“Yo Sano”: garantía de residuo cero
– Para saber si me estoy comiendo una fruta cultivada de forma sostenible o no, ¿tengo que leerme la letra pequeña? Eso no lo hace casi nadie.
– Hay una serie de garantías, como el Sello de Agricultura Ecológica, que figura en las piezas de fruta y también en establecimientos especializados en orgánico que están creciendo junto a la demanda.
Pero hay otra vía. Existe el orgánico 100 %, el químico 100 % y el residuo cero. En ese caso, la fruta no lleva ningún veneno. Por ejemplo, a un naranjo, al principio se aplican químicos. Pero cuando las naranjas están a punto de aparecer, se le aplican solo productos naturales, con lo cual esa naranja nunca ha tocado un químico y está limpia.
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Por otra parte, creo que también son necesarios los productos químicos. Desde mi punto de vista, la agricultura va hacia una convivencia entre los orgánicos y los productos químicos. El mundo no sería sostenible si se dependiera 100 % de cualquiera de los dos, porque hay que alimentar a una población creciente y se debe producir sosteniblemente. El residuo cero, que es adonde creo que vamos, permite tener la cantidad del convencional con la calidad del ecológico. Así, nuestra tecnología le permite a cualquier agricultor no tener una merma de kilos y conseguir la calidad de lo orgánico; cuando se hace solo con orgánico sí que se produce esa merma y por eso es más caro.
Hemos creado una marca de garantía, Yo Sano. Cualquier fruta que lleve su sello significa que cuida tres capas: consumidor, medioambiente y sociedad. Además, esta marca de garantía no depende de nosotros directamente, sino que hemos creado la Fundación Sano y Sostenible, sin ánimo de lucro, que coincide con la visión social de la empresa.