El 60% de la industria se digitaliza, pero la falta de talento frena el salto

La industria española avanza en digitalización, pero el salto definitivo aún no llega. Aunque seis de cada diez compañías ya han activado proyectos tecnológicos, solo una minoría ha logrado llevarlos a una fase de plena madurez, según el último informe sobre Industria 4.0.

«La industria española está en el camino correcto, pero todavía no ha cruzado el umbral que separa la adopción de la transformación real». Con esta idea resume Enrique Ramírez, presidente del Observatorio de Industria y Tecnología, el momento que atraviesa el sector productivo nacional en materia de digitalización.

Los datos respaldan esa sensación de avance incompleto. Cerca del 60% de las empresas industriales asegura haber puesto en marcha iniciativas de digitalización con resultados positivos, pero apenas algo más de una de cada cinco considera que esos proyectos están en una fase avanzada. La mayoría, por tanto, sigue transitando un terreno intermedio, donde la tecnología empieza a generar valor, aunque todavía no se ha convertido en un auténtico motor de competitividad.

El VIII Informe Smart Industry 4.0, elaborado por el Observatorio junto a la consultora Structurit, aporta además una dimensión hasta ahora poco cuantificada del fenómeno. La denominada Smart Industry en España engloba ya a más de 88.000 entidades relevantes, entre empresas privadas y administraciones públicas, con un peso económico conjunto que supera los 860.000 millones de euros, el equivalente a más de la mitad del PIB nominal previsto para 2025.

Sectores que tiran del carro

No todas las ramas industriales avanzan al mismo ritmo. El esfuerzo inversor en Industria 4.0 se concentra especialmente en automoción y manufactura, alimentación y bebidas, energía, los sectores farmacéutico y químico, así como en retail y transporte. Son ámbitos intensivos en capital, datos y procesos, donde la automatización, la analítica avanzada o la conectividad industrial tienen un impacto directo en costes, eficiencia y tiempos de respuesta.

En paralelo, el informe detecta una evolución positiva respecto a ejercicios anteriores: cada vez menos compañías declaran haber obtenido un retorno escaso de sus proyectos digitales. Ese porcentaje se sitúa por debajo del 20%, el nivel más bajo de toda la serie histórica, lo que apunta a una mayor madurez en la selección y ejecución de las iniciativas.

El cuello de botella del talento

Sin embargo, el principal freno sigue siendo el mismo. La falta de perfiles especializados en tecnología industrial continúa lastrando la velocidad de transformación. Tres de cada cuatro empresas reconocen la necesidad urgente de reforzar sus programas de formación y de atraer talento digital, una carencia que, según el estudio, solo puede abordarse mediante una respuesta coordinada entre empresas, instituciones y organismos profesionales.

«La colaboración intersectorial y la apuesta por la capacitación son ya factores críticos para competir», subraya Ramírez, que advierte de que sin ingenieros y técnicos preparados la digitalización corre el riesgo de quedarse en proyectos piloto sin continuidad.

Inteligencia artificial: mucho interés, poca escala

Uno de los capítulos más relevantes del informe es el dedicado a la inteligencia artificial. El interés por estas tecnologías, incluida la IA generativa, es elevado, pero su despliegue real todavía es limitado. Apenas un 23% de las compañías ha implantado soluciones de IA a escala, mientras que casi la mitad se encuentra en fases piloto o exploratorias.

En conjunto, cerca del 70% del ecosistema industrial ya está experimentando con inteligencia artificial, aunque persisten barreras importantes: la escasez de talento especializado, las dudas sobre la privacidad y la confidencialidad de los datos industriales, la compleja integración entre sistemas operativos de planta (OT) y tecnologías de la información (IT), y la ausencia de estándares comunes.

Ciberseguridad y dato, pilares de la industria digital

El informe subraya además dos elementos que se consolidan como imprescindibles en cualquier estrategia 4.0: la ciberseguridad industrial y la calidad del dato. La creciente digitalización incrementa la exposición a riesgos y ataques, mientras que la toma de decisiones en tiempo real exige información fiable, estructurada y accesible.

Sin estas dos bases, advierte el estudio, la industria difícilmente podrá avanzar hacia modelos más automatizados, conectados y eficientes.

Hoja de ruta a cinco años

Más allá del diagnóstico, el documento plantea una agenda clara para los próximos cinco años. Entre las prioridades figuran impulsar la formación continua en competencias digitales, avanzar en interoperabilidad y estandarización, priorizar inversiones en IA generativa, gemelos digitales y analítica avanzada, y reforzar la ciberseguridad como condición para una digitalización sostenible.

También se propone alinear la transformación industrial con los objetivos de eficiencia energética, reducción de emisiones y economía circular, así como desplegar desde el ámbito público un Plan Nacional de Transformación Industrial 4.0, apoyado en estándares europeos para la integración OT/IT.

«Las recomendaciones están muy segmentadas y pensadas para cada actor del ecosistema: administraciones, empresas, profesionales e integradores», explica Javier de la Cuerda, CEO de Structurit. «Solo así podremos avanzar hacia una industria más competitiva, innovadora y preparada para el futuro».