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Redacción E3
Cada vez es más común escuchar a pequeños ahorradores que deciden invertir en arte. Las obras pueden convertirse en activos de gran valor, ofreciendo estabilidad y, en muchos casos, una apreciación significativa a lo largo del tiempo. Pero, ¿por dónde empezar en este mundo?
Como en cualquier otra inversión, el arte requiere ciertos conocimientos y una investigación previa antes de tomar decisiones. Los expertos coinciden en que siempre es un buen momento para iniciarse en este mercado, pero subrayan la importancia de contar con un buen asesoramiento y evitar compras impulsivas, especialmente si no se conoce mucho este campo.
Los datos reflejan una demanda sostenida en el mercado del arte en los últimos años. De hecho, el arte fue el activo que mejor se comportó en 2023 con una revalorización del 11%, frente al 8% de las joyas y el 5% de los relojes, según un informe de la consultora Knight Frank.
Coincidiendo con el arranque de ARCO 2025, expertos del sector analizan junto a Economía 3 las tendencias y oportunidades de inversión en el mercado del arte.
Como ocurre con cualquier inversión, la primera pregunta que viene a la mente es: ¿la coyuntura es favorable para invertir en arte? «Para los que buscan inversiones, siempre puede ser buen momento», asegura el director de Invertir en arte y redactor de mercado del arte en la revista Ars Magazine, Daniel Díaz.
Lo que define si una inversión es buena o no, según el experto, es la venta final, que haya un beneficio. «Si hemos hecho una buena compra, será más fácil que la inversión realizada sea buena, rentable. Y ahora, con la incertidumbre que hay en los mercados internacionales por la situación mundial, yo diría que es un buen momento para comprar», defiende.
Por su parte, la CEO de Arte Global y asesora de ARCO, Elisa Hernando, considera que «invertir en arte siempre es interesante», pero advierte que «no todas las obras ni todos los artistas logran revalorizarse». En este punto, destaca la importancia de contar con acompañamiento por parte de expertos para adentrarse en este mercado, ya que se dan una serie de errores muy comunes que conviene evitar.
Uno de los errores más habituales al invertir en arte, explica Daniel Díaz, es confundir precio con valor, además de dejarse influenciar por las compras de otras personas, incluidos personajes públicos. «Para invertir con criterio es necesario saber de arte o dejarse aconsejar por verdaderos especialistas. Y, por tanto, es necesario leer mucho, y escuchar y pensar más. La compra debería ser el resultado de un proceso mucho más amplio y profundo, como un iceberg, donde lo que vemos es la materialización en una obra comprada de todo un proceso mucho más profundo e interior», señala.
El experto asegura que lo más habitual es iniciarse adquiriendo obra gráfica y originales en papel de los artistas que uno conoce, para luego dar el paso a originales en lienzo, que suelen ser más costosos. «Los supuestos ‘flechazos’ y las compras en ferias para alguien sin experiencia suelen demostrarse precipitadas; suelo recomendar tomarse un tiempo prudencial para sopesarlo con seriedad», advierte.
Elisa Hernando también recomienda evitar comprar por impulso o hacerlo dejándose llevar únicamente por el gusto personal o por recomendaciones sin suficiente criterio. «Sin una estrategia clara, sus decisiones pueden ser impulsivas y, en muchos casos, poco rentables. Aunque el arte debe generar emoción, es fundamental complementarla con conocimiento y análisis», indica.
Para evitar estos errores, la CEO de Arte Global insiste en la importancia de contar con el acompañamiento de expertos. «Desde Arte Global ayudamos y enseñamos cómo evaluar la calidad de las obras, la trayectoria del artista y su potencial de revalorización. Además, es importante aprender a identificar tendencias, distinguir entre diferentes técnicas y formatos, y, sobre todo, asegurarse de comprar al mejor precio», agrega.
El valor del arte depende de múltiples variables, algunas más objetivas y otras más subjetivas, pero definitivamente no es algo meramente estético. Si hablamos del valor en sí, este se basa en aspectos intrínsecos como la creatividad, la innovación y la trayectoria del artista, mientras que el precio está determinado por factores externos como modas, opiniones de expertos y fluctuaciones del mercado.
Daniel Díaz remarca la importancia de no confundir precio con valor. «El valor es algo profundo, intrínseco a la obra, que depende de la interioridad del artista y su capacidad, y el tiempo, que es el que termina dando la perspectiva necesaria para una valoración correcta sobre la calidad. El precio es algo superficial, que varía en función de modas, opiniones de especialistas, con unos intereses más o menos declarados, y el paso del tiempo», resalta.
