Miércoles, 24 de Abril de 2024
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DRM (Digital Rights Management): ¿Qué son y qué derechos se ven afectados?

DRM (Digital Rights Management): ¿Qué son y qué derechos se ven afectados?

Uno de los problemas más comunes que hay en internet son los derechos de autor. En la web, puedes encontrar gran cantidad de contenido gratuito, que en otro lugar tendrías que pagar. Por esto se crearon, los DRM, o programas anticopia que limitan o controlan el acceso de personas no autorizadas, al contenido de determinados usuarios. Generalmente, se aplican a productos de origen creativo como libros, música, películas o cualquier tipo de software.  Presta mucha atención a continuación para que veas cómo funciona y qué derechos se ven afectados.

¿Qué es DRM?

Todos sabemos la cantidad de contenidos digitales que encontramos en la web. Esto podría ser una ventaja y desventaja a la vez dependiendo de cómo se maneje. La Gestión de Derechos Digitales, son tecnologías que te impiden el ingreso a determinados contenidos. ¿Por qué? Porque para desarrollarlo se tuvo que invertir bastante dinero y el cibernauta no está dispuesto a pagar por ello. Como por ejemplo, en la industria de la música que se transformó a partir de la llegada del internet.

Ahora todo lo puedes conseguir en la web, mientras que en años anteriores tenías que pagar por el cd de tu artista favorito. De esta manera, es muy sencillo replicar un archivo digital, porque no tiene tantos parámetros de seguridad como en otros medios. Esto da lugar a las copias ilegales y es allí donde se ven afectados los creadores de contenidos. ¿Qué industrias se ven afectadas? Básicamente, el sector de los videojuegos, el cine y la música, que ven cómo se copian sus trabajos sin ninguna sanción.

¿Cuáles son los 4 tipos de gestión de derechos digitales?

Existen 4 tipos de gestión de derechos digitales que se ajustan a los diferentes contenidos de internet. El primero es el DRM y el cine, en el que se comenzó a cifrar las obras audiovisuales en 1996 a través de un algoritmo. Entonces, los fabricantes tuvieron que firmar licencias para distribuir legalmente sus proyectos. Además, tenemos a la música, donde se aplicó el DRM a los CD para evitar su reproducción ilegal.

Al principio era bien interesante porque no todos los equipos podían reproducir los discos con DRM. Luego se fue vulnerando esta capacidad hasta que dejó de ser viable. Mientras tanto, la música por internet sí que utiliza este método para evitar copias ilegales. Por ende, debes pagar una suscripción para servicios específicos. Por su parte, los libros electrónicos también tienen DRM para limitar las copias y su compartimiento, algo parecido a lo que pasa con las marcas de agua. Esto último también es un DRM y limita el uso indiscriminado de una imagen o video en la web.

¿Cómo funciona el DRM?

Los DRM funcionan como un programa que ayuda al propietario de un contenido a limitar el uso que le dan a su producto. Para esto, las plataformas emplean técnicas muy específicas como la encriptación, lo que le da al dueño un mayor control sobre el acceso a sus proyectos. De esta manera, se autoriza con ciertas restricciones al uso de determinados contenidos, protegiendo así a los derechos del autor. Este ha sido uno de los problemas más grandes desde que se creó el internet, lo que ha dado paso a la piratería y mucho más.

Es aquí donde aparece la licencia, que determina qué es lo que se puede hacer con ese contenido. Por esto hablamos de que es un modelo muy organizado, al punto que el creador tiene contacto con el DRM para establecer cualquier tipo de límite. De esta forma, quienes no tienen la licencia no podrán disfrutar de todos los beneficios del producto, teniendo que pagar para ello. Por lo tanto, el DRM tiene dos funciones básicas, la gestión de derechos digitales y la gestión de esos derechos.

Aplicación legal de DRM

El DRM tiene tanta utilidad que posee asidero legal prácticamente en el mundo entero. Ellos pueden restringir los derechos para que solo el distribuidor de medios decida cómo usarlo. En este sentido, hay que destacar que el distribuidor puede no ser el poseedor del contenido, lo que amplía su campo de acción. Por otro lado, los DRM son apoyados por diferentes gobiernos, al punto de que ya hay leyes que prohíben la producción y venta de equipos digitales. Así que es algo que puedes usar sin ningún problema.

A pesar de esto, la realidad es que los mecanismos legales pueden violarse a través de programas informáticos. Estos ingresan en el sistema y logran replicar la información que desean sin tener alguna penalización. Por lo tanto, podríamos decir que es la desventaja de los DRM, ya que es un mecanismo que no te protege al 100%. Aun así, es mucho mejor que lanzar tu contenido a la web sin ningún tipo de restricción. Esto afectaría tanto a tus finanzas como al producto en sí.

¿Cómo afectan al software libre?

La realidad es que el DRM y el software libre no están muy alineados.  Este último tiene una ideología bastante clara en la que permiten que cualquier persona utilice y modifique la configuración de sus proyectos. De esta manera, este tipo de programas son más perjudicados en los estados en los que el DRM es ampliamente aceptado. De hecho, algunos sistemas penalizan a los creadores de contenido que no utilicen este mecanismo, lo que ha creado un gran problema.

Los promotores del software libre siguen pensando en alternativas para que sus plataformas no se vean perjudicadas. Existen programas que protegen a los creadores y usuarios de estos proyectos y buscan diferenciarlos de los proyectos con licencia. Además, la mayoría de programas de uso libre no tienen fines de lucro, así que nadie se enriquecerá por su uso. Mientras tanto, los demás creadores de contenido sí pueden elegir cuánto y cómo cobrar por sus proyectos. Son diferencias que hay que evaluar antes de tomar una decisión.

¿Qué derechos se ven afectados?

Podemos decir que el DRM es una gran maravilla, pero también hay detractores que se oponen a su uso. Uno de los motivos es que argumentan que esto viola muchos derechos fundamentales del hombre. Por ejemplo, está el libre derecho a la cultura y el derecho a la intimidad, porque estos programas rastrean cuándo vemos un determinado contenido. Además, no se pueden hacer obras derivadas de estos contenidos ni se tiene la posibilidad de guardar copias para fines específicos.

Por lo tanto, ciertamente el DRM limita el uso del internet, pero lo que busca es proteger a los propietarios de los contenidos. Últimamente, se ha visto mucha piratería y esto afecta en gran medida a los empresarios y desarrolladores. En consecuencia, pensamos que es una buena opción para mantener los derechos del propietario, aunque se pueden hacer algunas excepciones. Ahora es tu turno de decidir qué es lo mejor para ti, si prefieres la seguridad de los DRM o te decantas por la independencia del software libre.

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