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El Canal de Panamá, atrapado entre el cambio climático y la geopolítica de Trump

La ACP estima ingresos por 5.207,2 millones de dólares, un 7,4% menos que los 5.623,5 millones esperados para el año fiscal 2025. Esa caída se debería a una reducción estimada de entre 1.100 y 1.200 tránsitos de buques.

El Canal de Panamá, atrapado entre el cambio climático y la geopolítica de Trump
Publicado a 23/08/2025 20:00 | Actualizado a 29/08/2025 9:57

En el ejercicio fiscal de 2024 saltaron las alarmas. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) reportó una dramática reducción del 29% en el número de buques que cruzaron la vía interoceánica, descendiendo de 14.080 a apenas 9.944 tránsitos, debido a los efectos de una intensa sequía que redujo los niveles de los reservorios de agua dulce esenciales para su operación. Esta caída coincidió con una disminución del 17% en el volumen transportado, de 511 a 423 millones de toneladas.

La situación fue tan grave que se llegaron a imponer restricciones que limitaron el tránsito diario de buques; en su punto más crítico, a solo 22 buques por día en lugar de los 38 habituales. Aunque la situación mejoró durante la temporada de lluvias de 2024–2025, esa pérdida ya había impactado significativamente en los resultados financieros del que está considerado una de las cinco vías marítimas más importantes del mundo.

¿Cómo funciona el Canal de Panamá y por qué afecta la sequía?

El Canal de Panamá es una de las infraestructuras más estratégicas del mundo porque conecta el océano Atlántico con el Pacífico y evita a los barcos tener que rodear Sudamérica por el cabo de Hornos. Su funcionamiento se basa en un sistema de esclusas que eleva a los barcos a través de lagos artificiales -como el Gatún-, situados a alrededor de 26 metros sobre el nivel del mar, y luego los desciende de nuevo hasta el océano.

Mapa Canal de Panamá

Cada tránsito requiere enormes cantidades de agua dulce: alrededor de 200 millones de litros por barco. Esa agua procede directamente de los lagos y ríos que nutren la cuenca hidrográfica del canal. Cuando se produce una sequía, los niveles de los lagos descienden, lo que limita el número de buques que pueden cruzar y, en algunos casos, obliga a imponer restricciones de calado: es decir, se reduce la carga máxima que los barcos pueden transportar para no encallar.

Por esa razón, una temporada seca prolongada como la registrada en 2023 y 2024 afecta directamente, tanto al volumen de tránsito como a los ingresos del canal.

Impacto económico

Los efectos de la sequía y la reducción de tránsitos también se han reflejado en las proyecciones presupuestarias para el año fiscal 2026, que se inicia en octubre de 2025. La ACP estima ingresos por 5.207,2 millones de dólares, un 7,4% menos que los 5.623,5 millones esperados para el año fiscal 2025. Esa caída se debería a una reducción estimada de entre 1.100 y 1.200 tránsitos de buques.

A pesar de este descenso, el canal espera que las contribuciones al fisco panameño -a través de impuestos, seguridad social u otros pagos- aumenten hasta alcanzar los 3.193,8 millones de dólares, un 14,5% más respecto al año anterior. Sumado a ello, se estiman pagos adicionales a distintas entidades estatales por un total de 291,1 millones.

El presupuesto operativo para el año fiscal 2026 es de 1.615 millones de dólares. Sin embargo, la ACP ha diseñado una estrategia centrada en la sostenibilidad hídrica, con un énfasis claro en asegurar el suministro de agua a largo plazo mediante el proyecto del embalse del río Indio. Una infraestructura clave con un coste estimado de 1.600 millones de dólares, destinada a garantizar el abastecimiento de agua tanto para la operación del canal como para uso humano por los próximos 50 años.

Este megaproyecto, aprobado por el Consejo de Gabinete como de interés público, implicará la reubicación de comunidades locales y ha generado resistencia. Además, la ACP impulsa el Programa Hídrico, que busca diversificar las fuentes de agua, optimizar el uso de reservas e implementar tecnologías avanzadas de gestión hídrica, protegiendo la Cuenca Hidrográfica del Canal y reduciendo la dependencia exclusiva del ciclo de lluvias.

En paralelo, la autoridad se apoya en una estrategia de diversificación económica: desarrollo de un gasoducto, nuevas terminales portuarias y un corredor logístico, así como inversiones en formación y bienestar del personal. El objetivo es mantener la competitividad del canal más allá del negocio tradicional de tránsitos.

Un problema persistente

Según Naciones Unidas, entre 2023 y 2025, Panamá -y en particular el canal- se ha convertido en una de las zonas más afectadas por la sequía global, lo que ha provocado demoras, restricciones de tránsito y pérdidas comerciales que evidencian la vulnerabilidad del comercio global frente al clima extremo.

Organismos como la ONU y el propio sector económico estiman que el cambio climático intensificará estos episodios, haciendo urgente redoblar esfuerzos en adaptación y resiliencia. La sequía ha sido un duro recordatorio de la fragilidad del sistema hídrico que sostiene al Canal de Panamá, motor clave del comercio mundial y de la economía panameña. Los impactos en ingresos y tránsitos son innegables.

Trump y el Canal de Panamá: ¿Una obsesión expansionista?

La sequía no es la única polémica en la que se ha visto envuelto el canal en los últimos meses. De hecho, recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado de manera repetida su interés por «recuperar» el Canal de Panamá, argumentando que Estados Unidos fue víctima de una «entrega imprudente» y acusando a China de ejercer una supuesta influencia o control sobre esta infraestructura estratégica.

En su intervención ante el Congreso, Trump afirmó: «Debemos recuperar el Canal de Panamá, y ya hemos empezado a hacerlo». Además, no descartó el uso de fuerza militar ni económica para este objetivo, enmarcando sus comentarios dentro de una visión expansionista con ecos del viejo espíritu de la Doctrina Monroe. También cuestionó las tarifas que Panamá cobra a barcos estadounidenses, considerándolas «exorbitantes».

El interés de Trump en la zona no es baladí; no en vano, cada año, el 40% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos, equivalente a unos 270.000 millones de dólares, cruza el canal de Panamá.

El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó de manera contundente estas declaraciones, calificándolas de «mentiras» y recordando que el canal «es y seguirá siendo de Panamá». Desde el Congreso estadounidense incluso se ha planteado una iniciativa legislativa (Panama Canal Repurchase Act) para renegociar la titularidad, aunque diversos analistas interpretan este movimiento más como retórica política y presión diplomática que como una acción viable.

Firma
Fotografía de Sara MartíSara MartíCoordinadora editorial. Graduada en Periodismo por la Universidad Jaume I, estoy especializada en contenido web y ediciones digitales por el Máster en Letras Digitales de la Universidad Complutense de Madrid. Mi experiencia en el mundo de la comunicación abarca desde el institucional hasta agencias y medios de comunicación. Al día de la actualidad empresarial y financiera en Economía 3 desde marzo de 2021.
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