Cuando tomamos decisiones de cualquier tipo, muchas veces no hacemos un análisis racional de cada opción y un pormenorizado estudio de todo lo que supone cada elección, sino que utilizamos nuestras emociones y nuestra intuición. Se trata de un mecanismo que nos permite tomar decisiones rápidas en función de lo que sentimos en un determinado momento.
En la actualidad, las marcas buscan no sólo vendernos sus productos o servicios sino también provocar una emoción que nos haga identificarnos con esa marca. Es aquí donde interviene el marketing emocional. Muchos de nosotros ya querremos comprar el último modelo de iPhone sin haberlo visto o probado, porque ya se han generado por la marca unas expectativas que nos han emocionado y nos han suscitado el deseo de tener ese producto en nuestras manos.
Por otro lado, en el momento actual de crisis económica, las marcas más que nunca, utilizan las emociones para transmitir pensamientos positivos, de forma que un determinado producto o servicio se asocie con una emoción positiva. Esto se consigue mediante el sentido del humor, la exageración o los dobles sentidos, por ejemplo.
¿Qué es el marketing emocional?
El marketing emocional tiene como objetivo fidelizar a los clientes que ya tenemos y también captar nuevos usuarios a través de las emociones. Se trata de recurrir a los instintos más elementales del ser humano para conectar con él y que la marca quede identificada de una determinada manera en su cerebro.
De este modo, el marketing emocional es la parte del marketing que apela a las emociones dentro de las estrategias de marca. El objetivo es establecer vínculos emocionales y afectivos con los consumidores, de manera que sientan a la marca (producto o servicio) como algo cercano a ellos y del que necesitan ser parte.
Consejos para aplicar marketing emocional
A continuación, os proponemos algunos consejos:
- Haz un estudio sobre las necesidades y deseos de tus clientes objetivos. Esto puedes hacerlo a través de la observación en las redes sociales por ejemplo o haciendo una pequeña encuesta.
- Busca la relación de esos deseos con la posible satisfacción que puedan tener.
- Intenta definir esa relación en una frase que enganche a tus posibles clientes con emociones.
- Haz pruebas a ver cómo funciona esa frase ante tu público.
¿Qué propósito tienen las emociones en la publicidad?
Las emociones apelan a los sentimientos más básicos del ser humano. Se escapan de la razón y adentran a las personas en escenarios descontrolados movidos por impulsos y deseos. De esta forma, si una marca o empresa consigue llegar a la capa de las emociones traspasando la capa racional, tendrá muchas más posibilidades de hacer que el potencial cliente cree un vínculo afectivo mayor y más tribal.
Pero atención, en el marketing emocional hay que tener mucho cuidado con no provocar el efecto contrario al deseado. Ya que se está apelando a una parte del ser humano tan visceral, si no identificamos bien a nuestro target y cuáles son sus intereses, podemos crear un vínculo emocional negativo del que es complicado escaparse posteriormente.
Ejemplo de marketing emocional
Una de las empresas que más ha utilizado el marketing emocional en sus campañas es IKEA. La marca sueca de muebles ya no vende sólo muebles u objetos de decoración, sino que vende emociones al tocar la fibra sensible a través del ámbito familiar y del hogar. Todos sabemos ya qué es la “República Independiente de tu casa”.
Ventajas del marketing emocional
Las ventajas que ofrece el marketing emocional son principalmente tres:
- La fidelización de los clientes. Esto se logra porque se logra una relación más cercana a través de las emociones y los clientes se enamoran de la marca y de las emociones que vende.
- La mejora del posicionamiento de la marca. Para un cliente es más fácil recordar una sensación o emoción que le induce un producto o servicio que un nombre de una marca, y eso ayuda a posicionar mejor la marca en el sector donde trabaje.
- La recomendación. El boca a boca sigue siendo una de las mejores opciones para difundir nuestra marca y un cliente feliz que transmite su entusiasmo será nuestra mejor carta de presentación frente a otros clientes.