Hernando explica que algunas de las variables que influyen en el valor del arte son el currículum del artista, la galería que lo representa y las estrategias de promoción de su obra. Además, destaca la importancia de la innovación y creatividad del artista. «Basta con observar figuras como Picasso, quien a lo largo de su carrera rompió esquemas, creó nuevas corrientes artísticas e inspiró a generaciones de creadores. La originalidad y el impacto cultural de un artista pueden aumentar significativamente el valor de su obra», señala.
Por otro lado, factores como la demanda en el mercado, el contexto histórico y las tendencias de los coleccionistas pueden hacer que el valor de una obra aumente o disminuya con el tiempo.
Por este motivo, recuerda la experta, el valor de una obra de arte no es solo una cuestión de estética, sino de comprender un conjunto de variables que le otorgan su verdadera relevancia en el mercado y en la historia del arte.
¿El arte es una inversión estable? En muchas ocasiones, se ha considerado un valor refugio debido a su resiliencia frente a crisis económicas, períodos de incertidumbre o altas tasas de inflación. Según un índice publicado por Artprice, la inversión en los 100 artistas más vendidos en subastas supera significativamente al S&P 500. El estudio revela que 100 € invertidos en arte en el año 2000 tendrían un valor medio de 709 € en 2023, mientras que la misma cantidad invertida en el S&P 500 alcanzaría sólo los 260 €.
De acuerdo con Daniel Díaz, el arte antiguo y moderno ofrece una seguridad relativa, ya que las cotizaciones de estos artistas no suelen experimentar grandes variaciones. Para ilustrarlo, establece una comparación: «Es como si usted compra acciones de grandes empresas del IBEX, para las que, en condiciones normales, no hay grandes sorpresas. El arte contemporáneo es mucho más volátil y, como tal, puede tener una rentabilidad muy superior: es más fácil obtener una revalorización importante con él que con el arte antiguo, pero es mucho más peligroso».
En tiempos de incertidumbre económica, como crisis o escenarios de elevada inflación, puede ser una alternativa atractiva frente a otros activos financieros. «El arte ha demostrado ser un activo menos volátil y resistente a crisis», señala Elisa Hernando, a diferencia de la bolsa o las criptomonedas, cuyos valores pueden fluctuar drásticamente debido a factores macroeconómicos.
No obstante, Hernando advierte que, como en cualquier inversión, «no todo el arte se revaloriza de la misma manera». «La clave está en adquirir obras de artistas con trayectoria, con presencia en instituciones relevantes y con demanda consolidada en el mercado. Además, diversificar la colección y mantenerse informado sobre tendencias y oportunidades del sector puede contribuir a maximizar el rendimiento de la inversión», destaca.
Si pensamos en qué tipo de arte será más valioso en el futuro, quienes están menos familiarizados con el mercado podrían mencionar grandes nombres como Picasso, Warhol o Pollock. Sin embargo, los expertos señalan que esto depende de múltiples factores.
El director de Invertir en Arte subraya la importancia de diferenciar entre valor y precio. En su opinión, el arte más valioso en el futuro será «el que mejor sepa captar y traducir los problemas del mundo actual, ya sea en un formato tradicional o más alternativo». Y añade: «Si por valioso se refiere al precio, el que mejor consiga publicitarse y hacer pensar a muchos que lo suyo es lo mejor, aunque realmente no lo sea. Y el paso del tiempo terminará poniendo a cada artista en su lugar correcto, aunque con algunos que han estado de moda tarde más».
Según Daniel Díaz, cada vez interesan menos los maestros antiguos de segunda o tercera categoría, en beneficio cada vez mayor de los de primera. «Pocas personas quieren ya poner en su casa el martirio de un santo o un Calvario; es consecuencia del cambio del gusto y de las creencias de mucha gente. En cambio, cada vez se busca más el arte del siglo XX -especialmente el de la segunda mitad-, más acorde con los tiempos que corren desde el punto de vista del gusto (Chillida, por ejemplo); y, por tanto, ese arte tiene una mayor posibilidad de revalorización», señala.
Por su parte, la CEO de Arte Global prevé que artistas consagrados como Picasso, Miró o Basquiat, cuyo valor ha mantenido una apreciación constante en el mercado, seguirán siendo inversiones sólidas en el futuro. «En 2023, Jean-Michel Basquiat generó 240 millones de dólares en ventas, consolidándose como uno de los artistas contemporáneos más valiosos. Esto indica que las obras de maestros reconocidos siguen siendo inversiones sólidas», concluye.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.
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