Cómo seleccionar la franquicia que más te conviene
¿Por dónde empezamos? Vamos a ayudarte un poco en este artículo:
Algo importante es comenzar analizando las opciones y el perfil como franquiciado:
¿Quieres realmente pertenecer a una red de franquicias? Hay que tener claro que entrar en un sistema de franquicias implica que se asuman una serie de normas. El franquiciado es una entidad independiente, tu relación con el franquiciador no es la de empleado-empresa, pero sí que vas a ser parte de una red que tiene una serie de normas que están detalladas en el contrato de franquicia. Esto tiene un claro significado, ya que las decisiones que vayas a adoptar, las tomará finalmente el franquiciador al afectar a su red. Esto debemos tenerlo en cuenta, ya que va a marcar tu relación con empleados, clientela y también con los proveedores.
¿Ser Gestor o Inversor? Hay que preguntarse qué relación se quiere establecer con la enseña, si se quiere uno limitar a ser inversor o tener más participación a la hora de gestionar la unidad de negocio. No es lo mismo una cosa que otra, y tampoco lo son los riesgos que se corren.
¿Tienes experiencia o formación? Si tenemos la idea de emprender, solemos guiarnos por la experiencia o formación que tenemos. Esto te da más seguridad y muchas franquicias quieren candidatos que tengan una serie de requisitos con afinidad a la franquicia de la que quiere ser partícipe, básicamente que haya trabajado en una actividad parecida.
¿Capacidad de aprender y adaptarse a los cambios? Por descontado uno de los requisitos que te van a pedir es aprender cosas nuevas y adaptarse a los cambios que tanto el mercado como la central te van a ir exponiendo.
Como decíamos al principio, la formación que uno tenga y la experiencia puede que marquen los primeros pasos y podrá serte de ayuda a la hora de elegir el sector en el que puedes sentirte más cómodo para establecer tu propia franquicia. Aunque en el emprendimiento no hay reglas fijas y existen muchos casos de éxito en sectores que eran totalmente nuevos para la persona que entraba en el negocio.
Se deben evitar negocios que estén muy saturados o en los que la marca por la que apuestes no ofrezca ventajas constatables frente a la competencia, esto lo único que hará es ponerte más complicado la labor de comenzar en el negocio, que es la más dura.
Hay que apostar por franquicias que sean innovadoras y que operen en mercados seguros que estén consolidados. Por último, hay que valorar si uno se decanta por una franquicia de producto o de servicio, esto hace que sean una serie de conceptos de gestión diferentes, así como una serie de inversiones y condiciones contractuales diferentes.
No hay que olvidar si el negocio por el que te decantas necesitas o no tener un local, esto supondrá una inversión mayor, lo que puede incidir de manera directa en tu cuenta de resultados y a la hora de recuperar el esfuerzo inversor que hayas realizado.
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