En el marco del 15º aniversario del Oceanogràfic se ha abierto al público la nueva exposición Misterios del Mar, con seis acuarios llamados «joya» por su reducido tamaño, su extraordinario contenido y de un presupuesto superior a los 130.000 euros.

El conservador jefe de Acuarios del Oceanogràfic, Mario Roche, ha calificado la muestra que se abría esta mañana como una exhibición de «joyas marinas» distribuidas en seis tanques que van de los 200 a los 6.000 litros en los que se exhiben animales que impresionan por su belleza, formas raras o características asombrosas.

En el interior de los acuarios-joya se podrá ver ejemplares de  especies como el poderoso Camarón Mantis, que es capaz de romper algunos cristales,  el Pez Cofre Cornudo, protegido por una sólida armadura, y la Anguila Jardinera, cuyas colonias parecen algas al balancearse con la corriente.

En la fachada de «Misterios del Mar» se exhibirán también figuras corpóreas de gran tamaño elaboradas con polietileno expandido, resinas, fibras con productos ignífugos por el artista valenciano, Pablo Ovejero.

Estas figuras reproducen a tamaño natural animales como el Calamar Gigante, la Almeja Gigante o la Medusa Crin de León (, que es la mayor que existe en los océanos.

También  se mostrarán, en el interior de la exhibición y repartidas por las paredes de la gruta, animales que nunca se podrán ver como el Nautilus , con un mecanismo de flotación similar al del submarino que pudo inspirar a los inventores españoles como Isaac Peral y Narcís Monturiol, el Pez Abisal, de aspecto monstruoso, el Pulpo Amarillo, que es el más venenoso que existe en el planeta, y el Celacanto (Latimeria chalumnae), un fósil viviente que se pensaba que había desaparecido en la era de los dinosaurios.

La museografía se convierte en didáctica, proporcionando una nueva experiencia al visitante, más cercana, en la que poder interactuar con animales.

El suelo de la nueva área del Oceanogràfic es especial, dado que simula la arena del fondo marino, para mejorar la inmersión del visitante en el hábitat creado, el techo de la instalación imita la visión de las ondas de la superficie del mar desde el mar, mientras que las paredes representan un fondo marino rocoso en el que se integra un barco hundido.