España tiene 66 instalaciones aeroportuarias, de las que Aena gestiona 46; las otras 20 son de gestión privada. De las 46 que gestiona Aena, tan solo seis tienen una explotación positiva. Las 40 restantes son generadoras de pérdidas. 

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Francisco Carmona

Frente a estos datos, la situación en los principales países de la Unión Europea es la siguiente: Alemania tiene 465 instalaciones aeroportuarias, Francia 450, Reino Unido 270, Italia 166 o Suecia 137. En EE.UU. hay más de 14.000. Incluso países con menor nivel de desarrollo económico y social que España, como Polonia o Chequia, tienen más instalaciones aeroportuarias en uso. Incluso un país con una geografía tan difícil como Suiza, de un tamaño similar a Cataluña, tiene más instalaciones aeroportuarias que España.

“La clave está en que en todos esos países tienen muy clara la diferencia entre aeropuerto y aeródromo. Para rentabilizar un aeropuerto es evidente que se necesita un número mínimo de usuarios, pero las cifras y modelos de gestión de un aeródromo no tienen nada que ver”, explica Yuri Rabassa, presidente del Aeroclub de Castellón.

A partir de estos datos de infraestructuras aeroportuarias en Europa, Francisco Carmona, arquitecto municipal en Alcublas y aficionado a la práctica de deportes aéreos, puso sobre la mesa algunos datos sobre las infraestructuras aeroportuarias disponibles para la práctica deportiva en la Comunidad Valenciana.

Sin duda, la mejor es el aeródromo de El Pinar, en Castellón, operativo desde 1958, pero claramente amenazado por las presiones urbanísticas. En Mutxamiel hay otras instalaciones, pero sometidas a las limitaciones que les imponen su proximidad al aeropuerto de L’Altet. Y en Valencia están los aeródromos de Viver y Requena. El primero está reservado tan solo para aparatos de lucha contra-incendios, y la pista que hay en Requena apenas supera los 850 metros, “y con grandes dificultades de diverso tipo para realizar posibles ampliaciones”.

En todos los casos hablamos de la práctica de la aviación deportiva, “porque en estos momentos no hay ninguna instalación para la práctica del vuelo sin motor”.