Las universidades privadas han aumentado su peso en el sistema universitario español en los últimos años, al pasar de 7 instituciones en 1995 hasta las 34 existentes en la actualidad. Esta evolución ha permitido multiplicar también por cinco el número de alumnos que forman, que ya supone el 16,4% de los estudiantes universitarios del país. Además, han apostado por estudios de máster y concentran en la actualidad 1 de cada 3 alumnos de estas titulaciones. Las universidades privadas destacan por su mayor orientación docente y menor actividad investigadora e innovadora, aunque algunas, especialmente las del País Vasco y Navarra, alcanzan buenos resultados en las tres áreas.

El sistema universitario español está formado actualmente por 84 universidades, 50 de ellas de titularidad pública y 34 de carácter privado. Sin embargo, esta composición
público-privada ha experimentado una importante transformación en las dos últimas décadas y el número de instituciones privadas ha aumentado de 7 en 1995 a 34 en 2017. Asimismo, los estudiantes que se forman en sus aulas se han multiplicado por 5, pasando de 52.000 a cerca de 245.000 registrados en el curso 2016-17, lo que supone el 16,4% de los universitarios que cursan sus estudios en España frente al escaso 4% de hace 20 años.

Una característica de estas instituciones es su mayor especialización en los estudios de postgrado. Las universidades privadas han apostado por las titulaciones de máster, y así se refleja en la composición de su alumnado. Mientras que en las universidades públicas el peso del alumnado de máster apenas alcanza el 10%, en las universidades privadas este porcentaje se eleva al 25,4%. De hecho, uno de cada tres alumnos de máster en España estudia en una universidad privada.

La oferta privada presenta una distribución territorial heterogénea y concentrada en las grandes áreas metropolitanas. El 55% de los estudiantes de universidades privadas cursan sus carreras en las comunidades de Madrid o Cataluña (frente al 31% de estudiantes en universidades públicas). Si a estas comunidades se suma la oferta privada valenciana, el porcentaje aumenta al 70%. Es decir, de los cerca de 245.000 alumnos en instituciones privadas, 161.000 estudian en las 17 universidades privadas situadas en estas tres comunidades.

La oferta privada varía considerablemente entre comunidades autónomas. Así, por ejemplo, en 5 de ellas —Galicia, Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha e Illes Balears— no existe ninguna institución privada. En otras comunidades, solo hay una institución privada, pero su volumen de estudiantes supera al de las públicas —Rioja (85%) o Navarra (56%). En otras regiones, al menos 1 de cada 4 alumnos estudia en instituciones privadas —Cataluña (28,8%), País Vasco (25,4%) y Murcia (26,7%).

U-Ranking analiza el rendimiento de las universidades españolas a partir de un amplio conjunto de aspectos de la actividad universitaria. La 5.ª edición de U-Ranking evalúa las universidades públicas y las universidades privadas para las que se dispone de información adecuada para ser comparadas. Una de las ventajas de este ranking es que ordena a las universidades en función de sus resultados globales pero también según los obtenidos en docencia, investigación e innovación y desarrollo tecnológico, lo que
permite observar la diversidad de perfiles y especialización de estas instituciones, a diferencia de otros rankings generalmente centrados en la investigación.

El análisis de los resultados medios de los índices de U-Ranking en docencia, investigación e innovación y desarrollo tecnológico, así como el índice global de resultados, pone de manifiesto diferencias entre las universidades públicas y privadas. Si tomamos como base 100 el promedio del conjunto del sistema, observamos que las universidades de titularidad privada presentan un rendimiento medio 10 puntos menor que el del sistema público. Sin embargo, al analizar el ranking por dimensiones, se observa que este menor rendimiento en U-Ranking es debido, fundamentalmente, a su distinta especialización.

Las universidades privadas están mucho más especializadas en la docencia, en la que consiguen desempeños 11,4 puntos superiores a las universidades públicas. En cambio, obtienen un rendimiento de su actividad investigadora e innovadora, un 29,3% y 26,8% menor que el del conjunto del sistema.

Estos datos agregados no deben ocultar la heterogeneidad de resultados que existe dentro de este grupo de universidades. Así, entre los primeros puestos del ranking global se encuentran dos universidades privadas que obtienen muy buenos resultados. La Universidad de Deusto y la de Navarra comparten, con otras 5 universidades públicas, la 5.ª posición en el ranking de 2017 global, solo por detrás de 8 de las 61 universidades analizadas.

El ranking de docencia está liderado por las universidades privadas, pues 6 de las 10 primeras universidades son privadas. Cuatro de ellas —Mondragón y Deusto junto a la Universidad de Navarra y la Universidad Antonio de Nebrija— y una universidad pública —la Politècnica de València— encabezan este ranking. En el ranking de investigación las primeras universidades privadas —Deusto y Navarra— aparecen en el listado tras 28 públicas, mientras que en el de innovación, Mondragón y la UOC se sitúan en la 8.ª posición tras 16 instituciones públicas.

Los mejores resultados docentes de las universidades privadas vienen determinados por mayores recursos humanos y económicos por estudiante, mayor orientación hacia el postgrado y la internacionalización, y tasas de éxito y evaluación superiores. En cambio, su actividad investigadora e innovadora se caracteriza, en general, por una menor producción científica tanto en volumen como en calidad, y menor participación internacional. Asimismo, la captación de recursos competitivos de investigación y los ingresos derivados de la explotación de licencias, contratos o servicios de consultoria en relación a su plantilla investigadora también son más reducidos en las universidades privadas.

U-Ranking pone de manifiesto la importancia de analizar los resultados globales de las universidades, pero también de considerar los distintos perfiles y orientaciones de cada institución. A la hora de valorar las universidades es recomendable tener en cuenta la heterogeneidad del sistema universitario español y apoyarse en sistemas de información completos que permitan juzgar a cada institución desde sus distintas dimensiones.