Seguro que muchas veces has escuchado el término mercantilismo, pero puede ser que no conozcas realmente su significado. Se trata de una teoría económica de los siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII bajo el supuesto de que el poder de un Estado depende de sus reservas de metales preciosos (oro y plata). Aboga por el desarrollo económico enriqueciendo al Estado a través del comercio exterior. En un sistema mercantilista, el Estado juega un papel primordial al adoptar políticas proteccionistas que, en particular, establecen barreras arancelarias y fomentan las exportaciones.
¿Qué es el mercantilismo?
Esta política, que apareció en el siglo XV, fue desarrollada en Francia a través de su experto económico y financiero Jean-Baptiste Colbert. El mercantilismo se basa en la posesión de metales preciosos como el oro o la plata, que se supone que revelan la riqueza de un país. De hecho, en ese momento, las monedas solo circulaban entre los más ricos y las llegadas masivas de metales preciosos del Nuevo Mundo no hicieron más que reforzar esta convicción.
Según la doctrina mercantilista, los individuos no son solo seres económicos, sino hombres con diversas actividades profesionales que el mercantilismo busca aglutinar. Los viejos economistas consideraban que cada uno tiene en cada profesión un interés particular, diferente a los intereses de la empresa. Por otro lado, el concepto mercantilista quiere que los intereses particulares y los intereses generales se integren dentro de una misma entidad, para fundar una gran nación que solo tenga intereses generales.
¿Cuál es el origen del mercantilismo?
El mercantilismo tiene sus orígenes en el siglo XVI, en los estados europeos. Fue sustituyendo el sistema feudal que se mantenía imperante desde la Edad Media. Esta corriente llegó para enriquecer mucho más a las naciones por medio de una doctrina basada en metales preciosos. Este sistema nace también por el descubrimiento de América. En el nuevo continente existían grandes cantidades de metales preciosos, lo que permitió el desarrollo de otro sistema económico basado en los metales.
Ahora bien, este sistema incluso desde su implementación, ha sufrido muchísimos cambios a lo largo de los siglos hasta conocerlo como hoy en día se desarrolla por los bienes de consumo. El sistema entonces, comenzó a basar más su riqueza en la explotación de recursos como la agricultura y la industria su medio generador, dando lugar también a límites de importación y la creación de los salarios, que se establecían lo más bajos posibles para obtener así un mayor beneficio para los comerciantes.
¿Cuáles son las causas del mercantilismo?
Históricamente, el mercantilismo surge a finales de la Edad Media, a mediados del siglo XV. Este es un período marcado por varios trastornos en la sociedad, que son las causas para que surja esta disciplina. Entre estas están:
- La religión: bajo la influencia (muy diferente) de la Reforma y el Renacimiento, se produce una liberación del poder político hacia la Iglesia. Poco a poco, los pensadores de la época dejaron de vincular la economía y la moral religiosa.
- El Estado: en el siglo XVI, la desaparición de la sociedad feudal reveló una nueva forma de poder: el Estado.
- Los grandes descubrimientos: la conquista de América significa la apertura de nuevas rutas comerciales y la intensificación de los intercambios. Sobre todo, implica una gran afluencia de oro y plata provenientes del saqueo y la minería.
- El orden social en Europa se modifica: la nobleza de la tierra se empobrece mientras aparece una nueva clase social importante, la de los comerciantes. La afluencia de metales preciosos permitirá un auge de las actividades económicas y de mercado.
¿Cuáles son las consecuencias del mercantilismo?
El período mercantilista creció rápidamente, particularmente en Inglaterra. Esto se debe en parte a que los gobiernos no fueron muy eficaces a la hora de hacer cumplir las políticas que adoptaron. Si bien, el gobierno podría prohibir las importaciones, por ejemplo, carecía de los recursos para detener el contrabando que crearía la prohibición. Además, la variedad de nuevos productos que se crearon durante la revolución industrial dificultó la aplicación de las políticas industriales asociadas con la doctrina mercantilista.
En 1860, Inglaterra había eliminado los últimos vestigios de la era mercantil. Se abolieron las regulaciones industriales, los monopolios y los aranceles, y se liberó la emigración y la exportación de maquinaria. En gran parte debido a sus políticas de libre comercio, Inglaterra se convirtió en la potencia económica dominante en Europa. El éxito de Inglaterra como potencia industrial y financiera, junto con Estados Unidos como potencia agrícola emergente, llevó a la reanudación de las presiones proteccionistas en Europa y a la carrera armamentista entre Alemania, Francia e Inglaterra que finalmente desembocó en la Primera Guerra Mundial.
Tipos de mercantilismo
Entre las medidas o políticas mercantiles, surgieron una variedad de tipos de este sistema económico, que se identificaban o diferenciaban según las características o el tipo de comercio mercantil. Así pues, existen: Bullionismo, también conocido como mercantilismo español, debido a que se desarrolló principalmente en España, y cuya característica principal reside en que basaba su riqueza en la acumulación de metales preciosos, teniendo su auge en los siglos XV y XVII. Sin embargo, también existen otros dos tipos muy interesantes.
Colbertismo, se trata de otro tipo de mercantilismo que propone su riqueza, a través de la creación de industrias que pudiesen procesar, los metales preciosos o los recursos que llegaban al país y transformarlos en bienes de insumo de mayor valor. Este tipo de mercantilismo fue propio de los franceses, y fue su alternativa, ya que estos tenían sus propias leyes que, en ocasiones, prohibían comprar recursos a los españoles. Comercialismo, o también llamado mercantilismo británico, fue una estructura que basaba su riqueza a través del comercio exterior.
¿Cuál es el objetivo del mercantilismo?
Su principal objetivo está en fortalecer el poder estatal. Se considera que el Estado debe mantener su riqueza dentro del país. Así, en un contexto donde la riqueza se intercambia en todo el mundo bajo el efecto del desarrollo comercial, los países deben conservar su riqueza exportando más y limitando las importaciones. El proteccionismo debe fortalecerse: las tarifas se revisan al alza, y las importaciones están estrictamente reguladas.
Por el contrario, las exportaciones se benefician de las subvenciones que las favorecen. Por otro lado, también es necesario promover la producción interna del país, a través del desarrollo de manufacturas, pero también a través del desarrollo de caminos destinados a promover el flujo interno de mercancías. El Estado también debe implementar regulaciones que protejan los comercios nacionales para evitar la competencia externa. Para los mercantilistas, el comercio permite enriquecerse. Por tanto, es necesario promover el desarrollo del comercio exterior y aumentar las exportaciones.