Ximo Puig considera que la Generalitat “tiene que ayudar a los procesos de cambio de modelo productivo” y una de esas transformaciones pasa por aplicar la innovación en la producción, por lo que ha anunciado que el 4 de marzo se va a presentar el proyecto de la Agencia de la Innovación. En este nuevo organismo, Puig quiere que participen directamente todos los sectores productivos de los diferentes ámbitos, según ha anunciado en su visita a Elda.

Durante su intervención, el jefe del Consell ha declarado que el Gobierno de la Generalitat valenciana “está comprometido con la reforma del modelo productivo para reforzar lo que sabemos hacer bien”, y ha querido reconocer el mérito del sector del calzado en Elda, que, durante los momentos de dificultad económica, “ha aumentado sus exportaciones de manera exponencial”.

Por ello, ha señalado que la Generalitat va a trabajar conjuntamente con el sector desde la cogestión “sin dirigismos desde la Administración, sino trabajando conjuntamente” con medidas concretas, pero también con una visión a medio y largo plazo.
En su discurso, el president también ha subrayado que es fundamental abordar la cuestión del empleo, “para el que también habrá incentivos en ese cambio de modelo”.

“Empleo y cohesión social son nuestras bazas fundamentales”, ha indicado Puig. Por ello, confía en la alianza con los ayuntamientos y las instituciones locales más próximas porque son ellas “las que pueden detectar mejor los problemas y darles solución”.

En otro orden de cosas, Puig espera poder poner en marcha este año el Fondo de Cooperación que dé “más oportunidades a los consistorios para participar en el desarrollo económico y social de sus municipios”. Ha afirmado que esta cuestión está ligada en gran medida a conseguir la financiación autonómica que corresponde a la Comunitat.

También tuvo palabras contra la economía sumergida y señaló que “la mejor política fiscal” que se tiene que llevar a cabo es la de que todos los ciudadanos paguen sus impuestos, y considera indispensable “no hacer trampas y que haya una competencia leal”. Para Puig, la “economía sumergida es competencia desleal para aquellos que hacen bien las cosas” y, además, genera una problema de futuro “gravísimo” para la estabilidad de las pensiones y para el propio sistema en su conjunto.