– ¿Qué deben hacer las compañías para dar un vuelco al estado de ánimo existente en buena parte de las plantillas hoy?

– El estado de ánimo ha sido mucho peor que la realidad en la que vivíamos; el pesimismo se ha generalizado, cuando estábamos haciendo muchas cosas bien y teníamos motivos suficientes para sentirnos orgullosos. Los empresarios españoles han reaccionado a un entorno hostil de una manera ejemplar. Creo que cualquier empresa que haya superado esta crisis, representa en sí un ejemplo de optimismo para el futuro. Sobre todo, porque ahora es más competitiva y puede ofrecer mayores oportunidades a sus trabajadores.

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No obstante, las compañías han de continuar trabajando por ser cada vez más competitivas y para ello han de tener muy bien identificados los elementos que les aportan verdaderas ventajas competitivas. En este sentido, las personas cobran especial importancia. La identificación de verdaderos talentos en las organizaciones, que pueden convertirse en motores del crecimiento, es un trabajo en el que las consultoras pueden ayudar a las compañías.