Mujeres al Timón
Trump es el rey de los titulares, la novedad en la política, un showman que cada aparición dice cosas sorprendentes. Algunos le ven como un intruso en una campaña electoral que parecía diseñada para que Clinton se convirtiera en la primera mujer presidenta de América.
Hillary Clinton no tiene tampoco un pasado demasiado inmaculado, muchos especialistas políticos argumentan que fue una de las personas responsables en la guerra que llevó a Libia al caos, el mismo que se extendió a otras zonas de África y Europa. Además de este ha continuado defendiendo más guerra al Oriente Medio.
Clinton ha prometido apoyar más a Israel en su contencioso con los palestinos, estando firmemente comprometida con la alianza entre Arabia Saudí e Israel para derrocar a Assad, trozear Siria y destruir la alianza chií existente entre Irán, Assad y Hezbolá.
Todo esto hace que aumente el riesgo de confrontaciones militares, tanto en Rusia como en Oriente Medio. Además, no ha dudado en defender una política de tipo beligerante contra Rusia en la frontera con Ucrania.
Algunos observadores serios como John Pilger o Ralph Nader, piensan que Hillary Clinton puede conducirnos a una Tercera Guerra Mundial. Trump no se ajusta a este prototipo, tiene comentarios en ocasiones desagradables, pero es alguien totalmente diferente a los patrones típicos que solemos oír a los políticos estadounidenses.
Los medios de comunicación en Europa venden a Hillary Clinton como una opción sensata y moderada al compararla con Donald Trump. A pesar de esto, resulta que lo que quiere este último es reconstruir las infraestructuras de su país en lugar de gastar el dinero en guerras en el exterior. Al final Trump es un empresario y ha expresado de manera clara la intención de finalizar la peligrosa demonización de Putin a la hora de desarrollar relaciones futuras en el plano comercial con Rusia, algo que sería bastante positivo para Estados Unidos.
Aunque parezca extraño, Trump antes de presentarse como republicano, era conocido como demócrata y estaba a favor de muchas políticas sociales progresistas, que están bastante más a la izquierda de los actuales repúblicanos.
Lo cierto es que Trump es realmente impredecible, un lobo solitario y nadie sabe quienes son a la hora de la verdad sus asesores políticos. El el fondo hay esperanza de que saque fuera de la política a los neoconservadores o intervencionistas liberales que llevan dominando la política exterior estadounidense en los últimos 15 años.
Aunque tenga buena prensa, la afirmación de la experiencia de Clinton como secretario de Estado no es que fuera demasiado positiva. La maquinaria pro Clinton que domina actualmente el Partido Demócrata lleva 20 años preparando que Hillary sea la primera mujer presidenta de USA y su carrera se diseñó para ese fin. Primero fue senadora de NY, después secretaria de Estado.
Hillary Clinton casi con total seguridad será la candidata Demócrata a las elecciones de Estados Unidos y lo más probable es que compita contra un Donald Trump que ha pasado de ser una anécdota a una realidad. Los norteamericanos más hartos de la política ya saben al candidato al que van a votar, alguien diferente que promete por encima de todo poner a los norteamericanos y sus problemas por encima de otras disquisiciones.
El resto del mundo en su mayoría ve entre extrañado y con un cierto temor al multimillonario, Hillary Clinton es un mal menor, aunque quizás no tan menor como pudiera parecer. Las decisiones la mayor potencia del planeta sea quien sea el vencedor no gustarán a todos, ni la esperanza decepcionante de Obama (pese a su carisma) lo consiguió.
