Ibiza

Descubrimos el paraíso balear, bienvenidos a Ibiza

La naturaleza ibicenca constituye, sin duda, el atractivo más importante de la isla. Con una extensión de 572 kilómetros cuadrados, Ibiza ofrece 210 kilómetros de playas que se pueden disfrutar en cualquier época del año, gracias a sus cálidas temperaturas y a sus 2.948 horas de sol.

A lo largo de sus más de 18 kilómetros de arenas naturales, bañadas por aguas cristalinas, Ibiza ofrece múltiples posibilidades de disfrutar de un baño en el mar, en playas que cuentan con una amplia gama de servicios y diferentes ambientes.

El turista puede optar por perderse en calas mágicas, como Cala d’Hort, presidida por el islote de Es Vedrà; u otras de belleza singular, como les Platges de Comte; rincones poco frecuentados, como es Pou des Lleó; y playas grandes y familiares, como Platja d’en Bossa o Es Figueral. Las playas de Ses Salinas y Es Cavallet se encuentran en entornos naturales protegidos, con un sistema de dunas de gran valor ecológico.

Un antiguo paraíso

A 79 kilómetros al este de la península ibérica, y a dos horas de vuelo de cualquier destino europeo, se encuentra «una isla llamada Pitiusa que recibe esta denominación por la gran cantidad de pinos que allí crecen» (Diodoro de Sicilia, historiador del s. I a. de C.).

Ibiza, con 210 km2  de costa y 572 km2 de superficie, tiene el tamaño perfecto para encontrarse o perderse entre sus cinco municipios: Ibiza, Santa Eulària, Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan.

Además, cuenta las mejores playas de Europa y del mundo. En concreto, más de 56 playas para todos los gustos y opciones, cada cual más fascinante por descubrir.

Ocio en la isla

En cuanto al ocio, la isla se ha convertido en el gran templo musical donde hacen parada los mejores deejays y productores y las mejores bandas internacionales.

En el municipio de Ibiza, no deben saltarse el recinto amurallado Dalt Vila por ser la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo; el poblado fenicio de Sa Caleta; la necrópolis de Puig des Molins; y las praderas de posidonia oceánica que rodean la isla y que son las responsables de la pureza y transparencia de sus aguas, todos ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Tampoco deben dejar de ver las murallas renacentistas que envuelven la ciudad antigua con la catedral y el Castillo-Almudaina en la cumbre, son los monumentos más relevantes de la isla. La trama urbana de la ciudad fortificada, Dalt Vila, formada por un trazado casi laberíntico de calles y plazas adaptadas que inspiran una serenidad que contrasta con el movimiento del puerto y la bahía donde se encuentra la máxima concentración de amarres deportivos y de recreo, y con el bullicio de la zona comercial y de ocio de los barrios de La Marina y Sa Penya.

Otro aspecto curioso de la isla es el único lugar del mundo, junto con Plymouth, con un monumento a los piratas. Se trata de un obelisco que se encuentra frente a la estación marítima del puerto de Ibiza. Igualmente, sus treinta iglesias, que están situadas en el centro de cada localidad y presiden la vida cotidiana de cada pueblo, también son únicas en el mundo porque fueron concebidas como fortalezas entre los siglos XIV y XVIII.

Arquitectura en Ibiza

La arquitectura ibicenca también podemos considerarla una peculiaridad de la isla, ya que ha servido de inspiración para Erwin Broner, Walter Gropius (precusor del movimiento Bauhaus en Alemania), Raoul Haussmann, Josep Lluís Sert o Philippe Rotthier.

La isla goza de una arquitectura pura y funcional que da respuesta y que busca el equilibrio entre el hombre y la naturaleza a través de la sobriedad y la sencillez y blanco impoluto como color de fondo. De hecho, el ibicenco primitivo construía a base de módulos de cal y piedra que crecía con nuevos espacios según aumentaba la familia.

Compras en Ibiza

A pesar de ser una isla pequeña, ir de compras es una gran experiencia. En sus calles conviven desde marcas internacionales hasta jóvenes talentosos diseñadores; prendas con carácter cosmopolita o artesanales a piezas únicas, antiguas, modernas de Tailandia o de India, vintage, exquisitas o exclusivas.

Dalt Vila, el barrio de La Marina, la Avenida Bartolomé Roselló y Marina Botafoch son algunos de las zonas donde se concentra el comercio en la ciudad de Ibiza. Pero, les recomendamos que se dejen llevar y detenga el coche en esa tienda tan vistosa con la que se van a topar en la carretera.

