos en La Coma. La urbanización La Choquera, enclavada en Borriol, pero lindante con Castellón, puede ser la compensación territorial.

Desde VdB, formación que tiene como objetivo defender los intereses de las urbanizaciones, aplauden que el consistorio de Castellón vaya a aprobar crear una comisión como hizo Borriol hace dos años. “Una comisión cuya constitución reclamamos para tranquilizar a los vecinos” de la Coma. Y, añaden, “caso de no solventarse el problema ni Castellón ni Borriol pueden aprobar sus planes generales de ordenación urbana (PGOU)».

Borriol y Castellón protagonizan un caso de segregación y anexión territorial puntual, con el objetivo de desbloquear un proyecto urbanístico. Sea como sea tras la resolución que adopte la comisión técnica, tanto uno como otro municipio tendrán unos nuevos límites territoriales.