Skoda, el éxito ‘checo’ del grupo Volkswagen

El éxito de sus vehículos hizo que la empresa pasase de ser de tipo familiar a una sociedad de acciones.

Adaptación en las dos Guerras Mundiales

Después de la primera Guerra Mundial entraron de lleno en la competición, donde demostraron el potencial de sus coches. La producción iba viento en popa y se situaba como el mayor fabricante de coches del Imperio Austro-húngaro.

La presión de la economía a mitad de los años 20 y una crisis de mercado y ventas hacen que se fusione en 1925 con Skoda Co. Otra empresa importante de Pilsen, con este nombre llegaría hasta la actualidad.

En los años 30 empezó a apostar por los vehículos populares, teniendo mucho éxito, aunque la llegada de la segunda Guerra Mundial obligó a tener como prioritaria la fabricación de los vehículos de uso militar. El conflicto y la invasión por parte de Alemania hicieron que se integrara en la estructura nazi, siendo alcanzada la fábrica por una bomba en mayo de 1945.

La época comunista

El final de la guerra trajo que fuera convertida en una compañía nacional llamada AZNP, con lo que tuvo el monopolio de la fabricación de coches en Checoslovaquia. A pesar de los cambios que llevaron a la nacionalización de la empresa en los años 50 y 60 la empresa marchó razonablemente bien, con modelos populares como el Octavia y la Felicia.

La nueva planta de Mladá Boleslav comenzó a funcionar en 1964, produciendo 120.000 unidades al año, pese al gran volumen de ventas el fuerte desarrollo de Europa Occidental hará que se empiece a cuestionar el modelo que se adoptaba en los países del bloque comunista que progresivamente empezaban a quedarse anticuados.

En los años 70 Skoda mantuvo su liderazgo en la Europa del Este, aunque fue una década de confirmación del estancamiento económico de la zona. A principios de los 80 desarrollaron el modelo Favorit que pasó a fabricarse en serie en 1987, con él la marca recuperó su papel principal en el mercado y empezó a exportar a varios mercados sus vehículos (incluida España).

Alianza con Volkswagen

A finales de la década y comienzos de los 90 los cambios políticos que dieron con el fin del comunismo y la apertura a la economía de mercado hicieron que el gobierno de Checoslovaquia y los directivos de Skoda buscasen un socio extranjero potente para garantizar la competitividad de la marca. En diciembre de 1990 se toma la decisión, será Volkswagen.

La década fue un paso a la modernidad y de éxitos con los nuevos Felicia, Octavia o Superb, los datos no mienten. En 1994 el 37% de la producción se exportaba y en 1999 las exportaciones eran un 80% de la producción total. La imagen de la marca fue ganando en consideración por parte del público internacional

En la primera década del siglo XXI aumentó la gama, tanto en variedad como en calidad y su buena marcha ha ido continuando, productos de buena calidad a precios sensiblemente menores que Volkswagen pese a compartir buena parte de sus componentes.

En 2016 tras el éxito del año anterior donde obtuvieron unas ventas de 1.06 millones de coches, ha empezado con un crecimiento en enero pasado de 91.600 unidades, suponiendo un 5,2% más que enero de 2015.

Europa occidental y China son los mercados principales, bajando las ventas en Rusia y países limítrofes. Las perspectivas de la marca son inmejorables, aunque la situación de crisis en un mercado tan importante como Rusia empaña el magnífico clima que se respira en una marca que ha ido superando todos los avatares de la historia con una magnífica capacidad de adaptación.