El 40 anivesario del Tajo-Segura se celebrará bajo la mayor de las incertidumbres

El 40 anivesario del Tajo-Segura se celebrará bajo la mayor de las incertidumbres

Las casualidades son amigas de muchos y grandes momentos informativos. Esta semana vivimos uno de ellos alrededor del trasvase del Tajo-Segura. La sentencia del Tribunal Supremo reabrió el sábado  la «guerra del agua« y su publicación coincide con la celebración del 40 aniversario de la aprobación del Tajo-Segura por parte del Instituto del Agua de la UA.

Así que este miércoles 20 de marzo, la jornada técnica sobre el 40 aniversario se va a convertir a priori ya en cita estratégica e informativa: los regantes ya han dicho que acuden. «La sentencia rompe un espacio de tranquilidad jurídica que teníamos al amparo del Memorándum», destaca el director del Instituto Universitario del Aguas y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo.

El catedrático de la UA es uno de los mayores expertos y, en su opinión, la sentencia «genera una incertidumbre» sin precedentes. La quid de la cuestión radica en que el TS rechaza el actual Plan Hidrológico del Tajo en cuanto a no se contempló «caudales ecológicos» para tres tramos del río – Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina.

En la actualidad, el PH recoge unos caudales mínimos para estos tramos de 6  – para Aranjuez- y 10 metros cúbicos por segundo para las otras dos localidades. ¿Dónde está el punto de inflexión de la sentencia? En que la Confederación y el Ministerio de Transición Ecológica tendrá ahora que definir esos caudales ecológicos y lo más importante: establecer unas reglas de explotación para esos caudales.

«El día que se hizo pública la sentencia se estaba entre 12 a 14 m3 por segundo», comenta Melgarejo, para mostrar que esos mínimos siempre se han respetado. Cambiar estas medidas ahora tendrán consecuencias de gran calado. Por una parte, el responsable del Instituto del Agua señala que cada metro cúbico por segundo que se aumente significa que «en cabecera se debe incrementar la reserva en 30 hm3».

Tan único como excepcionalmente político

Los distintos estudios realizados sobre el impacto socioeconómico del trasvase son conocidos. Las grandes cifras, recordemos, son 100.000 empleos directos y 6.000 millones de euros para el sector agrario, también directo. El Memorándum, aprobado y firmado por las comunidades autónomas de Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia con el Ministerio de Medio Ambiente  en marzo de 2013 fijó una reglas de explotación para, por un lado, aumentar la reserva de agua en la cabecera del Tajo – embalses de Entrepeñas y Buendia- hasta los 400 hm3. Esta cantidad era necesaria para poder abrir las compuertas.

En lo que llevamos de año, la provincia de Alicante y Murcia han recibido una media de 38 hectómetros cúbicos cada mes, según los datos aportado por el Instituto del Agua. Pero es más, Joaquín Melgarejo apunta a que «desde que esta en marcha esta infraestructura, la media de cantidad trasvasada al año es de 305/310 hectómetros cúbicos al año, de los cuales para agricultora son 205, cuando las necesidades son de 400». 

La excepcionalidad de la polémica se puede observar mejor si extrapolamos esta circunstancia al resto de España. «Sólo en el Ebro, hay 11 trasvases. En España, están regulados un total de 40″, subraya el experto para quien las cuestiones técnicas quedaron fuera hace tiempo de las normas hace tiempo. Y sus palabras son las de alguien que ha estado al frente de estudios y análisis desde hace años. En la actualidad, es el responsable de la Comisión Técnica del Agua de la provincia de Alicante.

¿Herido de muerte?

En primera instancia, la Comunidad de Castilla- La Mancha quería fijar que la reserva de agua en los embalses de cabecera fuera de 600 hm3 frente a los actuales 400 actuales. Ahora la sentencia del TS deja en el aire, todos estos acuerdos claves para asegurar que las provincias de Alicante y Murcia puedan recibir agua. Elevar esta cantidad deja en «casi imposible» la posibilidad de que se puedan autorizar trasvases, pues las precipitaciones históricas lo demuestran. Sin ir más lejos, el año pasado, la situación de sequía extrema mantuvo el «grifo cerrado» y sólo las lluvias de otoño permitieron romper un contexto ruinoso para la agricultura valenciana.

Los expertos que se darán cita el próximo miércoles en la UA, convocados por el Instituto, son grandes conocedores de esta realidad. Entre los ponentes estará Francisco Cabezas, director de la Fundación del Instituto Euromediterráneo de Murcia y uno de los padres del PHN de 2001; así como Jesús García, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica.

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