El Informe de Coyuntura Socioeconómica del último trimestre de 2017 de Ineca certifica que la provincia de Alicante está dentro de los parámetros de la recuperación económica, pero a un ritmo menor de lo que lo hace el resto de España. La principal novedad que ha aportado esta mañana el nuevo presidente del Instituto Rafael Ballester es que la mejoría parece apuntar más a la inercia que a la estrategia.

«La recuperación económica en la provincia es demasiado lenta para crecer y ser competitivos frente a otros territorios«, ha asegurado Ballester. Junto al director de Proyectos Francisco Llopis y el secretario general Pedro Menárguez, apremiaron a las administraciones y a los empresarios a sumar sinergias y alertaron de la posibilidad de que «los esfuerzos que se están realizando hasta ahora puede que no vayan en la dirección correcta«. “Es necesaria una mayor intensidad en los mismos y es posible que estemos en un momento delicado, por lo que las decisiones, empresariales, políticas o sociales que se tomen pueden encauzar en la dirección oportuna, o por lo el contrario, lastrar los avances realizados en la provincia”, resumió.

La otra clave fue a dar en uno de los puntos de flotación de la economía: Los bajos salarios. La pérdida de poder adquisitivo toca de pleno en el factor de competitividad. Para Ballester, hay riesgo de fuga de talento y existe un contexto preocupante en este sentido. Entre los datos aportados, destaca que el suelo medio de un alicantino cada día se parece más al de una pensión media.

En 2017, el salario medio en la provincia es de 15.597 euros frente a los 12.216 euros que recibe una persona jubilada. Alicante ocupa uno de los últimos puestos en pensiones de España -el 41 de 50 provincias -, mientras que la renta per cápita media de 2015 sitúa a los alicantinos -18.191 euros anuales- por debajo de España -23.271 euros anuales- y Comunidad Valenciana -20.476 euros.

En definitiva, desde el Instituto económico se considera que es el momento de diversificar el tejido productivo y enfocarlo hacia los sectores con mayor valor añadido, que al mismo tiempo son los que tienen mejores sueldos. “No se puede abandonar la posibilidad de desarrollar nuevos sectores de actividad en la provincia creando sinergias entre los sectores productivos industriales tradicionales y el sector de las nuevas tecnologías y la innovación. De hecho, es más que destacable ver cómo el sector agroalimentario está implementando la tecnología a sus procesos” ha concluido Ballester.

Principales indicadores de 2017

Ineca realiza sus informes a partir del análisis de siete bloques socioeconómicos. Entre los principales datos, podemos observar como dentro del bloque de Empresa y Trabajadores, el tejido productivo de Alicante sigue mostrando un elevado grado de actividad con 4.738 nuevas sociedades mercantiles, y a pesar de que disminuya el crecimiento respecto a 2016, lo hace mucho menos que el conjunto nacional. En este sentido, Llopis ha explicado que “la provincia pierde dinamismo pero se trata de un pequeño descenso porque seguimos siendo emprendedores. El lado malo es la alta disolución que existe. En Ineca se estudiará a qué se debe esta situación pues el INE no específica más detalle”.

Francisco Llopis, en la presentación del Informe de Coyuntura de Ineca

El 2017 finaliza con 591.211 trabajadores. Este dato es superior al valor de final del 2008 que fue de 565.868 cotizantes. Al respecto, el presidente de Ineca ha incidido en que “la capacidad productiva se ha recuperado y sigue en aumento, pero no podemos olvidar que esta mano de obra ahora recibe unos salarios inferiores a los de hace una década dando lugar a unos ingresos por cotizaciones igualmente inferiores”.

En lo que respecta al comercio exterior, Llopis ha explicado que sigue siendo nuestro talón de Aquiles y probablemente un fiel reflejo de la economía de la provincia. «Mejoramos las estadísticas pero no lo suficiente«, ha apuntado. Las exportaciones de Alicante en el 2017 siguen la senda creciente del año anterior, con un incremento anual del 2,4%, frente al aumento medio nacional que se eleva hasta el 8,1%. Alicante lleva ya muchos años perdiendo peso en las exportaciones y ahora tan solo representa el 1,8% del total nacional.

En el bloque de Turismo, los establecimientos hoteleros de la provincia de Alicante están sufriendo una reducción en las pernoctaciones de residentes nacionales que, en parte, se está compensando por el incremento de las de extranjeros. Si se suman, se mantienen una senda positiva, pero con menor intensidad que la del conjunto nacional, que de forma suave va perdiendo peso.

Sorpresa positiva

Entre las sorpresa positiva de cierre del año, está el bloque de finanzas. El número de depósitos del sector privado aumenta un 20%, un dato que acerca a la provincia a la media nacional. Los depósitos de los alicantinos, por quinto trimestre consecutivo, presentan una variación anual positiva, en el último del 19,8%, y con tendencia creciente. Con esta cifra, Alicante registra el nivel de depósitos más elevado desde el año 2000 con 37.727 millones euros, el 3,3% de España. Además, en el cuarto trimestre del 2017 el crédito registró una disminución del 0,4%, conservando la línea descendente y de desapalancamiento de la provincia.