Las claves para una buena oratoria
No solamente los comerciales tienen que tener la capacidad de hacer llegar sus ideas y de convencer, sino cualquier persona que forma parte de la compañía. En cualquier momento, independientemente del cargo o tarea que se haga habitualmente, nos tendremos que comunicar con alguien, sean clientes, proveedores, otras empresas con las que se quiere llegar a algún tipo de acuerdo, con superiores a las que enseñar el proyecto encomendado, con gente del equipo a quien transmitir lo que se va a hacer…
¿Qué elementos debemos de trabajar?
Para confeccionar un buen discurso de oratoria, es imprescindible tener en cuenta los siguientes puntos:
- Tema: es importante delimitar los conceptos que se van a exponer. Las personas receptoras de la charla tienen que saber qué van a escuchar y en qué se centrará la intervención. Es imprescindible ceñirse a unos temas en concreto y no querer, de golpe, abordar demasiados temas. En caso de hacerlo así, como consecuencia, se provoca dispersión y que no quede claro lo que se quiere transmitir.
- Objetivos: preguntarse qué se quiere conseguir con el discurso: dar a conocer un determinado proyecto o procedimiento, avisar sobre cambios en la organización, motivar para llevar a cabo una determinada acción… Es imprescindible delimitarlo porque es la idea que tiene que quedar en la cabeza de los presentes.
- Ideas clave: delimitar aquellos puntos dentro del tema a tratar que se tienen que seguir. No es conveniente dar demasiadas; es preferible pocas y claras que muchas y dispersas.
- Argumentos: aunque tenga un rango superior a las personas a quien se dirige, la persona no puede pedir que sus trabajadores hagan las tareas solamente porque él lo dice y ya está. Tiene que argumentar los motivos de sus decisiones, de forma que sean comprensibles para todo el mundo y que los que van a desarrollar la idea prevista entiendan que aquello tiene sentido y que su trabajo revertirá en algún beneficio.
Estructura del discurso
Una intervención se puede dividir en tres partes:
- Introducción: hay que despertar el interés y atención del público. Para ello, se pueden utilizar técnicas como preguntas que se responderán durante el discurso y marcar claramente desde un buen inicio sobre qué se quiere hablar.
- Desarrollo: marcar las ideas clave y, para facilitar la comprensión, poner ejemplos que demuestren que el plan que se presenta será útil y llevará una mejora en la organización.
- Conclusión: remarcar los objetivos que se quieren conseguir, cómo llegar a ellos y delimitar las tareas que cada miembro del grupo tiene que desarrollar.
¿Qué estilo de oratoria utilizar?
Según cuál sea la situación comunicativa, hay que utilizar un estilo u otro. Eso dependerá de lo siguiente:
- Grado de formalidad: según si la reunión es con unos cargos u otros, la formalidad será diferente. Por ejemplo, en caso de dirigirse a unos superiores en la presentación de un proyecto, es evidente que el grado de formalidad tiene que ser alto. Por lo tanto, el lenguaje a utilizar será muy correcto y la forma de vestir, formal. En cambio, en un contexto de una reunión de grupo, no hace falta tomarse tantas preocupaciones al respecto y hasta es mejor hablar de forma más desenfadada para facilitar la intervención de todos los miembros del grupo.
- Grado de participación: independientemente del grado de formalidad, siempre es importante facilitar la participación. Es una forma de implicar a todas las personas en el proyecto y de recoger aportaciones e ideas. Toda persona puede aportar alguna cosa desde su experiencia, por lo que no se tiene que menospreciar a nadie.
- Proximidad: en caso de dirigirnos a alguien superior en rango, la proximidad tiene que ser la justa para presentar el proyecto. Un exceso de confianza puede causar incomodidad y revertir en contra nuestra. En cambio, si es al revés, es importante ser próximo por lo comentado anteriormente y facilitar la participación.
¿Cómo preparar el discurso?
No es recomendable exponerse al público sin antes haber ensayado. Para ello, se puede hacer lo siguiente:
- Conocer las habilidades comunicativas propias: hay personas con más carisma o capacidad de transmitir. En caso de ser más tímido y no tener esta facilidad, ser capaz de esconder durante el discurso esta dificultad o vergüenza.
- Practicar el discurso: no es recomendable llevar el discurso todo escrito palabra por palabra, porque le quita fluidez. En cambio, sí conviene ensayarlo ni que sea un par de veces para controlar el tiempo que se tardará y asegurarse que las ideas clave a transmitir quedan reflejadas.
- Probar el funcionamiento de los elementos de soporte: en caso de utilizar alguna ayuda, asegurarse antes de empezar que funciona. En caso contrario, se transmite imagen de poca profesionalidad e improvisación.
¿Qué elementos hay que tener en cuenta al dirigirse al público?
Voz
- Tono e intensidad: hablar de forma clara, ni demasiado alto ni bajo.
- Modelación de la voz: no utilizar siempre el mismo tono, sino que cambiar o marcar pausas cuando se quiera mostrar una idea importante.
- Entonación y pronunciación correcta: que se entienda lo que se transmite.
- Ritmo del discurso: que sea un ritmo ágil, sin paros demasiado largos pero dejando pequeños espacios para que el receptor pueda comprender la información.
Lenguaje
- Adaptado al público.
- Evitar las palabras “comodín”: evitar demasiados “bueno”, “pues” y otras expresiones que no aportan nada y muestran inseguridad.
- Evitar mostrase pedante: hablar de forma segura no significa mostrarse superior a los demás,
Mirada
- Focalizarla al público: mirar a los ojos mientras se habla refleja seguridad y a la vez facilita la atención del público.
- Que refleje optimismo: evitar mostrar inseguridad y transmitir energía positiva al público.
- Gestualidad
- Naturalidad: evitar gestos excesivos o mostrarse demasiado parado como si se fuera un robot.
- Voz y gestos tienen que estar en harmonía
Imagen
- Higiene: evidentemente, mostrar una buena imagen.
- Ropa adecuada: a más formalidad, ropa más formal.
- Evitar complementos: evitar cualquier carga a los ojos de los receptores. Es imprescindible ir lo más cómodo posible.
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