Los municipios de Santa Eulària, Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan condensan su magia comercial con una selección de boutiques de primer nivel.

Les aconsejamos también que se pierdan y dejen volar su imaginación por los mercadillos Las Dalias, –que se celebra los sábados– y Punta Arabí, –los miércoles de abril a octubre– que incluyen puestos que son pequeños laboratorios de tendencias, donde se encuentran algunos de los futuros diseños que triunfarán la próxima temporada en las pasarelas europeas.

Disfrutar la gastronomía

Su cocina está basada en la trilogía: trigo, vino y aceite de oliva que combina con productos artesanales y autóctonos y cuyos valores han sido transmitidos de generación en generación. No pueden abandonar la isla sin visitar esos restaurantes ubicados en antiguas casa payesas, frente al mar, alrededor de un bello campo o bajo un cielo estrellado.

La restauración en Ibiza es otro de sus puntos fuertes. La isla cuenta con una gran variedad de restaurantes de extraordinaria calidad que ofrecen productos frescos y naturales, como el pescado y el marisco, y platos tradicionales, como el arroz marinera o el bullit de peix. También hay restaurantes que ofrecen platos típicos elaborados a base de carne como el arròs de matances (arroz de matanzas), la frita de porc y el sofrit pagès, recetas contundentes de la gastronomía local.

La repostería ibicenca también es muy prolífica y sabrosa. Podrá degustar la deliciosa tarta de queso de cabra y oveja y hierbabuena (el flaó), la greixonera (púdin de ensaimadas, leche y huevo) y si le invitan a una reunión social tendrá la opción de saborear les orelletes (pequeñas pastas con forma de oreja).

Déjense sorprender por el aceite de oliva autóctono, el pan payés o productos recién cogidos de la huerta. Disfrute de un pescado de roca con arroz en su caldo o el sofrít payés, elaborado con pollo, cordero, embutidos de la matanza con patata ibicenca y ajo. Para finalizar, tarta con queso fresco y hierba buena, flaó y/o pudin de ensaimadas con sabor a canela y, ya por fin, para rematar, café caleta y un licor de hierbas ibicencas.

Y cómo no, deportes

La isla se ha especializado en el deporte de aventura y también en actividades mucho más suaves, que le harán disfrutar con mayor intensidad del paisaje pitiuso. Los recursos deportivos y culturales existentes le ofrecerán posibilidades tan atractivas como descubrir los fondos submarinos con la ayuda de profesionales altamente cualificados, recorrer las áreas naturales a caballo, disfrutar de paseos organizados bajo la luna llena, observar los acantilados desde el mar a bordo de un cayac o un velero, participar en rutas de mountain bike o hallar las calas más recónditas y solitarias practicando senderismo, entre otras alternativas.

Vela, buceo, kitesurfing, kayak, cliff diving (saltar al mar), pesca, surf con remo, senderismo, paseos a caballo, golf… son algunas de las múltiples posibilidades deportivas que se pueden practicar en la isla de Ibiza.

De hecho, cuenta con siete escuelas de vela y más de una docena de centros de buceo, deportes aptos para todos los meses del año y que les van a permitir disfrutar de la luminosidad de las aguas y el paraíso que se esconde bajo la superficie marina, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El kitesurfing se puede practicar en Cala Martina, Playa Pinet y Playa d’en Bossa. De octubre a diciembre se puede practicar surfing en Aigües Blanques, Cala Nova o Cala Jondal.

La noche de Ibiza

Otro de sus grandes atractivos y del que seguro ha oído hablar es de su ambiente nocturno. Ibiza es un pequeño territorio donde conviven la fiesta, las playas más glamurosas y las últimas tendencias musicales, con la quietud, la tierra y un patrimonio cultural y natural heredado de muchos siglos de tradición. Ibiza es auténtica y natural, pero también es cosmopolita, avanza las modas y tiene vocación universal.

En ella se dan cita los mejores clubes y DJ’s del planeta y las discotecas más grandes e innovadoras. Miles de personas acuden cada año a la isla solo para conocer las fiestas de sus discotecas, famosas en el mundo entero. Para anunciarlas, los locales organizan pasacalles por las calles del puerto de Ibiza que le sorprenderán. Por ello, no es extraño ver a gente famosa disfrutando del ambiente que ofrecen las terrazas y discotecas de la isla.

Personalidades de relieve internacional se dejan ver cada año en las grandes fiestas de las discotecas. El ocio nocturno de Ibiza está siempre en constante innovación y ofreciendo una oferta puntera que no deja de sorprender en todo el mundo.

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