Socio-Director Área de Finanzas y Control de Gestión en Altair Soluciones

El ámbito de responsabilidad de la función financiera comprende, tanto la gestión del beneficio y la rentabilidad (económico), como la captación y gestión de los fondos (financiero). La posible confusión proviene de que, en la práctica, suele utilizarse el calificativo financiero, tanto como sinónimo de lo económico-financiero, como para referirse a la función de gestión de los recursos financieros propiamente dichos.

Estas responsabilidades configuran la función del director económico-financiero como:

> Planificador en una doble vertiente o nivel: por un lado, apoyando y asesorando a la dirección en la formulación de las estrategias de negocio; por otro, proponiendo o formulando la planificación económico-financiera a corto y largo plazo.

> Asesor de la dirección y de las áreas operacionales en el desarrollo de todos los procesos de negocio, ya que éstos comportan, directa o indirectamente, la generación y aplicación de recursos y, por tanto, determinan el resultado económico.

> Decisor en la gestión de los recursos financieros, así como en la gestión de los costes e inversiones operativos, con el nivel de capacidad de decisión que le sea delegado en cada caso.

Asimismo, resulta también esencial su intervención como asesor de la dirección, en decisiones clave para la gestión financiera de la empresa, como es, entre otras, la política de distribución del beneficio.

Por otra parte, dada la doble responsabilidad económica y financiera de este departamento, resulta cada vez más habitual que su organización interna quede estructurado en dos áreas principales:

> Control de Gestión.

> Gestión de Tesorería.

Control de Gestión

El Diagnóstico Financiero debería ser utilizado por las empresas como un procedimiento anual obligatorio de “chequeo” de su salud. Un análisis financiero anual permitiría conocer los aspectos débiles de nuestra empresa en materia económica-financiera y, al realizar el mismo año tras año, nos daría un mayor margen de cobertura ante posibles problemas. Además, nos dotaría de una mayor capacidad de maniobra ante situaciones globales difíciles. Pero es obvio que los dirigentes de nuestras empresas ponen poca o nula atención a la salud financiera de las mismas. Al parecer, si las ventas van bien, todo va bien.

En segundo lugar, los Sistemas de Información de Costes y de Rentabilidad Comercial son básicos. Una adecuada y correcta gestión de los costes y rentabilidad de las operaciones comerciales nos ayudará a garantizar la continuidad y supervivencia de nuestra empresa en el corto y largo plazo, y nos aportará confianza para realizar y rentabilizar dichas operaciones, que constituyen sin duda el objetivo primordial de nuestra actividad empresarial.

De un lado, la Rentabilidad de los Productos nos mide el beneficio o pérdida que tenemos como resultado de cubrir con los ingresos los costes directos del producto.

De otro lado, la Rentabilidad de los Clientes nos mide el beneficio o pérdida que tenemos como resultado de cubrir con los ingresos los costes directos del producto, los costes de estructura y los costes asociados al cliente.

En tercer lugar, el Presupuesto Económico nos dará cobertura en el horizonte temporal de un año. Definir planes económicos en el corto plazo y enmarcarlos dentro de un plan a un horizonte mayor es fundamental para no dar “golpes de timón” inapropiados. En este sentido, el Control Presupuestario y de Gestión se configura esencial para guiar a la empresa en la identificación de aquello que no marcha como hemos previsto y para establecer los cambios correctores necesarios, que no se producirán sin una información adecuada, global y en tiempo.

Estimar el marco global económico-financiero en el que deseamos encontrarnos en un horizonte a medio y largo plazo es fundamental para guiar el rumbo de nuestra empresa hacia el destino elegido. Esto implica realizar Proyecciones Financieras que den cobertura a la totalidad de las decisiones económicas y permitan estimar la magnitud y composición de los activos y pasivos de una empresa, su Cuenta de Resultados, su rentabilidad y su capacidad de generar recursos en términos de caja.

Por último, el Análisis de los Proyectos de Inversiones nos debería permitir conocer la viabilidad económica y financiera de los proyectos de ampliación y mejora que queremos acometer. Sólo conociendo el valor que aporta una nueva inversión, y la forma en que vamos a financiarla, podremos ser capaces de tomar la decisión acertada para llevarla a cabo o no.

Gestión de Tesorería

La Gestión Financiera en el Corto Plazo debería jugar un importante papel en la gestión integral de la empresa. Entender las implicaciones económicas y financieras de una adecuada gestión de existencias, cuentas a cobrar y cuentas a pagar (en conjunto, Necesidades Operativas de Fondos), es esencial si queremos mantener “sana” nuestra empresa desde una óptica financiera. Sin embargo, en muy pocas empresas esto se entiende.

El crecimiento natural de nuestros negocios lleva aparejado unas implicaciones de enorme trascendencia en las Necesidades Operativas de Fondos, que afectan a la liquidez de la empresa.

El panorama económico actual nos presenta cada día una continua avalancha de empresas que se encuentran en una “delicada” situación con respecto a la capacidad de afrontar sus compromisos de pago, por lo que se hace de vital importancia una gestión de tesorería eficiente a corto plazo. A esta gestión de tesorería a corto plazo, desde Altair la denominamos Mesa de Tesorería. Los objetivos de esta Mesa de Tesorería son la optimización de los flujos monetarios, la planificación de las previsiones de liquidez, el suministro de la financiación, la rentabilización de los excedentes financieros temporales y la gestión de las relaciones bancarias.

El Presupuesto de Tesorería, al informarnos con anticipación de la situación de déficits y superávits de liquidez, nos permitirá tomar decisiones acertadas en materia de financiación y de inversión. Así, podremos hacer crecer a nuestras empresas sin tensiones de liquidez, obtendremos la financiación en las mejores condiciones, con la tipología de líneas más adecuada y en los plazos correctos y, en su caso, conoceremos los fondos excedentarios para llevar a cabo inversiones temporales y/o permanentes, que hagan crecer a nuestra empresa fuera de lo que es su negocio tradicional.

La negociación con las entidades financieras se haría de una manera más profesional, en un entorno de búsqueda de beneficios mutuos, de transparencia y de respeto mutuo.

La importante rescisión del crédito bancario al uso está obligando a las empresas e inversores a acudir a fórmulas más sofisticadas de financiación, para acometer los proyectos empresariales.

Estas fórmulas se materializan en los programas de ayudas para las inversiones que proporcionan organismos públicos como, por ejemplo, ENISA (préstamo participativo como fórmula de financiación para las Pymes), COFIDES (facilitar financiación a proyectos privados viables de inversión en el exterior) y AXIS (financiación de la expansión de las compañías).

En este tipo de programas, generalmente se produce la sustitución de garantías reales o físicas a cambio de informes y estudios de viabilidad (técnica, jurídica y económica).

Esta es una “pincelada” de las responsabilidades y soluciones que la actual Dirección Financiera debe asumir y aportar a la gestión económica-financiera de la organización en la que participe, de ahí la vital importancia de la profesionalización y la ampliación de conocimientos que se debe invertir en esta área.

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