Cuando se revisa un recibo correspondiente a la nómina, es frecuente ver un concepto asociado a “contingencias comunes”. Pero ¿qué son estas contingencias? ¿Es obligatorio que deba pagarlas? Hoy veremos de qué se trata este concepto, sus diferencias con las contingencias profesionales, los derechos que conceden estas contingencias y el cálculo o porcentaje que representa en función de la nómina.
¿Qué son las contingencias comunes?
Las contingencias comunes son eventos o circunstancias imprevistas que pueden afectar el funcionamiento normal de una empresa o proyecto. Las contingencias comunes pueden incluir desastres naturales, interrupciones en la cadena de suministros, problemas con el personal o problemas con los proveedores.
Para mitigar los efectos de estas contingencias, en especial para el ingreso económico en el proceso de recuperación, la seguridad social ha creado un tipo de cotización de protección del ingreso, en la que aportan tanto el empleador como el trabajador y es denominada cotización por contingencias comunes.
¿Qué prestaciones cubren las contingencias comunes?
Entre las protecciones que se establecen por contingencias comunes podemos citar:
- Baja médica temporal.
- Embarazo y maternidad.
- Contingencia por paternidad.
- Asistencia y prestaciones para farmacia.
- Jubilación.
- Protección en caso de muerte en caso de enfermedades o accidentes de tipo no laboral.
Diferencia entre contingencias comunes y profesionales
Existe una diferencia marcada entre las contingencias comunes y las profesionales y, radica en el motivo que causa la aplicación de la misma. Las contingencias comunes destinan recursos para proteger el ingreso en caso de eventos no resultantes de las actividades de trabajo.
En cambio, las contingencias profesionales destinan recursos para proteger el ingreso del trabajador cuando este no pueda asistir a sus actividades producto de situaciones derivadas de las mismas. Es decir, un accidente o enfermedad ocupacional.
¿Qué derechos dan las contingencias comunes?
El derecho más importante de todos, es que, producto de la incapacidad que enfrente el empleado, este puede pedir la baja laboral. En consecuencia, ya no cobrará un salario o sueldo como contraprestación de su actividad laboral. Sino que se activa una prestación proveniente de la seguridad social.
Tipos de contingencias comunes
Entre los tipos de contingencias comunes podemos destacar la contingencia para trabajadores por cuenta ajena y la contingencia para trabajadores autónomos. La diferencia entre ambos conceptos está en que el trabajador autónomo debe ingresar sus propias cotizaciones y soportarlas.
¿Cómo se calcula la base de cotización por contingencias comunes?
El cálculo de la cotización por este tipo de contingencia depende de los tramos salariales del empleado. Puesto que, los sueldos varían en función del puesto de trabajo en la empresa y otros ingresos que deben deducirse.
En el caso del empleado se calcula con respecto a la base de cotización y su porcentaje es fijo, siendo del 4.70%. Ahora bien, para la empresa, este porcentaje es un poco mayor, siendo del 23.60% partiendo de la misma base.
La base de cálculo para estos porcentajes incluye el total del sueldo, pero sin incluir aspectos extraordinarios (de existir) como las horas extras. Además, esta cotización se encuentra regulada por bases mínimas y máximas en función de los denominados grupos de cotización. Las mismas nunca deben ser menores que el mínimo de base ni más que la base máxima.