El Instituto Tecnológico Metalmecánico, Aimme ha finalizado un estudio sobre el sector de la joyería que analiza los ámbitos normativos y legislativos que lo rigen, así como su particular situación de comercialización en España. El estudio es concluyente: las peculiaridades del sector, así como la falta de coordinación entre la Administración, autoridades de control y asociaciones, favorece la existencia de economía sumergida, fraude fiscal y una notable desprotección del consumidor que se expone, sin saberlo, al riesgo no perceptible de estos artículos.

El grado de conformidad de los productos de joyería, en relación con los requisitos de salud y seguridad de las personas, es uno de los puntos más críticos, según este estudio. Aunque las importaciones de productos de joyería alcanzan el 90 % de los existentes en el mercado, el sistema de alerta de productos peligrosos para los consumidores de la Unión Europea-Rapex es inoperante en España, a diferencia de países como Suecia, Alemania, Francia, Finlandia, Grecia, Italia o Reino Unido. En ellos, la joyería y productos afines son preferentes para la identificación y alerta de riesgos químicos.

En España, sin embargo, las prioridades establecidas se dirigen hacia otros sectores, lo que permite que artículos peligrosos se comercialicen y lleguen al consumidor. Todo ello, unido a la falta de medios para vigilar al mercado y a la descoordinación entre agentes, se traduce en la existencia de economía sumergida y fraude fiscal.

Para mejorar la situación, en su estudio Aimme propone algunas actuaciones: la intervención del Servicio de Inspección en Frontera, para impedir el acceso al mercado de productos que incumplen la normativa de seguridad, propiciar la colaboración entre agentes y asociaciones del sector o la intervención de organizaciones de consumidores.