Uno de los elementos más importantes de nuestra ley, son las circunstancias atenuantes del código penal, algo que puede cambiar una sentencia por completo. Según el texto, se trata de circunstancias que reducen la responsabilidad penal del imputado, sirviendo a la vez, para hacer un nuevo ajuste de la pena. Por esta razón, una vez que los abogados defensores conocen todos los pormenores del caso, se dedican a buscar atenuantes que permitan disminuir la sentencia. A continuación, te mostraremos todo lo que necesitas saber sobre este aspecto del código penal.
¿Qué son las circunstancias atenuantes del código penal?
Las circunstancias atenuantes del código penal son situaciones que permiten aminorar la responsabilidad del implicado en un caso. Esto está tipificado en el artículo 21 del código penal, que señala las diferentes atenuantes que se ajustan a cada contexto. La primera de ellas es la grave adicción a sustancias psicotrópicas, lo que imposibilita un correcto raciocinio. Por otro lado, tenemos la confesión antes de ser señalado como participante en el hecho, algo que da algún atisbo de inocencia ante el juez.
Asimismo, se le cataloga como circunstancia atenuante a la reparación de los daños causados o disminución de sus consecuencias. Básicamente, esto lo que demuestra es el sentimiento de culpa que tiene el responsable, algo que es bien tomado por la autoridad. A su vez, están los procedimientos indebidos en todo el juicio, que generan “puntos” a favor para el imputado. Todo esto se toma en cuenta según las circunstancias del caso, dando así la posibilidad de reducir la condena.
Clasificación de las atenuantes del código penal
Las circunstancias atenuantes del código penal se clasifican en tres tipos, donde cada una tiene características diferentes. Estas explican de una forma precisa cómo se reduce la pena según cada caso, así que hay que leerlo con detenimiento antes de ir a juicio. Además, es imperativo que el implicado le explique a su defensor todo lo que ocurrió, evitando ocultar algún detalle. Esto puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso a la hora de comparecer ante el juez. Veamos cada una a detalle:
Eximentes incompletas
Primero que todo encontramos las eximentes incompletas. Se trata de una atenuante que exime de responsabilidad a aquellos que están en el medio entre la plena culpabilidad y la falta de ella. En consecuencia, están en una especie de limbo, porque no llenan todos los requisitos para ser culpados, pero tampoco para ser exculpados. Es algo bastante complejo y que debe ser estudiado detenidamente por el juez, ya que en una situación ocurren muchas cosas que se salen de las manos.
En tal sentido, si se llega a aplicar la eximente incompleta, la pena no se sentencia por las reglas ordinarias, sino por el artículo 68. Por lo tanto, se mantiene la reducción de la pena en un mínimo grado por obligatoriedad. También se le rebaja la sentencia en dos grados con carácter facultativo. De tal manera, que la ley puede ser flexible si se demuestra la no culpabilidad completa del acusado. No obstante, es necesario tener un abogado a nuestro lado para explicárselo de la mejor manera al jurado.
Atenuantes ordinarias
Por otro lado, entre las atenuantes del código penal, también tenemos las atenuantes ordinarias. Que son aquellas circunstancias que están señaladas en la ley, pudiendo ser un estado pasional, adicción a las drogas, confesión temprana, etc. Es así como, encontramos casos en los que el imputado ha cometido el delito debido a los efectos de los estupefacientes. A su vez, están los estímulos que son tan poderosos como el arrebato, la obsesión u otro estado pasional que nubló su mente.
Asimismo, encontramos la dilación extraordinaria en la tramitación del caso, lo que pone en desventaja al imputado. Por ende, el jurado toma esto en cuenta y lo valora como una atenuante ordinaria, teniendo así la posibilidad de reducir la condena. También tenemos los casos en los que el culpable confiesa su participación y responsabilidad antes de iniciarse el procedimiento judicial. De esta manera, podemos ver cómo actúan las atenuantes del código penal en nuestro país, algo que puede cambiar la vida a un implicado.
Atenuantes analógicas
Por último, tenemos las atenuantes analógicas. En ellas se agrupan todas las circunstancias que están tipificadas en el artículo 21 de nuestro código penal, señalado en el primer párrafo. En este sentido, cada atenuante puede reunir situaciones similares a las anteriores, pero que tengan la intención de beneficiar al acusado. Sin embargo, el hecho tiene que tener una relación en cuanto a estructura con las características de las demás atenuantes. Por ello, puede considerarse como una de las más complejas de determinar, pero puede beneficiar enormemente al procesado.
En estos casos el abogado defensor debe estudiar muy bien todas las características del caso para no dejar vacíos legales. Él es el encargado de demostrar ante el juez que el acusado no estaba en pleno uso de sus cabales al cometer el delito, por lo que merece una rebaja de la condena. Para esto se toma en cuenta lo señalado anteriormente, además de que el implicado debe mostrar buen comportamiento en todo momento. Como podemos ver, las atenuantes del código penal sirven para rebajar la pena del acusado siempre y cuando se den las circunstancias necesarias.
¿Cómo funcionan las circunstancias atenuantes?
El efecto principal de las circunstancias atenuantes es reducir la pena según el delito que se impute. Estas circunstancias se detallan en los artículos 21, 65 y los siguientes del código penal. Por otro lado, algunos expertos indican que son restos del artículo 20 cuando no pueden aplicarse todos los requisitos exigidos. Además, hay que tener en cuenta que las atenuantes se pueden considerar para el momento del delito o después, y deben ser estudiadas detenidamente, dependiendo de cada caso.
En cualquier caso, es imperativo contratar al mejor abogado defensor posible. Una vez que lo consigamos debemos explicarle lo ocurrido con todos los detalles posibles. A partir de aquí, el profesional estudiará la situación y consultará diversas fuentes a ver si cabe la posibilidad de alguna atenuante. De ser procedente, debemos seguir sus indicaciones para aumentar las probabilidades de reducir la pena. Por su parte, las circunstancias atenuantes del código penal valoran las múltiples variables que pueden influir en la comisión de un delito.